Guillo Espel Cuarteto presenta «Souvenir», su quinto disco

En una entrevista con Río Negro, el guitarrista habló de este trabajo, que cuenta con una variada lista de colaboradores que le dieron a las canciones un sonido muy particular.

Un guitarrista al que todo el mundo busca para compartir trabajos, discos, propuestas sinfónicas, arreglos musicales y otras cuestiones. Hablamos de Guillo Espel.  

Un souvenir es un recuerdo que uno se lleva de un viaje. En este caso, un viaje musical, al fin y al cabo, ese “Souvenir”, es su último disco, el quinto en la discografía de Guillo Espel Cuarteto, formación que completan Oscar Albrieu Roca (vibráfono), Damián Foretic (bandoneón) y Pedro Carabajal (cello). 

En diálogo con RÍO NEGRO, el músico dio detalles de su reciente trabajo:  

P: Me suena que volviste al origen de la canción ¿Qué tiene de diferente este quinto disco para vos? 

R: Muchísimo. Siempre me planteo hacer diferentes álbumes de los que hice anteriormente, sencillamente porque me pasa lo mismo con mi obra. No escribiría algo que sea equivalente a músicas previas en mi catálogo. Intento buscarme, expandir horizontes. Ese es el punto de partida de mi carrera como compositor. Si no me sorprendo con lo que estoy creando no tengo nada para ofrecer al otro que no haya hecho antes, y eso es parte de mi autenticidad. No me permito a mí mismo una licencia, menos lo haría con mi público, con quienes me siguen, a los que les debo mi permanente gratitud. Por otro lado, la canción es como la médula espinal, la columna vertebral de las músicas populares, y como yo hago mucha música instrumental, frecuentemente pienso en técnicas de escrituras, en colores, timbres, en formas musicales variadas, entonces volver a pensar las músicas desde la idea de canción (tenga letra o no) es de una frescura enorme como formato de trabajo, como lugar para entregarse. Fui muy feliz pensando y escribiendo estas diez obras, que llamaría por entero canciones así sean muy diferentes. 

P: ¿Qué aprendiste a nivel musical con este cuarteto después de casi veinte años?  

R: También muchísimo. En principio, el “Guilllo Espel Cuarteto” es una banda integrada por cello, vibráfono bandoneón y guitarra. Vos me conocés bien y sabés que yo escribo toda la música que suena. No hay improvisación en mi música, ni tampoco espacios libres (lo que no quiere decir que no toquemos con libertades absolutas, claro, y disfrutando de los misterios que surgen allí). Entonces conocer los secretos de cada instrumento, para desarrollar partituras que sean intensas, logradas, y que además generen placer en el instrumentista que está leyendo lo que le escribí es fundamental. “Guillo Espel Cuarteto” es por sobre todo un grupo de amigos. De allí el hecho de permanecer en este formato por 20 años. Entonces disfrutar de la música que tocamos es esencial. De otro modo no tendría razón de ser. Mi grupo requiere profundidad, trabajo, y mucha pasión por lo que suena. No quiere decir que por eso mi música sea mejor o peor que otras. Pero sí implica que funciona solo si esos elementos están. De allí que, con el compromiso que tomamos, nos sentimos muy juntos en este proyecto y todos aprendemos del otro, musical y humanamente. 

El cuarteto ampliado, con Coti Moroni, en clarinetes; e Ignacio Svachka, en xilófono, glockenspiel y vibráfono. (Foto Alejandro Held)

P: En el tren de aprendizajes: ¿qué te quedó de las músicas del mundo con los músicos que compartiste? 

R: Mi carrera es insólita y estoy muy agradecido de lo que me pasa. Me sorprende y me agrada. En este momento estoy escribiendo orquesta de cuerdas para obras de Ariel Ramírez ya que Sadaic y su editora me solicitaron orquestaciones de su música. Varias de esas obras de Ariel son para ser tocadas en otros países y continentes. En el último año escribí obras de cámara para un ensamble en Bruselas, una solista en Islas Canarias, una orquesta de percusiones en Estados Unidos y un trío de cámara en Japón. También lo hice acá para el Festival Internacional de Música de Bariloche (orquesté para Peteco Carabajal y para Pablo Agri y Rafael Gíntoli junto a la Orquesta Filarmónica de Río Negro). Con esta maravillosa orquesta estrené también el año pasado mi concierto para trompeta. Imaginate que la demanda de cada institución o de cada músico que me pide una obra es un universo propio, un deseo único, entonces siempre me encuentro con desafíos, ideas que son diferentes. Es mucho más intenso trabajar con otros que cuando uno lo hace en solitario, porque no hay nada mejor que ver la satisfacción de la persona o institución que me pidió mi lápiz, mi música, que se sientan felices con aquello que depositaron en mí. 

