Fito Páez: qué contará «El amor después del amor», la serie de Netflix sobre su vida

Si la música de Fito Paéz puede ser la banda sonora de toda una generación, su vida parece tomar por estos días, por estos meses o estos años, la forma de recitales, de libro, de una serie. Fito Páez como materia narrable canta por los treinta años de “El amor después del amor”, cuenta su vida en “Infancia y juventud”, una autobiografía publicada el año pasado y escrita durante los días de encierro y tedio de la pandemia, y ahora también tendrá una serie, en Netflix, que se estrena el 26 de abril bajo el título, ya algo remanido, de “El amor después del amor”.

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Fito Páez celebra en vivo los 30 años de «El amor después del amor» por Star+

Producida por el propio Páez, la serie biográfica recorrerá 30 años de la historia personal y de la carrera profesional de Fito, encarnado en la ficción por Gaspar Offenhenden e Iván Hochman, en su infancia y adultez respectivamente.
La tira, que también tiene la producción de Juan Pablo Kolodziej y Mariano Chihade, de Mandarina Televisión, incluirá las apariciones de Charly García, interpretado por Andy Chango; Luis Alberto Spinetta, a cargo de Julián Kartun; y Juan Carlos Baglietto, que será interpretado por su hijo Joaquín.

La vida de Fito -se sabe- tiene música y tragedia, amores y una velocidad alucinada.
La carrera de velocidad comenzó en los ochenta y abarcó, hasta ahora, tres libros, tres películas, veintitrés álbumes de estudio y cuatro en vivo y 13 de recopilaciones.

La tragedia, en cambio, comenzó mucho antes. Fito Páez nació el 13 de marzo de 1963, en Rosario. Tras el parto, a su mamá, Margarita Zulema Ávalos, no le quitaron bien la placenta y la mujer murió apenas ocho meses después. A Fito lo criaron su papá, Rodolfo, su abuela Belia, y su tía Josefa, a la que le decían Pepa.

La tragedia no se apaciguó . Siguió agazapada, como un monstruo, esperando. En el medio hubo esa carrera musical que agradece gran parte de la Argentina. Hubo un disco, en 1986, grabado con su admirado Luis Alberto Spinetta, “La La La”. Y justo entonces, apenas un mes después de que saliera ese material, y mientras él estaba en Río de Janeiro, su abuela, ya de 76 años, su tía abuela Josefa, de 80, y la empleada de ambas, Fermina Godoy, de 33 y embarazada de seis meses, fueron asesinadas en Rosario.

En el libro él cuenta esos días complejos, en los que debió esperar en Río de Janeiro que avanzara la investigación ante la advertencia de que los investigadores intentaban involucrarlo para encontrar un móvil (porque había un poco de marihuana en un cajón y decían que se trataba de un ajustes de cuentas). Fito llama “Sobrevida” a los días que siguieron a aquel triple femicidio.
De esa “sobrevida” salió “Ciudad de pobres corazones”, que las radios no querían pasar por eso de “en esta puta ciudad, matan a pobres corazones”. Después llegó “Ey”, con temas que hoy son un himno (como “Polaroid de locura ordinaria”), y sin embargo la vida musical de Fito parecía estancada para sus críticos y la discográfica.

Pero todavía un poco después vendría Punta del Este, una casa en José Ignacio, cuando todavía era un pequeño pueblo de pescadores y no el destino privilegiado que es hoy, y ese verano en el que conoció a Ceclia Roth, y en el que compuso “El amor después del amor”. “Había una sensación en el aire de estar haciendo algo especialísimo”, recuerda sobre el proceso de composición de los temas del álbum con el que hizo los míticos once Gran Rex .

De eso se cumplieron el año pasado treinta años. Eso fue lo que celebró y aún celebra Fito, rememorando los buenos viejos tiempos de su vida y la de los que lo tuvieron como cortina musical de su adolescencia o juventud. De eso hablará esta serie que comienza en breve, y que será una suerte de repaso de un muy buen momento. De una muy buena música.