Entrevista con Pedro Aznar, antes del concierto de este jueves
“Flor y raíz” es el nuevo concierto que el ex Serú Girán ofrecerá desde las 21, en vivo por streaming, en el que abordará un repertorio basado en clásicos del folclore latinoamericano.
En tiempos de encierros y cuarentenas, de pandemias e incertidumbres, Pedro Aznar tiene la fórmula para viajar a pesar de todo: la música. Eso es lo que nos propondrá para este jueves, un viaje por Latinoamérica a través de sus sonidos. Este viaje, que tiene nombre y se llama “Flor y raíz”, es nada menos que el concierto que el virtuoso músico ofrecerá desde las 21, en vivo por streaming desde la plataforma de Tickethoy, donde puede comprarse la entrada a $690.
El show, como su nombre lo sugiere, tendrá un repertorio folclórico latinoamericano que llevará al espectador virtual por los sonidos de Argentina, Chile, Uruguay, Brasil, Perú y México. Acompañada de Alejandro Oliva, en percusión; y Federico Arreysegor, en teclados; además de invitados, Aznar interpretará canciones propias y clásicos del folclore continental.
A lo largo de la entrevista telefónica que el ex Serú Girán mantuvo con Río Negro a propósito del concierto de este jueves, el viaje, como acción, pero también como metáfora, funciona como hilo conductor de su relación con la música folclórica.
“El folclore latinoamericano es una música que fui descubriendo a lo largo del tiempo sobre todo a partir de mis viajes como músico”, revela. “Fueron esos viajes por los distintos países los que me acercaron de primera mano a sus músicas. Por ejemplo, mi acercamiento fuerte a la música afroperuana se dio cuando viajé a producir un disco de Eva Ayllón, en 2002. Esa fue una inmersión profunda en todo ese lenguaje maravilloso que es la música afroperuana”.
En el caso del folclore argentino, también fueron los viajes, los que lo acercaron a los sonidos del país. “En este caso los viajes me hicieron profundizar mi relación con estas músicas y también el hecho de conocer a los músicos locales y de interactuar con ellos”, comenta Aznar. “Que músicos de cada región me regalen discos o libros fue una educación que tuve a través de esos viajes”, resume.
El espectáculo de esta noche será el quinto que el músico ofrecerá en formato digital, donde cada uno estuvo conformado por distintos repertorios temáticos. En cuanto a este repertorio, Aznar cuenta: “Es lo que le venía pidiendo la gente desde hacía muchísimo tiempo, hacer un espectáculo íntegramente folclórico y se me ocurrió que podía ser una linda cosa proponer un viaje musical no sólo por nuestro país, sino por Latinoamérica”
Sobre cómo se las ingenió para dar forma a un repertorio tan vasto, Pedro apela a una metáfora: “De alguna manera, armar un repertorio es como escribir un libro. En este viaje emocional que voy a proponer cada canción funciona como un capítulo de ese libro. Esa es un poco la intención, hacerlo de manera poética”. Y en esta especie de audiolibro, tal como adelantó en la entrevista, habrá de todo, milongas, cuecas, sambas, bagualas, propias y ajenas.
Pedro Aznar, junto a Horacio Lavandera, versiona «Desarma y sangra» en cuarentena
En su historia musical de más de 40 años, donde entran 18 discos solistas, una decena de discos en vivo, además de su trabajo con Alas y Serú Girán y de incontables colaboraciones, Pedro Aznar nunca había grabado un disco de tango hasta este año cuando editó “Utopía”, junto a Ramiro Gallo.
A pesar de serle más familiar, tampoco tiene un disco dedicado al folclore, pero pronto lo tendrá porque “Flor y raíz” se convertirá en disco, tal como el propio músico le comentó a Río Negro. Quizás “Parte de volar”, su séptimo álbum de estudio editado en 2002, sea lo más cercano a un disco folclórico con composiciones como “El árbol que tu olvidaste”, de Atahualpa Yupanqui, o “Zamba de Juan Panadero”, de Cuchi Leguizamón.
Son estos sonidos los que parecen identificar más a Pedro. “Me gustan muchos estilos del folclore argentino”, reconoce, pero gustan particularmente le gustan el canto andino, las bagualas, vidalas y tonadas. “Las zambas que tiene un algo de baguala al estilo de Cuchi Leguizamón. Me gusta la chacarera, me gusta mucho la música del litoral, algo que de algún modo heredé de mi madre, quien era fanática. Y debo decir que me gusta mucho la milonga, que tiene un aire tan vasto como la pampa”.
Su relación con el folclore casi desde la cuna -”uno está inmerso en ella desde que nace, es la música de tu propia cultura”, dirá-. tuvo su correlato en una búsqueda personal y a través del trabajo de músicos de rock como Arco Iris que empezaban a adentrarse en la fusión del rock con la música de raíz local. “Eso me generó un impacto fuerte”, dirá también. “Y después ya, a mis 17 años, como parte del grupo Alas, donde se fusionaba el rock, el jazz y el folclore”. Y fue desde Alas que Aznar fue reclutado por Charly García para ser el bajista de Serú Girán.
Uno de los últimos trabajos de Aznar fue la composición de la música incidental de la película chilena “Tengo miedo torero”, dirigida por Rodrigo Sepúlveda y basada en la novela homónima de Pedro Lemebel. Sobre ese trabajo, cuenta Pedro: “Se contactó conmigo su director a quien no conocía, me presentó el proyecto que me pareció hermoso. Está basado en el libro de Pedro Lemebel, que él mismo adaptó en un trabajo muy bueno realmente. El guion le hace justicia a la novela, algo que no suele suceder cuando se adapta la literatura al cine. Me gustó mucho como se contó la historia. La canción central que es la que cierra la película la escribí junto con Manuel García. El resto de la música incidental la hice yo”.
Por último, Aznar comentó cómo vivió este tiempo de cuarentena, al que consideró como una especie de “retiro creativo”. “Estuve muy activo componiendo; de hecho, compuse más de 30 músicas, algunas de ellas con colegas”.
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