Más de tres mujeres por día recurren al aborto en la región
Muchas mujeres abortan en la clandestinidad. En Río Negro, una Ley de avanzada permite acceder al sistema público de salud en algunos casos, pero hay una resistencia por parte de los médicos.
1300
mujeres de la región fueron acompañadas a realizarse un aborto por la organización socorristas «La Revuelta» en 2017
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mujeres por día en promedio, se realizan un aborto en la región en 2017, con o sin la ayuda del Estado.
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A la película que vimos todos estos años, signada por el silenciamiento y un manto de oscurantismo; se le opone hoy una marea de pañuelos verdes en todas las cámaras de televisión, en las calles, hasta en el discurso del presidente de la Nación.
Descubrir la realidad debajo del manto, fue responsabilidad de un movimiento de mujeres como el de la Argentina, que persistió en el reclamo y mediante una campaña nacional en las calles; presionó para dar el debate en el Congreso, sin respuestas concretas hasta el momento.
Días atrás se puso sobre la mesa por séptima vez el proyecto de ley, para ver si este es el round ganador “por la salud pública e integral de las mujeres”.
Son las estadísticas las que grafican de cuerpo entero una realidad: los abortos se hacen más allá de su legalidad; y una porción de las mujeres que los practica clandestinamente, muere.
Los abortos se hacen más allá de su legalidad; y una porción de las mujeres que los practica clandestinamente, muere.
“La primer causa de muerte de mujeres en edad fértil en el mundo son los abortos clandestinos por infecciones. Eso es alarmante en todo el mundo y los países que han abierto las puertas a la igualdad en el sistema sanitario, permitieron la igualdad de derechos”, opinó Leonardo Gil, director del hospital “Ramón Carrillo” de Bariloche.
Ley de Interrupción Legal del Embarazo
La ley de Interrupción Legal del Embarazo de Río Negro reglamentada en 2016, que pocos conocen y que poca difusión tiene desde la cartera de Salud, aborda la temática desde una mirada cada vez más integral, ampliando los derechos de la mujer.
Muchos especialistas en el tema aseguran que es una ley de avanzada. Si bien no contempla la legalidad del aborto ni su despenalización, da un marco normativo que incluye las necesidades más frecuentes de las mujeres para poder acceder.
“Lo que se hace es ofrecerle a la mujer la posibilidad y el derecho de decidir. Después del aborto sigue la consejería con un protocolo particular para casos de abuso”, explicó Silvina Pesado, subsecretaria legal de Salud de Río Negro.
Según la ley de ILE rionegrina, se entiende a la salud como el completo bienestar físico, psíquico y social, tomado de la definición de la Organización Mundial de la Salud. Quedaron atrás las concepciones que ubican a la salud bajo una mirada reduccionista: “ausencia de enfermedad”.
Las causas de fondo
El aborto en muchos casos es consecuencia de una realidad social desfavorable de las familias y las mujeres, realidades que no se eligieron y que no son ajenas a la temática específica.
“Hay vivencias e historias de vida terribles”, contó el director del hospital andino. “Muchos embarazos son producto de relaciones sin consentimiento con maridos o novios”, comentó el médico Pablo Biganzoli, miembro del Comité de Salus Sexual y Reproductiva del hospital de Cipolletti.
En Salud Pública, los actores involucrados en el tema (más allá de su opinión) acuerdan en que la “causal salud” es la más frecuente por la que se habilita la realización de Interrupciones Legales de Embarazo en el sistema público de Río Negro desde que se reglamentó la ley. Las carencias y la violencia de género, anteceden a un embarazo no deseado, o más bien, no planificado.
“Las usuarias son mujeres de 25 a 35 años , siendo las causas habituales la psicológica y social. Hay muy pocos casos de violación de sus propias parejas o esposos. Tuvimos un caso de una menor de 14 años producto de una violación”, expuso Carlos Lasry, director del hospital de Cipolletti.
“Hay mujeres a las que les preguntamos cuántas veces a la semana tenían relaciones y nos respondían: ‘¿cuando quise o cuando me obligaron?’”, relató la médica Claudia Hardzieg del centro de salud de Chacra Monte, un barrio rural de Roca.
El aborto no es una discusión aislada del contexto de desigualdad y asimetría de poder en el hogar respecto al hombre y el rol socialmente asignado a la mujer en la familia como “madre” y “encargada de los hijos”.
“Las chicas tienen mucho miedo de acercarse porque no quieren que uno las catalogue de algo malo, tienen muchos prejuicio. Las historias y situaciones sociales son dolorosísimas. Tratás de sacar tu subjetividad y escuchar a la persona”, contó Gil.
La mujer que por afectaciones sociales, económicas, psicológicas acreditadas por un equipo de salud interdisciplinario; decida no tener un hijo y con su sola declaración; tiene derecho a realizarse la práctica en cualquier centro de salud, más allá de la ideología de cada médico .
La legislación sirve, aseguran. “Se ha visto cada vez menos la cantidad de mujeres que llega por abortos clandestinos gracias a esta ley y su implementación” señaló Gil, del hospital andino.
El problema que parece tener la ley es que poco se conoce, pero lo más grave es que se desconocen los derechos adquiridos.
