En «Fuera de línea», la artista Andrea Scatena reflexiona sobre los sentidos de la existencia a partir de su propio cuerpo
La artista visual inaugura este viernes, en el Centro Municipal de Cultura de Viedma, una muestra surgida de la inquietudes provocadas por el encierro en pandemia y canalizadas a través del arte contemporáneo.
La artista y comunicadora social viedmense radicada en Cipolletti, Andrea Scatena, vuelve a su ciudad natal para inaugurar “Fuera de línea”, una muestra que es el resultado de un trabajo interno de deconstrucción de su propia subjetividad motivado por la irrupción de la cuarentena en marzo de 2020.
Volver a Viedma fue para Scatena parte de ese proceso personal, creativo e intelectual que comenzó con un puñado de hipótesis sobre que le (nos) estaba pasando en ese tiempo de encierro que por entonces era sin un tiempo determinado.
Pero no sólo se trató de volver a Viedma, sino de volver a su casa natal y a esa institución ubicada justo enfrente que era y sigue siendo el Centro Municipal de Cultura Viedma (Gallardo 550). Fue allí donde comenzó a transitar el arte y es allí donde montó “Fuera de línea”, que tendrá su inauguración formal este viernes, a las 19, y que podrá ser visitada hasta el 3 de enero próximo, de 9 a 20, con entrada libre y gratuita.
“Fuera de línea” es un proyecto artístico contemporáneo en el que Andrea Scatena trabaja investigando las contradicciones, las marcas, las historias, los cruces, y los recorridos de su propio cuerpo de mujer situado en Patagonia norte. En un proceso de desmaterialización de las estructuras culturales que le fueron inscriptas a su cuerpo – territorio, atravesado por las acciones sociales, institucionales, políticas, culturales, comunicacionales y artísticas.
La muestra recupera una estética común con el “arte póvera” de la posguerra, ya que utiliza materiales básicos de uso común y bajo conceptos e ideas que relacionan al arte con un sentido efímero de la existencia, como ocurre al ser artista contemporánea en tiempos actuales. Es así como, durante el 2020 y 2021, mediante diferentes técnicas, como bordados, acuarelas, fotos, textos en cuadernos escritos, dibujos, mapas, xilografías, entre otros elementos, Scatena produce un cuerpo de obra luego reunido en “Fuera de línea”, cuya curaduría estuvo en manos de la arquitecta y artista visual Silvana Solari.
«Fuera de línea»: origen, hipótesis y el arte como salida
La pandemia, cuenta Scatena en una entrevista telefónica con RÍO NEGRO, en un alto en el montaje de la muestra, la sorprendió, entre otras cosas sin trabajo. Hacía muy poco había dejado su lugar en el Museo Nacional de Bellas Artes Neuquén y, en plena reformulación laboral y, por qué no, existencial, sobreviene la cuarentena. «Fue tal la incertidumbre que me agarró que me extrapolé a cuando, en el 75, 76, yo hacía danzas acá. Era muy chiquita y vivía justo enfrente del centro cultural, y tuve la misma sensación porque quedo encerrada después del golpe de estado. Mi mamá me dice ‘no va s a ir más a danzas, no, no, no… era todo no y quedo ahí encerrada. Sentí la misma situación. Me pongo a buscar en el archivo personal y a estudiar, muchos seminarios vía zoom, nos empezamos a vincular de otra manera, se me empieza a mezclar la comunicadora con la artista empiezo hacer cruces y muy desde el arte contemporáneo empiezo a trabajar estas sensaciones”.
Scatena empezó a investigar en profundidad y amplitud el cruce de tres conceptos que luego atravesarán las obras que dan forma a “Fuera de línea”: arte, cuerpo y territorio. «El proyecto trataba de entender qué nos estaba pasando y era generar hipótesis, nada más. Pero daba la sensación de que esto que me pasaba se parecía mucho a aquello; entonces, cuando a principios de año nos encontramos con Silvana Solari, me dice, primero, que lo que lo que tenía yo ahí era una obra y que esa obra era de sitio específico, el del centro cultura donde había empezado a bailar danza clásica en mi infancia”, revela.
Al final de la pandemia, Scatena llamó a Solari y le preguntó: –
¿A vos te parece que acá tengo una obra?
– Y sí, claro que la tenés, fue la respuesta de quien iba a ser la curadora del montaje de esa obra.
Entonces, empezaron a darle una forma narrativa a ese cuerpo de obra, entender cómo había sido su proceso de producción, qué iban a mostrar y de qué modo lograr que el público logre entrar en esa obra y hacerla propia. “Queremos que la gente pueda interrogarse. Lo importante es que se reflexione a sí misma”, sugiere Scatena.
“Andrea hizo un proceso interno de deconstrucción de su propia subjetividad, entonces en la muestra desde su propio cuerpo el territorio que habita”, explica Solari. “Pensamos en elaborar una narrativa que tiene más que ver con que la gente pueda vivenciar ese proceso y lo pueda hacer propio, con sus propios universos y sus propias experiencias. Entonces, en el hall planteamos unas imágenes a grandes escalas., algunas fotos performance de su propio proceso y un espacio en el piso como referencial, intimo, con objetos con los cuales la gente pueda sentarse y hacer todo el recorrido de la muestra, hacer un contacto más personal, más íntimo con Andrea y con su cuerpo”.
«Fuera de línea»: recorridos
La muestra comienza en el hall del centro cultural con las preguntas existenciales representadas por fotos performance gigantes y un extenso y no menos gigante electrocardiograma como elementos más destacados. Luego, la muestra ingresa a la sala donde se encuentran las obras de materialidad más íntima, personal, como fotografías, xilografías, bordados, acuarelas, impresiones en vinilo, fotos intervenidas por bordados, por lápices de oles, escrituras, ideas, reflexiones y lecturas y todos los seminarios hechos en pandemia y que la conectaron con el mundo. Y, como una cuestión de sitio específico, un collage piso-pared-techo a modo de deconstrucción.
¿Por qué “Fuera de línea”? Responde Solari: “Porque desborda los lugares establecidos, es una construcción fuera de los mandatos de una sociedad. Desborda en las materialidades, en los procesos, desborda los territorios. Como que la línea es la norma y fuera de línea es lo que desborda esa norma existencial, cultural».
¿Y por qué de sitio específico? Responde Scatena: «Un sitio específico es ese lugar que está pensado por las características de la obra para ser planteado en ese lugar. Y esta muestra es un homenaje a esa primera institución de arte de esa niña en Patagonia norte, por eso, si bien es de sitio específico aquí en Viedma, puede circular en el Alto Valle, ya que hay un lenguaje de lo rionegrino, y de esa parte de lo rionegrino que está inscripto en el cuerpo”.
Fue muy importante para Andrea Scatena ese sitio específico corporizado en el Centro Municipal de Cultural porque está sumamente vinculado con la artista que comenzó a ser allí. Son, en sus palabras, dos cuerpos que caminaron juntos”, el de la artista que es y el de la institución que sigue siendo. Pero ese espacio tiene una inscripción biográfica que la trasciende: fue allí donde, el 20 de octubre de 1973, su padre Dante Scatena, por entonces legislador peronista y autor del proyecto de ley 852 que transformó a Viedma en capital definitiva de Río Negro, leyó dicho texto.
Comentarios