40 años de «Yendo de la cama al living», de Charly García: una historia de encierro y transición

El 28 de octubre de 1982, Charly García editó su primer disco solista. Grabado apenas terminada la Guerra de Malvinas, describe el clima de época y marca una transición estética que estallará, un año después, en “Clics modernos”.

A fines de 1981, Pedro Aznar les avisó a sus compañeros de Serú Girán que dejaría la banda para irse a Boston a estudiar música a Berklee y, ya que estaba por allá, unirse a la banda de Pat Metheny, a quien había impresionado durante el paso de los Serú por el festival de jazz de Río de Janeiro.   

Así las cosas, los cuatro fantásticos (porque, qué otra cosa podría decirse de García, Lebón, Moro y Aznar y porque, como sabemos, ningún jugador es tan bueno como todos juntos) acordaron que sea el paso del tiempo quien decidiera el futuro de la banda: sin Pedro, Serú, que había resuelto no remplazarlo (aunque lo pensaron) se iba a tomar un impasse que cada uno aprovecharía para hacer música por su cuenta. Entonces, Charly creó “Yendo de la cama al living”.  

Luego de los impresionantes shows del 6 y 7 de marzo de 1982, en Obras, con los que Serú Girán comenzó aquel impasse que, quien iba a saberlo, duraría exactamente diez años, Charly comenzaba a trabajar en la música para la banda de sonido de “Pubis angelical”, el filme de Raúl de la Torre basado en la novela de Manuel Puig. Mientras tanto, afuera, el dictador Galtieri, entre vapores etílicos, se envalentonaba (eso sí, lejos del frente de batalla) con el tristemente célebre “Si quieren venir, que vengan, les presentaremos batalla”, desatando la tragedia de Malvinas.  

Dijimos afuera porque, mientras tanto, Charly habitaba un espacio interior, físico y personal, contenido entre las paredes del estudio Del Jardín, en pleno centro porteño, donde componía la banda sonora del filme: “Me encerré en un estudio un mes, y de la guerra me enteraba cuando iba al bar de al lado”, le decía García a la periodista Gloria Guerrero, en la revista Humor”. Luego, el encierro sumó otra dependencia: el, por entonces flamante, departamento de la calle Coronel Díaz. Y fue allí donde comenzó a trabajar en algunas (no tan) viejas composiciones que había abandonado tras la interrupción de Serú Girán. Dicho de otro modo, o del modo en que lo dijo Amilcar Gilabert, su ingeniero de sonido: “Cambiar el estilo del mismo Carlitos (Charly)que venía de Serú Girán, a que fuera Charly”.  

Aquel Carlitos que había abrazado el folk rock con Sui Generis, el rock progresivo cuando armó La Máquina de Hacer Pájaros y que sintetizó en Serú Girán, se despojó de todo aquello para ingresar en los modernos 80. Y si Clics Modernos (1983) inauguró esa era del rock argentino, “Yendo de la cama al living” fue el prólogo, el momento de transición entre aquella música y la new wave que dominaría buena parte de los 80.  

Otro corte y nuevas pilchas: Charly García en modo 1982.

Charly se rodearía de todos los sintetizadores posibles (Mini Moog, Moog Opus 3 y un Moog Liberation), pianos electroacústicos, baterías electrónicas programables, bajo y guitarra para crear las canciones de su estreno solista. Mucha máquina y pocos músicos, apenas uno: el baterista Willy Iturri, el único que iba a estar en casi todos los temas porque Charly se encargó de tocar (casi) todo. En cambio, invitados tuvo unos cuantos: León Gieco (quien figura en los créditos como Ricardo Gómez, por cuestiones de contrato discográfico), Pedro Aznar, Nito Mestre y Luis Alberto Spinetta, con, entre otras joyas, un solo de guitarra sintetizada al final de “Canción de dos por tres”. 


Charly García llegó al escenario del legendario show de Ferro’82 en Cadillac rosa junto a toda la banda, mientras los presentaba, en francés, Jean François Casanovas», para luego abrir el show con una poderosa versión de «Yendo de la cama al living».

“Yendo de la cama al living” se grabó en agosto de 1982, primero en los estudios ION y luego en Panda. Escuchemos otra vez a Gilabert, ahora en un diálogo reciente con la agencia Télam: “La historia fue así: lo grabamos, lo mezclamos y cuando lo escuchamos, Charly me preguntó si me gustaba. Le contesté que no era que me disgustaba pero que creía que podía estar mejor. No mejor tocado, sino que él estaba haciendo un cambio y no podíamos seguir grabando con esa misma onda que lo hacíamos con Serú Girán. Le dije que sería ideal mostrar algo nuevo. ‘Yo probaría de vuelta’, le dije, y lo hicimos todo de nuevo”, relató. 

Andrés Calamaro fue parte de la banda que Charly García armó para presentar «Yendo de la cama al living» en Ferro, en diciembre de 1982.

“Yendo de la cama al living” se editó el 28 de octubre de 1982 y lo primero que sabemos de él (del disco, pero también de Charly) es ese sonido gutural orgásmico de alguien que poco encuentra el placer cualquiera sea este. Le sigue el tema homónimo, que, con su lírica, marca el sentimiento de época que lo atravesaba. Como dirá Martín Zariello en el libro “No bombardeen Barrio Norte”: ‘Yendo de la cama al living’ no es solo la síntesis brillante del exilio interior de Charly García causado por el contexto político de la época (o más bien no-político) sino que también aporta datos sobre el momento personal del artista, que se encontraba, al igual que el país, en una transición”. 

El afiche que promocionaba la presentación de «Yendo de la cama al living» en Ferro, a fines de 1982, sí, con Fiorucci como sponsor.

Le sigue “Superhéroes”, con toques de cierto candombe electrónico y la voz de Nito Mestre; la emblemática “No bombardeen Buenos Aires”; “Vos también estabas verde”, con mucho de Serú Girán en su ADN melódico; “Yo no quiero volverme tan loco”, una de las canciones que venía de la última época de Serú, conocida entonces como “Pena en mi corazón” y que cuenta con “Ricardo Gómez” como voz invitada; “Canción de dos por tres”; la genial “Peluca telefónica”, una muy creativa y bailable humorada cómplice entre Charly, Spinetta y Pedro Aznar; e “Inconsciente colectivo”, acaso el cierre perfecto.  

Charly y Cachorro López llegando en un Cadillac rosa hasta el escenario de Ferro, el 26 de diciembre de 1982.

Editado hace 40 años, “Yendo de la cama al living” no vino solo, ya que fue el segundo disco de una doble entrega que incluía la banda sonora de “Pubis angelical”. Y fue, sobre todo, el comienzo de un tiempo en que Charly le puso algo más que su nombre a su música. Le puso su cuerpo. 


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