Murió Linda Kasabian, integrante de la familia Mason: cuál fue su rol en los asesinatos del clan
Kasabian fue parte del clan, pero testificó contra los integrantes de La Familia en el juicio que llevó a Mason a prisión perpetua.
La noche del 8 al 9 de agosto de 1969 quedó grabada en la historia del Hollywood por una serie de crímenes ideados por Charles Manson y su secta, La Familia. Los hechos ocurrieron en una mansión de Beverly Hills ubicada en el 10050 de Cielo Drive donde asesinaron a sangre fría a la actriz Sharon Tate, esposa del director de cine Roman Polanski, y a otras seis víctimas-. Tate estaba embarazada de ocho meses y medio. Fue una noche macabra, inolvidable y que cada tanto vuelve a retratarse en series, películas, y documentales. Fue la noche del quiebre para una comunidad, la de Hollywood- que vivía o creía vivir en un mundo de ensueño.
Hoy se supo que Linda Kasabian, integrante de la secta dirigida por Manson, murió a los 73 años de edad. Aquella noche horrorosa, Kasabian actuó como «campana» cuando la llamada «familia Manson» asesinaba a Tate y compañía. Ella esperaba en el auto, para dar aviso si algo ocurría. Pero luego, durante el juicio de los miembros de la secta, Kasabian fue testigo de la fiscalía y alcanzó un acuerdo de inmunidad. Manson y cuatro de sus seguidores fueron encarcelados después del proceso. Ella, en cambio, cambió su apellido por Chiochios para proteger su identidad. El sitio de noticias TMZ reveló que Kasabian murió el 21 de enero en un hospital de Tacoma, estado de Washington, a los 73 años de edad, citando su certificado de defunción. Recién hoy se conoció la noticia.
La realidad que nos muestra la ficción
En una crónica maravillosa, la gran periodista norteamericana Joan Didion cuenta no sólo aquella época, sino la vez que tras entrevistarla, Kasabian le pidió que le compre un vestido para subir al estrado y testificar contra Mason y la Familia. «Una talla nueve pequeña –me había dicho–. Mini pero no extramademente mini. A ser posible de terciopelo. De color dorado o verde esmeralda. O bien: un vestido estilo campesino mexicana, con falda amplia y bordados». Estas fueron las indicaciones que Joan Didion recibió de Linda Kasabian, la testigo clave. La segunda opción fue la ganadora. La cronista fue la encargada de comprar el vestido con el que Kasabian subió al estrado como testigo clave en el juicio por los asesinatos de Sharon Tate Polanski, Abigail Folger, Jay Sebring, Voytek Frykosky, Steven Parent y Rosemary y Leno LaBianca.
Didion lo cuenta en el libro «Los que sueñan el sueño Dorado», donde dice, además, que ese hecho, el asesinato de Cielo Drive, marcó el fin de una época: «Mucha gente que conozco en Los Ángeles cree que los sesenta s eterminaron de golpe el 9 de agosto de 1969, en el momento exacto en que la noticia de los asesinatos de Cielo Drive se propagó como un incendio por toda la comunidad. Aquel día estalló por fin la tensión. La paranoia se cumplió», escribió. Didion relata allí las tardes del verano de 1970 que pasó visitando a Kasabian en la cárcel para mujeres de Sybil Brand de Los Ángeles. La chica de New Hampshire que soñaba con abrir «una especie de boutique que mezclase un restaurante y una tienda de mascotas», la atractiva joven con dos colitas de melena lacia, fue la renegada de la familia Manson. La que consiguió inmunidad pese haber estado presente en la matanza de Cielo Drive y los crímenes de LaBianca (conducía en una de las ocasiones y en otra los esperó en el coche).
El día en que terminó el hippismo
La vida de Kasabian, que confesaría en el juicio haber mantenido relaciones sexuales con Manson y que se aferró a él porque «había sido el único que me dijo que tenía asuntos pendientes con mi padre» (en su caso fue una relación problemática con su padrastro), fue llevada a serie en «Manson’s Lost Girls»,que narra el universo de mujeres que vivieron en el rancho de La Familia. Jóvenes madres y postadolescentes que se dejaron fascinar por su líder, por las drogas, por el supuesto sexo libre que propugnaba y por la promesa de una idílica vida en comunión que se tornó en pesadilla con falsos tintes satánicos.
Esa parte de la historia de Hollywood, aunque con un final feliz, es la que llevó Quentin Tarantino a una de sus grande spelículas «Erase una vez en Hollywood», con Brad Pitt, Leonardo Di Caprio y Margot Robbie en los papeles principales. Los crímenes de Mason también quedaron retratados en la inconclusa serie (lamentablemente inconclusa) Mindhunter», y Manson: Retrato de un asesino, entre otros.
El terstimonio de Kasabian en el juicio
Durante 18 días de testimonio, Kasabian describió en detalle gráfico cómo se produjeron los asesinatos de 1969 bajo la dirección de Manson.
Kasabian testificó que Charles «Tex» Watson la llevó a ella, Patricia Krenwinkel y Susan Atkins a la casa del cineasta Roman Polanski en Benedict Canyon. Ella testificó que Tex, Krenwinkel y Atkins mataron a tiros y apuñalaron a 5 víctimas, incluida la esposa embarazada de Polanski, Sharon Tate. Kasabian testificó que fue testigo del derramamiento de sangre, pero nunca lastimó físicamente a nadie.
Polanski estaba trabajando en una película en Europa en el momento en que su esposa y su hijo por nacer fueron asesinados.
Además, Kasabian testificó que ella era la conductora en la segunda noche de los asesinatos de Manson, en los que Leno y Rosemary LaBianca fueron masacrados dentro de su casa en Los Ángeles. Al final, el testimonio crucial de Kasabian selló el destino de Manson y sus cómplices, quienes fueron condenados por los asesinatos y condenados a cadena perpetua.
Manson murió en prisión a los 83 años después de sufrir un paro cardíaco debido a complicaciones de cáncer de colon en 2017.
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