Entrevista con Emmanuel Horvilleur: presenta «Aqua di Emma» en Cipolletti
Este sábado, en el Complejo Cultural Cipolletti, presentará algo más que su último gran disco, el muy reciente y delicado “Aqua di Emma”. Porque, como si esto no fuera suficiente, el kuryaki está celebrando veinte años de recorrido solista.
Emmanuel Horvilleur llega a Cipolletti, este sábado, a las 21, en el Complejo Cultural Cipolletti (Fernández Oro 57) para presentar algo más que su último gran disco, el muy reciente y delicado “Aqua di Emma”. Porque, como si esto no fuera suficiente, el kuryaki está celebrando veinte años de recorrido solista, desde la edición, en 2003, de “Música y delirio”, su primer disco inmediatamente posterior a la división de Illya Kuryaki and The Valderramas. Un disco par el que no tenía ningún plan porque simplemente no sabía qué iba a hacer el día después de Illya Kuryaki, como reconoció durante un diálogo con Diario RÍO NEGRO.
“Aqua di Emma”, editado a mediados de agosto pasado, es el resultado de un trabajo compositivo inspirado en los agobiantes y no menos angustiantes días de encierro pandémico. Por supuesto que no suena a eso ni un poquito. De eso se trataba, de hacer canciones que dieran un poco de aire y luz ante tanta incertidumbre existencial. Sus diez canciones perfuman de funk y soul con buen groove la pista de baile a la que el propio Emma (nos) invita a disfrutar: “Yo soy la disco” (nos) dice y por supuesto le creemos.
“A mí me encanta el disco”, dice Emma. “Me encanta lo que terminó quedando teniendo en cuenta que fue un proceso en el cual salieron un montón de canciones y terminé eligiendo estas para que integren el ‘Aqua de Emma 1’ porque posiblemente haya un 2”, revela a modo de anticipo. “Como todos mis discos, este es un disco que vas asimilando despacio. Por suerte, no quemamos las naves, es un disco que por más que salió hace un par de meses como que podría sacarlo de nuevo y la gente lo va a seguir conociendo. Es un disco que va llegando a la gente de manera orgánica”.
“Aqua di Emma” está hecho de canciones actuales y no tanto. Cuando en marzo de 2020 comenzó a trabajar en un nuevo disco, la pandemia y su cuarentena interrumpieron los planes por tiempo indefinido y, si bien fueron días productivos para Emma, apenas se abrieron las puertas, lo primero que hizo fue “Pitada”. Lo nuevo iba a tener que esperar, no mucho.
“Hay canciones que vienen de antes, por ejemplo ‘Espíritu del lugar’, una especie de pequeña suite con tres partes quedo fuera del disco anterior ‘Xavier’”, cuenta Emma.” En marzo de 202o me empecé a juntar a trabajar algunas cosas con Cítrico (Marco Otranto, coproductor del disco) y obviamente eso se vio pausado al toque. Cuando tuvimos la posibilidad de salir un poco lo primero que hicimos fue ‘Pitada’, que nos permitió hacer una relectura en plan acústico de mis canciones y después, cuando tuvimos la autorización de volver al estudio, retomamos, volvimos a las canciones, pero no solo a las que integran este ‘Aqua di Emma 1’, sino a otras también que verán la luz más adelante”.
¿Qué tiene de pandémico el disco? Las ganas de volver a salir, de respirar. La disco, literalmente, porque ya estába(mos) harto(s) de que todo sucediera en el living de casa. Y metafóricamente por exactamente lo mismo: O, en palabras de Emma, “la disco interior”. Por eso, no fue extraño que “Pitada”, una experiencia sonora al aire libre, fuera lo primero. Después, sí: “Aqua di Emma”. “Musicalmente, con una sensibilidad diferente de encierro y a la vez están allí las canciones que me propuse hacer para salir de ese encierro”, cuenta. “Porque ‘Yo soy la disco’ es una canción de autocachetazo, de decirme ‘ok, ya estuvo bien de suetercito de lana, del tecito y la cosa hogareña’ (risas), porque llega un momento en que querés que volver a salir y bailar para sacar todo. La disco interior, ¿no? Romper un poco con esa monotonía que había transformado nuestras vidas en pandemia”.
Emma sostiene que de no haber sido por “Yo soy la disco” y algún otro tema más, “este disco hubiera sido uno cuasi lento, muy chill. En mi tono de compositor es mucho más difícil lograr una canción como ‘Yo soy la disco’ que una balada. Las guitarras acá están en mi casa y me salen cosas en esas direcciones, en ese sentido creo que es un disco soul, R&B, jazz y pop, porque también es pop, hay mucho pop. Es un disco que se destaca por eso, por haber dejado entrar melodías más aterciopeladas y no tan al hueso. Es un disco refinado”.
Horvilleur menciona sus veinte años solistas, luego de más diez compartidos con su colega, amigo y “hermano” Dante Spinetta. ¿Tenía un plan para ese día después de Kuryaki? No, responde Emma. “Todas las preguntas que aparecieron me las respondí metiéndome en el estudio y probando todo lo que probé para llegar a ese disco que fue ‘Música y delirio’. Aquel fue un tiempo de no saber bien qué quería, todo lo contrario, Fue un tiempo de decirme a ver si sirvo para esto. Porque habíamos estado diez años en Kuryaki de una manera bastante simbiótica y mi primer disco solista sirvió como prueba y error de lo que iba a ser mi carrera”.
Es un disco que se destaca por haber dejado entrar melodías más aterciopeladas. Es un disco refinado”.
Emma Horvilleur.
Sobre el modo de componer solo, cuenta Emma: “Kuryaki exigía componer desde otro lado, Emmanuel Horvilleur me permite un abanico grande también de maneras de componer y me fui interesando en la amalgama de una buena letra, una buena música y un buen ritmo, sobre todo plasmar una sensación con eso que estoy diciendo. Canciones podría hacer uno, dos o tres por día, pero no todas llegan a algo. Tengo esa fórmula para hacer una canción, pero siempre me interesa que me sorprenda, que dé algo diferente a todas las demás”.
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