Un ejemplo de esta realidad es el que cuentan las socorristas. “En Bariloche, una mujer joven pobre e inmigrante pagó 10000 pesos por internet por una pastilla abortiva sin saber que podía acceder en los hospitales”.
Un debate aparte que merece un análisis minucioso es cómo se está aplicando y si sirve esta ley.
En tan sólo dos años la mayoría de los centros de salud y hospitales rionegrinos la están aplicando en su justa medida, aunque con mayoría de “médicos objetores de conciencia”, es decir, profesionales que por razones religiosas o éticas (previamente fundadas) no realizan la práctica.
En 2016, la provincia de Río Negro reglamentó la ley R N° 4796 cuyo objetivo es la regulación y control de la Atención Sanitaria en casos de Abortos no Punibles.
Las cuatro causas más frecuentes
– Hogares en situación de precariedad. Falta económica y pobreza
– Madres de muchos hijos, madres adolescentes o madres solteras. Falta de contención social y educación sexual. Desconocimiento sobre métodos anticonceptivos
– Relaciones sexuales sin consentimiento en el propio hogar, violencia psicológica, miedo al marido.
– Violencia sexual y abusos
¿Quiénes tienen derecho al aborto legal?
Las mujeres que sufrieron o sufren:
Abusos sexuales con la sola firma de declaración jurada
Discapacidades físicas o mentales. Enfermedades que pongan en riesgo su vida
Afectación de su salud física, mental y/o social: casos en los que el equipo interdisciplinario de los hospitales evalúe que el embarazo afecta a su salud como pueden ser situaciones económicas, de vivienda, cantidad de hijos, proyectos de vida, situaciones personales.
Estadísticas y cifras que faltan
Algunos de los 1300 casos en que intervinieron socorristas fueron derivados al sistema público desde 2016, año en que se reglamentó la Ley de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) en Río Negro. A medida que se fue aplicando, las organizaciones empezaron a trabajar articuladamente con Salud Pública.
Desde el Ministerio de Salud de Río Negro no brindaron estadísticas ya que desde agosto de 2017 comenzaron a elaborarlas y “los datos no están procesados”, informaron.
El 77% de los médicos son objetores
En los tres hospitales mas grandes de la región, de 22 médicos ginecólogos 17 son objetores, según datos otorgados por fuentes de los hospitales; lo que representa el 77% de los especialistas.
Bariloche: De 9 ginecólogos del servicio, 5 son objetores de conciencia. y de 23 médicos de los centros de salud, tres lo son.
Roca: De 7 ginecólogos del servicio del hospital, 6 son objetores de conciencia. Sólo el jefe de servicio de ginecología realiza las ILE en el hospital. En los centros de salud, la mayoría son objetores de conciencia.
Cipolletti: En el servicio de ginecología del hospital hay 6 ginecólogos y los 6 son objetores de conciencia. De 14 centros de salud, 3 garantizan la ILE.
¿Dónde concurrir?
Cualquier mujer que necesite información o consultar si puede llevar adelante esta práctica, tiene derecho a ser atendida en cualquier centro de salud, salita barrial, hospital o consultorio ginecológico privado.
Hasta las 12 semanas de gestación la práctica puede realizarse de manera ambulatoria en algún centro de salud por medio de medicación (Misoprostol o Oxaprox) con seguimiento médico o por medio de un AMEU (Aspirado manual endo uterino)
Luego de las 12 semanas de gestación pasa al segundo nivel, que es con internación en hospital.
Los hospitales deben contar con una Consejería y equipo de acompañamiento previo y post aborto. La confidencialidad debe garantizarse siempre.
¿Qué falta para avanzar?
Algunos consideran que «avanzar» sería ir por la Ley Nacional y la despenalización del aborto. Así lo aseguró la secretaria de Extensión de la Facultad de Medicina de la UNCo, Luz Riera, quien explicó que «de 24 distritos hay 16 que todavía no tienen el protocolo de ILE».
Entre las mejoras para el caso rionegrino, las fuentes consultadas aseguran que es necesaria una «adecuada» y «homogenea» implementación de la legislación vigente, así lo sostuvo Pablo Biganzoli, médico cipoleño. «Faltan políticas públicas», agregó.
Las socorristas de «La Revuelta» pueden ver en la práctica las fallas de la ley. Ruth Zurbbriggen propone que se lance desde el Ministerio de Salud «una gran campaña que de cuenta de los derechos de las mujeres». Por otro lado, mayor capacitación a los médicos generalistas sobre ILE y capacitación a ginecólogos en todas las ciudades.
La sebsecretaria legal del Ministerio también reconoció una carencia en la difusión. «Es una ley que hay que militarla en los hospitales y en las mujeres, que sepan que tienen un derecho, al aborto seguro, en condiciones sanitarias seguras y el que hospital está para eso».
Para la médica roquense Claudia Hardzieg falta articular entre salud y educación con educación sexual integral en las aulas. «Una experiencia buena fue en barrio Mosconi cuando trabajamos entrelazados con la escuela primaria y durante seis años no tuvimos embarazos adolescentes. La escuela es el mejor lugar para empezar», concluyó.
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