Cómo impacta la ley ómnibus a la cultura de la Patagonia
El paquete de leyes de Javier Milei cierra el Instituto Nacional del Teatro, el Fondo Nacional de las artes y deroga la Ley del Libro.
El Proyecto de Ley Ómnibus que envió este miércoles el Poder Ejecutivo al Congreso incluye un fuerte impacto en las políticas públicas destinadas al fomento de la cultura. Propone: una reducción del financiamiento al cine, modifica el sistema de asignación de recursos del Instituto Nacional de la Música, restringe el financiamiento a las Bibliotecas Populares y deroga leyes: la Ley N° 25.542 de precio de uniforme de venta al público de libros, la Ley 24.800 que regula y crea el Instituto Nacional del Teatro; Ley N° 1224 del Fondo Nacional de las Artes y la Ley 14.800 de prohibición de demoliciones de salas teatrales.
Estas medidas, de aprobarse, tendrán un fuerte impacto en la producción cultural del país. Mariana Sirote es la primera artista, que, en noviembre de este año, recibió el premio Trayectoria 2023 otorgado por el Fondo Nacional de las Artes. Para ella, y para artistas de la región, “lo que propone el gobierno es derogar leyes fundamentales para defender la cultura del país”.
Mariana Sirote es profesora de danza contemporánea y fue la creadora de más de 30 obras coreográficas, fundadora del grupo Locas Margarita y de la Escuela Experimental de Danza Contemporánea de Neuquén. Baila, crea coreografías e investiga sobre el cruce de lenguajes artísticos.
Sirote asegura que los artistas de la región están en alerta y movilización. “Es una barbaridad”, explica, “que nos deja sin cultura. Porque la cultura, evidentemente para el gobierno actual no es mensurable a nivel dinero y sin embargo es lo que hace que un país sea rico”.
La cultura construye comunidad, lazos sociales y crea puestos de trabajo. “Es una riqueza que solamente no se traduce quizás en pesos o en dólares, pero un país sin cultura ya sabemos lo que pasa: es todavía menos libre”, reflexionó Sirote. Y advirtió sobre la pérdida de puestos de trabajo: “mucha gente trabaja alrededor de escenografía, vestuaristas, iluminadores, los que limpian las salas de teatro, los que te venden las entradas en la boletería, todo eso se pone en peligro, muchísimas fuentes laborales”.
La pregunta que surge es: ¿Cómo impacta en la sociedad que deje de existir el Instituto Nacional del Teatro o el Fondo Nacional de las Artes, o la prohibición de demoliciones de salas teatrales?
El proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo postula la derogación de la Ley 24.800 aprobada en 1997, que regula la actividad teatral y garantiza «el apoyo del Estado». Esta normativa fomenta la actividad teatral con fondos del área de Cultura, y creó el Instituto Nacional del Teatro, que de aprobarse la Ley Ómnibus desaparece. Según lo postulado en el proyecto de ley «el Poder Ejecutivo Nacional, procederá a la reasignación de los recursos humanos, presupuestarios y materiales con motivo de la derogación prevista en el artículo anterior».
“El teatro independiente muere con esto”, asegura Sirote y explica: “el Instituto Nacional del Teatro cumple ahora 25 años de su creación. Yo lo viví en carne propia, porque mis propias producciones acá en la Patagonia y la de muchos compañeros y compañeras se pudieron hacer gracias a pequeños subsidios que el Instituto Nacional del Teatro nos iba otorgando en concursos, festivales, fiestas provinciales”.
El proyecto de ley también impulsa la derogación de la ley que crea el Fondo Nacional de las Artes (FNA) de 1958. Al igual que con la ley que fomenta la actividad teatral, postula que “el Poder Ejecutivo procederá a la reasignación de los recursos humanos, presupuestarios y materiales con motivo de la derogación prevista en el artículo anterior”.
El Fondo Nacional de las Artes a lo largo de sus 63 años fomentó a través de becas, péstamos o premios a músicos, escritores, fotógrafos, bailarines, etc. y coreógrafos como Mariana Sirote. “Cada vez que el fondo, una vez por año, seleccionaba los artistas que consideraba que merecieron premio a la trayectoria se ponía en juego toda esta importancia que tiene apoyar al arte, reconocerlo, hacerlo visible y que le llegue a toda la gente”.
El Fondo Nacional de las Artes premia trayectorias, genera becas de formación para profesionales jóvenes, entrega becas a la creación, a la investigación en arte, subsidios a obras, entre otras medidas. «¿Quién te va a dar la plata para que vos te perfecciones en tu profesión como bailarín, como como actor, como músico?”, pregunta Sirote, “esto no lo no lo van a hacer las empresas. Al estudiante que recién se inicia en arte no le van a dar la plata para que haga su obra. Y así se pierden obras que van a dejar de circular por toda la Patagonia”.
Entonces la pregunta sigue vigente: ¿Cómo afecta al país, a la cultura, la derogación de estas leyes?
“Yo pienso», reflexiona, “que, en el teatro, la actividad intelectual, la actividad investigativa de la ciencia, todo eso que no se ve, que no rinde económicamente, es lo que hace que un país tenga riqueza del conocimiento, que soluciona problemas estéticos y problemas de salud. Hay todo un mundo creativo que sostiene espiritualmente a un país. Ese valor intangible que está detrás del arte y de la ciencia es el que está en peligro”.
Y para Neuquén particularmente estas leyes fueron importantes. “A partir de la creación de la Ley Nacional de Teatro, se generaron un montón de salas de teatro, aparecieron grupos de teatro independiente con sus obras que recorrieron la provincia, que participaron en festivales y fueron seleccionados para participar en festivales internacionales», cuenta Mariana Sirote. «O sea, que colocó a Neuquén y la Patagonia en un lugar cultural importante dentro del mapa nacional. Fue importantísimo para Neuquén que existan esos organismos y es muy preocupante no lo siga haciendo”.
Asociaciones de teatristas, artistas y libreros mantienen reuniones para trazar estrategias para solicitarle a los diputados y diputadas que no aprueben este proyecto de ley.
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