Publican los diarios íntimos de Amy Winehouse
Los padres de la cantante británica, muerta en 2011, adelantan parte del libro que saldrá publicado a fin de mes. Es su manera de homenajearla cuando hubiera cumplido 40 años, y de compartir sus "notas y reflexiones" personales con sus fanáticos. Lo recaudado de las ventas será para la fundación que lleva su nombre y asiste a personas con adicciones.
En pocos días más, el 29 agosto, saldrá el libro «In Her Words», los diarios que escribió la cantante Amy Winehouse. Fueron sus padres, Mitch Winehouse y Janis Seaton, los que rescataron esas anotaciones, las reunieron y decidieron publicarlas a modo de celebración por lo que hubiera sido el cumpleaños número 40 de la malograda y extraordinaria cantautora británica.
Winehouse, intérprete de maravillosos temas como «Rehab» y «Back to black», falleció a los 27 años en su departamento de Londres, Inglaterra, el 23 de julio de 2011. Durante años luchó contra su adicción a las drogas y el alcohol, y murió dejando trunca una carrera brillante que la posicionaba entre los grandes artistas del blues y el jazz.
Ahora, un poco antes de que salga a la luz el libro, sus padres adelantaron algo del contenido al diario The Telegraph. «Queríamos compartir esto con los fanáticos de Amy para que ellos también puedan disfrutar de ella, en sus palabras”, contaron Mitch y Janis en una entrevista con The Telegraph, en el que además adelantaron un fragmento del prólogo que ellos mismos escribieron y una imagen donde se ve una imagen del puño y letra de la compositora. «Esta hermosa nueva colección de notas y reflexiones de Amy muestra otra de sus caras: su lado divertido e ingenioso”, agregaron.
Todo lo recaudado con «In Her Words (En sus palabras)» será para la fundación que lleva su nombre y asiste a personas con adicciones. En 2012, un año después de la muerte de su hija, su padre publicó un libro de memorias «Amy, My Daughter», cuyos ingresos también se destinaron a la Fundación.
Amy Winehouse escribe allí cosas como esta: «Estoy contenta de ser diferente. No es como si quisiera ser como todos los demás. Me encanta tener mi propio estilo individual”.
Y también: «Puedo ser un poco excéntrica y ruidosa, rara incluso, pero eso es porque no mucha gente realmente me conoce. Mucha gente no quiere conocerme”.
Y esto: “Odio mi temperamento. A veces me carcome tanto que me pongo físicamente violenta con los que amo”.
Las anécdotas comienzan desde el mismo nacimiento de Amy. “Amy llegó al mundo el 14 de septiembre de 1983. Llegó cuatro días tarde y siempre bromeábamos diciendo que Amy llegaba tarde a todo, incluso a su propio nacimiento. Desde el momento en que la trajimos a casa del hospital, Amy fue un verdadero personaje. Podía ser adorable y encantadora, pero si no estaba contenta todo el mundo lo sabía. ‘Amy, silencio’ era probablemente la frase más oída en nuestra casa. Tanto si estaba contenta como triste, a Amy le encantaba ser el centro de atención”.
No pasó mucho tiempo para que la cantautora comenzara a llenar de garabatos decenas de cuadernos con ideas abstractas de lo que más temprano que tarde serían los esbozos de un artista en desarrollo. Según Mitch y Janis, Amy se la pasaba llenando estos cuadernos hasta altas horas de la madrugada, y en los años siguientes, llevaría sus cuadernos a todas partes con la intención de plasmar el mundo a través de sus ojos.
Según contaron, Amy tenía un carácter dual: de correr, bailar y gritar pasaba a ser una niña muy ensimismada; eran estos momentos los que aprovechaba para escribir en sus cuadernos. Este proceso creativo era sumamente íntimo, por lo que era un misterio para Mitch y Janis lo que se escribía allí.
Enfrentar los pensamientos de su hija fue una tarea desgarradora para los padres, quienes enfrentaron la carga emocional y el temor a encontrar angustia en sus palabras. A pesar de la adicción y los momentos oscuros que Amy atravesó, su inclinación por componer y plasmar sus ideas en la música, es una prueba de cuan intenso era su proceso creativo y emocional.
Las notas de Amy no se limitaban a sus pensamientos más profundos; también hacía un largo vistazo a las personas que veía en la calle, en las revistas y en la televisión. Pegaba recortes de estas personas que le llamaban la atención y hacía comentarios acerca de su apariencia. En este proceso, muchas de sus observaciones terminaban plasmadas en su música.
Mitch recuerda muchas discusiones con su hija, donde entre gritos, ella lo interrumpía, iba por su cuaderno y escribía. De hecho, esa fue la forma en que nació una delas canciones más importantes de Amy: Rehab. “Rehab fue escrita tras una conversación con Mitch, probablemente garabateada en un cuaderno. Había llegado a su casa con sus entonces managers, que estaban preocupados por su forma de beber y querían llevarla a un tratamiento profesional. No quiero ir, papá. No tengo 90 días”, le dijo a Mitch. Varios años después, esa conversación se filtró a través de la lente creativa de Amy, se troceó y se reorganizó para convertirse en un éxito número uno”, asegura su madre Janis.
In Her Words también plasma la forma en que Amy, ya como una artista consagrada, trabajaba en su música. Cualquier situación diaria era suficiente para convertirla en canción, pero también era muy sencillo para ella despegarse de su propio trabajo. Después del enorme éxito que fue el álbum Back to Black, Amy ya ni siquiera tenía copias del disco en su casa, y comenzó a trabajar en nuevas propuestas.
Tanto en el estudio como en la vida misma, Amy se manejaba de esa forma, y la canción Take the box de su álbum Frank es un ejemplo de ello. «Take The Box» fue la forma en que Amy Winehouse se despidió de su novio Chris. “Antes de escribirla (Take the box) , había roto con su novio Chris y le había pedido a Janis que la llevara a su piso. En su regazo había una pequeña caja con las pertenencias de Chris y los regalos que le había hecho. Janis esperó fuera mientras Amy desaparecía unos minutos para dejarla. ‘Vale, mamá. Vámonos’, anunció mientras volvía a sentarse en el asiento del copiloto. Nunca volvió a mencionar a Chris. Cuando escribió y grabó esa canción, era su forma de decir: ‘He terminado con él. He pasado página’.
Lamentablemente, la salud física y mental de Amy no le permitió continuar con su carrera. Nunca logró volver a completar un álbum y el escenario se volvió una prisión más que un lugar donde podía ser ella misma. Con dolor, sus padres finalizan este breve vistazo a In Her Words con un pasaje escrito por Amy: “Sobre todo tengo el sueño de ser muy famosa, de trabajar en el escenario. Es una ambición de toda la vida. Quiero que la gente escuche mi voz y olvide sus problemas durante cinco minutos… Quiero que me recuerden por ser… simplemente yo”.
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