Epilepsia en perros: cuidados y advertencias
Desde Viedma, el médico veterinario Sebastián Benítez nos explica qué cosas debemos tener en cuenta y cómo actuar y a las mascotas ante esta patología que provoca convulsiones.
La epilepsia es una enfermedad hereditaria que aparece generalmente entre los seis meses y los seis años de edad. Afecta a todas las razas, pero tiene más predisposición de sufrirla, razas como cocker spaniel, beagle y pastor belga.
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Esta enfermedad produce convulsiones que suele durar unos minutos, por eso es recomendable consultar al veterinario de confianza para saber si la convulsión es de origen hereditaria o corresponde a otra patología.
Una vez confirmado que se trata de un paciente epiléptico debemos saber llevar la situación ante un ataque. Acompañar y cuidar que no se golpee o lastime la cabeza, lo primero que se debe tener en cuenta.
La epilepsia no mata, aunque resulta muy aparatosa y angustiosa para los dueños del animal.
“Para transmitirles tranquilidad primero es necesario tranquilizarse uno. Ellos escuchan y hablarles despacito para que se sientan contenidos, abrazarlos”, aconseja Sebastián Benítez, médico veterinario de Viedma, al ser consultado por Río Negro.
Es común que la gente confunda con cuadros de envenenamiento donde muchos complican la situación del animal complicando severamente la situación de la salud del animal, ante un mal diagnóstico.
La epilepsia no tiene cura, sin embargo, con un tratamiento adecuado el animal puede llevar una vida normal y disfrutar en familia.
“La epilepsia es una enfermedad, que con tratamiento de cannabis medicinal ha respondido muy bien en la mayoría de las veces, con excelentes resultados”.
Sebastián Benítez, médico veterinario.
La convulsión dura minutos, pero para las personas se hacen eternos. El buen resultado que da el cannabis ante esta patología: “es una enfermedad, que con tratamiento de cannabis medicinal ha respondido muy bien en la mayoría de las veces, con excelentes resultados”, cuenta Benitez. Muchas personas ante un cuadro de convulsión no saben cómo reaccionar y eso lleva a tomar medidas contradictorias para el paciente. Es importante tener en cuenta que el animal en medio del ataque nos sigue escuchando, por eso es necesario contenerlos, acariciarlos. No hacer ruidos, arrojar agua y tampoco cometer el error de darle agua o el medicamento en plena convulsión, porque la parte deglutoria no está funcionando correctamente, y el agua puede pasar a los pulmones llevando a consecuencias sumamente peligrosas arriesgando la propia vida. Por eso lo más importante es consultar al veterinario de confianza para el verdadero diagnóstico ante una convulsión descartando o no si se trata de esta patología.
“Una vez diagnosticada, es cumplir con el tratamiento adecuado”, concluye Benítez.
Qué no debemos hacer ante una convulsión:
* No tomar medidas drásticas como suelen hacer algunas personas cortando las orejas, métodos que algunos aplican innecesariamente en casos de envenenamientos.
* No arrojar agua bruscamente en el cuerpo o rostro del animal para tratar de reanimarlo.
* No tratar de darle agua ni medicamentos en ese momento, esto puede complicar más la situación ahogándolo y hasta un paro cardíaco en el animal.
* No dejarlos solos. Cuidar que queden en un lugar seguro donde no puedan sufrir golpes en la cabeza y lastimarse. Evitar hacer ruidos.
* La epilepsia no mata, aunque resulta muy aparatosa y angustiosa para los dueños del animal.
Los ataques no tienen efectos secundarios en el perro, a menos que se golpee o se muerda la lengua. Si las convulsiones no se controlan, la vida del perro correrá peligro o puede quedar secuelas como descoordinación, ceguera, giros en círculos o hiperactividad.
A veces aparece movimientos episódicos como contracciones faciales, parpadeo rítmico, sacudidas de la cabeza o contracciones musculares de una extremidad. En otros casos pueden aparecer signos autónomos como salivación excesiva, vómitos y pupilas dilatadas.
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