P: ¿Cómo fue la selección de canciones para este disco? 

R: Fue muy natural. Me encantó que suceda así…se fueron dando, iba escribiendo en estos años, probando cosas con mis músicos, otras que me encargaban. y las fui reuniendo en una idea general que llamé «Souvenir». Por eso pienso el disco como un gran universo de canciones independientes, cada una con su propia ánima, su propio espíritu, Por un lado, son totalmente independientes y pensadas para distintas ocasiones, en distintos momentos, y al mismo tiempo cooperan en la escucha del álbum en forma sucesiva. Una se enlaza a la otra y crean juntas emociones con mucho dinamismo, con mucha apertura. Es un estilo muy fresco y vital de trabajo. No planear tanto de antemano. 

P: ¿Cómo se siente ser reconocido en distintos continentes? 

R: Me gratifica y a la vez me intimida. Casi todas las semanas recibo mails o visitas a mis sitios oficiales y redes donde me hablan de mi música. Sé que en algunos ámbitos (como el mundo de la percusión, por ejemplo) soy muy reconocido en muchos países. A lo largo del tiempo se me ha tocado ya en más de sesenta países de los cinco continentes y eso es un gran orgullo…siempre hay alguien preguntando que estoy haciendo o solicitándome nueva música. A su vez, y dicho todo esto, también lo vivo en forma muy tímida, y a veces me incomoda, o siento que no estoy a la altura de recibir esos elogios. En verdad, sé que si ocurren es porque lo merezco o cumplo con las expectativas, pero nunca termino de acostumbrarme. Eso es muy lindo en un lugar, porque me gusta hablar de igual a igual con cada uno. Tengo gente en mi equipo de trabajo que me ayuda, pero siempre trato de responder personalmente cuando me escriben. Me parece que el afecto que circula entre las gentes, es la piedra fundamental de la vida. Es la nutrición perfecta para cada experiencia. Así que, como puedo, trato de no perderme nada del encuentro con el otro. 

P: ¿Y que los músicos más reconocidos te busquen para que los orquestes/acompañes en sus presentaciones? 

R: ¡Me pasa lo mismo que te decía en la respuesta anterior! Cuando me llaman me pone feliz, siento que mi trabajo es valorado y me enorgullece, me entusiasma, y a la vez me siento muy afortunado, que es otra forma de sentir timidez… es como si dijera ¡Hey! me está llamando Abel Pintos para que le orqueste toda su música y deposita toda su confianza en que yo le arme un espectáculo tan imponente como Universo Paralelo!’ ¿será verdad? (risas) Es cierto que ya le orquesté su disco «Abel» o que hice con él su disco «Único», pero no termino de caer…, lo mismo diría cuando me llamó Antonio Agri, en el año 1996..imaginate, yo empezaba hacia muy pocos años, apenas con mi música, y él, viniendo de tocar 17 años con Piazzolla y otro tanto con Salgán me dice “yo quiero que seas mi orquestador porque me gusta como escribís” ¡Wow me caí al piso!, Luego es siempre una delicia haber sido el arreglador de «David Lebón Sinfónico», David es un ser de luz increíble. Lo quiero mucho. Trabajé con Nebbia, con Vitale, escribí para Pedro Aznar, Baglietto, en fin…ni que hablar cuando Anna Netrebko (la soprano más importante en el mundo de los últimos 30 años) grabó para la Deustche Grammophon mi versión de «La rosa y el sauce» de Carlos Guastavino, con la orquesta Filarmónica de Praga. ¡Ella es una mega estrella de la música lírica mundial! 

P: En tus viajes ¿qué te trajiste como «souvenir» en la valija? 

R: Lo que llevo conmigo siempre. Afectos, construcciones de vida que te hacen, si sabés reconocerlas, mejor persona. Elegí la idea de «Souvenir» por lo que implica: algo que se trae de un lugar para recordar ese lugar. Si esto lo trasladas a lo vivido, a las emociones, a las personas, tu vida es un gran círculo de souvenires. Es decir, nos formamos como personas con esos recuerdos, con lo que dimos y lo que nos fue dado, con las caricias, con los disgustos, los miedos y los triunfos. Uno atesora sus vivencias…las «traemos de otro lugar» de otros momentos, de otras vibraciones, y se instalan en nuestro presente y nos convocan a todo nuestro futuro, En este sentido la vida es un souvenir continuo. 

