MH370, el vuelo que desapareció y se transformó en historia
Netflix presentó una miniserie documental de tres episodios sobre el mayor misterio en la historia de la aviación moderna. Recomendado.
Sábado 8 de marzo de 2014. Es un día normal en el Aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur, con miles de pasajeros circulando hacia distintos destinos o arribando de sus viajes. Nada hace pensar que será una jornada distinta, una fecha histórica.
El vuelo 370 de Malaysia Airlines, designado como MH370, despega alrededor de las 00:41 locales con 227 pasajeros y 12 tripulantes, según el manifiesto oficial. Zaharie Ahmad Shah, de 53 años y con más de 18.000 horas de vuelo acumulada, fue el piloto al mando de aquel viaje, acompañado por Fariq Abdul Hamid, de 27 años.
Tan solo 41 minutos después del despegue, a la 1:22 y con la aeronave a punto de ingresar al espacio aéreo de Vietnam, el control de tráfico aéreo de Malasia perdió contacto con el avión. Desde Malasya Airlines afirmarían luego que el último contacto fue a las 2:40, a unos 220 kilómetros de Kota Kinabalu, en el mar de China Meridional. A partir de ese momento, todo fue desesperación.
Programado para aterrizar a las 6:30 en Pekín, el vuelo MH370 no llegó nunca. Y bajo esta premisa, la miniserie “MH370: El avión que desapareció” estrenó en Netflix días atrás y fue muy bien recibido por el público y la crítica.
Con tres episodios de una hora y media de duración, el documental dirigido por Louise Malkinson nos lleva a la raíz del misterio más grande de la aviación moderna, y lo hace a través de la voz de muchos protagonistas. Familiares de los pasajeros y tripulantes, responsables de la aerolínea, periodistas de distintos países y muchas fuentes más conforman un relato quirúrgico, repleto de información y cargado de emotividad.
Como si de un puñal en el pecho se tratara, sentiremos la angustia de los involucrados en carne propia, a medida que reconstruimos los sucesos que fueron ocurriendo desde aquel 8 de marzo.
Ahora sí, es pertinente dar un spoiler alert antes de seguir con la recapitulación. Es que, a medida que avanzamos en la trama, iremos descubriendo que aquel misterio presentado en 2014 tuvo avances, pero la conclusión sigue siendo la misma: no se sabe lo que ocurrió. El entonces primer ministro de Malasia, Najib Razak, aseguró dos semanas después del incidente que el avión cayó en el Oceano Índico, al oeste del puerto australiano de Perth; pero la realidad es que recién en 2015 y 2016 se encontraron algunos restos del MH370 y fue en la costa de Mozambique, una ubicación distinta.
La búsqueda fue suspendida el 17 de enero de 2017, aunque con posibilidad de reapertura en caso de nuevos indicios. Se presume que las 239 personas a bordo fallecieron, pero tampoco hay información certera. Y toda esta incertidumbre se ve reflejada a lo largo de los 270 minutos de la miniserie.
Por ejemplo, con los indicios que demuestran que hubo un accionar intencional a la hora de cortar la comunicación al exterior, lo que podría apoyar distintas hipótesis (desde terrorismo hasta suicidio) que se van desarrollando durante la producción.
Todas las teorías posibles fueron cubiertas por los documentaristas, que se apoyan fuertemente en grupos de periodistas e investigadores que en aquel momento armaron grupos de trabajo independientes. El material de archivo también es clave para sostener el relato, acompañado de los valiosos testimonios de quienes tuvieron que sufrir el episodio en carne propia.
¿Descubrimos algo nuevo con este documental? No, no hay información que no haya trascendido en estos 9 años desde el incidente. Pero, para quien no estaba empapado en el tema, la miniserie adquiere un fuerte valor documental y presenta el caso con un orden perfecto.
Es un relato desgarrador, pero sincero. Mantiene el misterio porque el misterio aún está, es palpable. No hace falta agregarle nada a la historia: la historia aún está ocurriendo.
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