Enero le da a Bariloche esperanzas de un verano de recuperación
Para fin de año llegó una cantidad de visitantes que no se veía desde hacía meses. De todos modos esperan que en las semanas próximas haya aun más turistas.
Bariloche espera esta primera semana del año un promedio del 35% de ocupación y un incremento hasta el 50% en las siguientes, cuando es habitual que se concentre el pico del turismo.
En la tarde del primer día del año, Camila Correa e Ivan Teggi, turistas de Neuquén, observaban el lago Moreno desde una carpa de playa mientras otras familias y amigos iban copando otros espacios. La temperatura alcanza los 27 grados.
“Optamos por lugares al aire libre. Nos cuidamos mucho porque yo soy médica. De hecho, ayer en el Centro Cívico vimos que mucha gente no usaba barbijo y no respetaba tanto el distanciamiento social. En el hotel, en cambio, todo es muy prolijo”, resumió la mujer.
A unos pocos metros, Clara Mateo, una dominicana residente en Neuquén, también tomaba sol con su pareja, Guillermo Oviedo. Decidieron pasar las fiestas de fin de año en la región cordillerana y el domingo ya regresan a casa.
“No conocía Bariloche y él había prometido traerme. Estas playas son bellas. Me siento como en mi tierra”, reconoció Clara y agregó: “Paramos en un hotel céntrico donde se cumple perfectamente el protocolo. Nos cuidamos mucho durante toda la pandemia. Y acá, no salimos sin el alcohol en gel”.
Las fiestas de fin de año ratificaron los números que aguardaba el sector turístico de Bariloche y para la primera quincena de enero, se espera un notorio repunte de la actividad en relación a diciembre.
La previsión para esta primera semana de enero es de un 35% de ocupación, según datos aportados por la Asociación Hotelera Gastronómica de Bariloche. Un incremento cercano al 50% se espera a partir de la segunda y tercera semana en las que, según explican, “es habitual que concentre el pico”, con una baja nuevamente en febrero del 30%.
Sin embargo, explican que el movimiento es dinámico por la incertidumbre de la gente. Por eso, los números se evalúan día a día.
“A partir del 27 de diciembre, ya notamos un movimiento más intenso. Durante el 30 y 31 también hubo muchos arribos a la ciudad. Viene levantando muy despacio y enero viene muy bien”, sintetizó Ezequiel Barberis, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Bariloche.
Respecto a la finalización del programa nacional Previaje, que permitía la devolución del 50% del valor del gasto en la contratación de un viaje, el secretario del Emprotur, Martín Lago, admitió: “Notamos que tanto el jueves como el miércoles 30, hubo un pico de consumo de compras. La gente venía postergando la decisión esperando un escenario más claro. Pero para no perder la bonificación, aceptaron”.
De todos modos, aclaró que “la mayoría de las compras son para fechas lejanas, como junio, julio y agosto. La gente está muy cautelosa”.
Cambios en los hábitos de viaje
La pandemia generó un cambio en los hábitos de viaje. La preferencia por las cabañas y bungalows -que permite mantener “la burbuja”, evitando compartir espacios comunes– en detrimento de los hoteles, aseguran, que se mantiene.
“Al hablar de una ocupación del 35%, el grueso se concentra en cabañas, departamentos y casas. Está muy direccionado”, planteó Lago y agregó que “los hoteles del radio céntrico de dos, tres o cuatro estrellas no llegan al 20% en toda la temporada; mientras que la ocupación en cabañas es más pareja”.
El hotelero recalcó que aún hoy, no todos los establecimientos están abiertos. “Hay mucho hotel y cabaña cerrados. Los propietarios también están preocupados: hay familias involucradas en el negocio que temen contagiarse. Hay muchos matrimonios grandes al frente. Y otros veían una demanda tibia”, señaló.
Al igual que todos los veranos, gran cantidad de turistas viaja en autos particulares. En este contexto de pandemia, el vehículo propio aumenta la sensación de seguridad y permite moverse por diversos circuitos turísticos.
Lago que, también integra la Cámara de Turismo de Bariloche, admitió que “el argentino es bastante rutero. Le gusta recorrer. Pero además, no se consiguen buenas tarifas aéreas. A 20.000 pesos, una familia debe poner 80.000 o 100.000 pesos solo para llegar al destino”.
En los últimos días, también se notó que los turistas comenzaron a realizar excursiones principalmente, lacustres y de aventura, como cabalgatas y rafting. “La gente viene mucho en auto. Por eso, las excursiones de día completo como Tronador y San Martín no tienen tanta demanda”, explicó Barberis.
“De hecho, continuó, abundan las consultas por alquileres de auto. Ahora, para enero ya no quedaron autos chicos ni medianos a precios económicos”.
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