P: Si cierro los ojos escucho cierto aire «piazzolesco». Hay mucha delicadeza en tu música, muchos matices, mucha invitación a fundirse en un paisaje sonoro. ¿Cuánto depende este trabajo de los intérpretes que te acompañan?  

R: ¡Con que acierto o cercanía con lo que buscaba escuchaste el disco! La verdad es que yo quería eso, que suene «poderoso» y que a la vez otorgue quietud, paz. El tratamiento del sonido aún me sigue deslumbrando, luego de escucharlo y trabajarlo tanto. Esto es mérito no solo de mis músicos sino también y principalmente de Ariel Gato, el productor e ingeniero de sonido en el estudio, con quien logré una empatía y una dinámica de trabajo fantástica. Claro que mis músicos también aportan todo lo suyo. Yo pensé el álbum, lo dirigí, lo produje artísticamente, pero nunca me aparté de la idea de cuarteto, y ampliado. Siempre busqué ver el efecto de mis ideas en la respuesta de los otros y modificamos muchas cosas en ese proceso…me encanta trabajar así…no lo hubiera disfrutado tanto si fuera solo un resultado únicamente mío.  

P: ¿Cómo es mixturar en los sonidos con los distintos intérpretes que te acompañan como invitados?  

R: Bueno, siempre destaco que no hay formaciones como la nuestra. No existe otro grupo de vibráfono, bandoneón, cello y guitarra, y que a veces suma clarinetes, cuerdas y voces. Esto no implica nada a favor ni en contra, pero sé que es un resultado tímbrico, un color totalmente original. Entonces trabajar con esos elementos, intercambiar esos sonidos, siempre nos invita a un horizonte nuevo y ¡bingo! Eso es lo que buscamos. Te agrego que en «Souvenir» a diferencia de los discos anteriores, subimos la apuesta incluso en este punto: invitamos trompeta y flugelhorn, a Silvia Hopenhayn leyendo en francés, y un set de percusiones de todas partes del mundo, hay tam tam de los balcanes, campanas egipcias, instrumentos africanos…la búsqueda sonora fue superlativa y nos fascinó el resultado. 


Ficha técnica de «Souvenir»

Músicos en el disco 

Guillo Espel Cuarteto 

Oscar Albrieu Roca:  Vibráfono, marimba, batería, crótalos, gran cassa, gongs,  tam . tam, campanas, accesorios de percusión (metales y parches) 

Damián Foretic: Bandoneón 

Pedro Carabajal: Cello 

Guillo  Espel: Composición, guitarra, guitarra eléctrica, bajo eléctrico, piano, dirección musical 

 
Músicos que se suman al cuartero para ser un cuasi sexteto 

Coti Moroni: Clarinete, clarinete bajo ( Tracks 1,3,7,8,9) 

Ignacio Svachka: Xilófono, glockenspiel, ( Tracks 1,3, 9) vibráfono ( Tracks 4 y 8) 

 
Participaciones invitadas: 

Nicolás Guerschberg (piano en track 5); Silvia Hopenhayn (lectura en track 1);  Guadalupe Farías Gómez (canto en track 7); Marcelo Predacino (guitarra solo en track 7); Fernando Ciancio (Flugelhorn en  Trak 4) ; Agus Voltta (canto en Track 2); Alejandro Guerschberg (bandoneón en Tracks  2 y 5); Germán Gómez (Canto en  Track 5, bombo legüero en Tracks 2 y 5);  

Quinteto de cuerdas (en  Tracks 6 y 7) 

Elías Gurevich (Violín I); Humberto Ridolfi (Violín II);  Elízabeth Ridolfi (Viola); Pedro Carabajal (Cello); Horacio «Mono» Hurtado (Contrabajo) 

Cuarteto de cellos (en track 2) 

Pedro Carabajal x 4  

 
Dirección Artística: Guillo Espel 

Sello editor LP Discos  

 
Grabado entre el 14 de junio y el 2 de noviembre de 2021 en PuntoAr. 

Ingeniero de Grabación, mezcla y mastering: Ariel Alejandro Gato  

Fotografía: Alejandro Held  

Realización Audiovisual: Ariel Alejandro Gato 

Diseño gráfico y Arte: Ariel Alejandro Gato 


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