Escala inhumana
El mar juega, puesto que es un ser vivo. Juega a alcanzar al viento y se alza, y se cae, y vuelve a erguirse, y se cae... a veces lo consigue. A veces lo alcanza, engancha una cola de viento y no la suelta. Lo llamamos tromba, y pobre del barquito que esté en el campo de juego.
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