Vaca Muerta cruje por las trabas a las importaciones

La crisis de reservas del Banco Central terminó golpeando con fuerza el desarrollo del no convencional. La formación necesita más equipos para aumentar la producción, pero la falta de insumos y repuestos conduce al sector en el sentido opuesto. Aduana envió un duro mensaje al multar a la empresa que públicamente denunció las trabas.

Las operadoras temen que en lo que resta del año baje el nivel de actividad a raíz de la falta de equipos e insumos. Foto: Matías Subat.

Hay una frase popular que reza “a Dios rogando y con el mazo dando” y que define a la perfección lo que está sucediendo en estos días en Vaca Muerta. Mientras desde el gobierno se depositan las esperanzas de multiplicar las exportaciones de petróleo y gas en la formación y se viralizan los datos de producción y la puesta en marcha del gasoducto Néstor Kirchner, el mismo gobierno frena la llegada de los insumos y herramientas necesarios para la continuidad de su actividad.

La falta autorizaciones del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) no es una novedad, ya hace un año que casi todos los sectores productivos del país la vienen padeciendo.En Vaca Muerta se buscó evitar que el corte al “festival de importaciones” sea un palo en la rueda del crecimiento del shale, y como una de las primeras medidas que lanzó el ministro de Economía, Sergio Massa, al asumir el cargo se instrumentó por la Resolución 16/22 el Corredor Aduanero Vaca Muerta, más conocido como el Canal Verde, para agilizar las importaciones.

Sin embargo, la necesidad de rascar el fondo de la olla para cumplir con los pagos de la deuda soberana llevó al gobierno a también frenar ese canal verde. “Desde hace un mes que el Canal Verde está en rojo”, indicó el ministro de Producción e Industria de Neuquén, Facundo López Raggi, para graficar que desde julio se frenó la mayoría de los pedidos de importaciones para el sector.

La fecha se da justo luego de la construcción el Gasoducto Néstor Kirchner, la obra que más utilizó el Canal Verde, y llevó a que los reclamos se conocieran en estos días pues los stocks de repuestos e insumos que había están llegando al mínimo y poniendo en riesgo la continuidad de las operaciones.


Freno, quejas y multas


De acuerdo a la consultora Eco Go, en los últimos 10 días el ingreso de importaciones al país se redujo un 75%, en un claro intento del gobierno de reunir las divisas necesarias para los pagos comprometidos y hasta tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI) libere el nuevo desembolso acordado.

“Hoy no hay un flujo de repuestos e insumos garantizados, entonces el riesgo que se tiene es que, si algo se rompe y no hay repuestos, directamente hay que parar las operaciones”, contaron fuentes de la industria que solicitaron no ser identificadas de ninguna forma.

Y es que la respuesta del gobierno al reclamo que puso con nombre y apellido la firma DLS Archer fue, con en la frase, con el mazo. La firma de servicios especiales emitió la semana pasada un comunicado indicando que por la falta de autorización de importaciones es muy posible que no puedan poner en funcionamiento un nuevo equipo de perforación que iba a generar 50 puestos de trabajo.

Cuatro días después, desde la Dirección General de Aduanas (DGA), uno de los organismos encargados de aprobar las importaciones, se dio como respuesta un contraataque: se multó a la empresa con 223 millones de pesos, más 3 millones de dólares no tributados, por un trámite de importación irregular que realizaron en 2014, dos gobiernos atrás.

El Canal Verde Aduanero para Vaca Muerta dejó de funcionar hace un mes. Foto: Matías Subat.

Esta ofensiva llevó al sector a sumirse en el silencio y solo responder las consultas en estricto off, desactivando en buena medida los reclamos que había escalado.

Desde la Federación de Cámaras de la Energía de Neuquén (Fecene) se había asegurado que decenas de sus empresas socias enfrentaban las mismas trabas para acceder a importaciones. Y el sindicato fuerte del sector, Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa lanzó una amenaza de paro total si las trabas en la importación derivan en cesantías de trabajadores.

Los reclamos, ahora acallados, tuvieron efecto. Los representantes sindicales y empresarios fueron recibidos por la titular de Energía, Flavia Royon, el secretario de Comercio Exterior Germán Cervantes y el director general de la Aduana, Guillermo Michel.

Si bien las partes acordaron un nuevo encuentro la semana que viene, Michel sorprendió al sector tras indicar en declaraciones televisivas justo después del encuentro que no existen problemas con las importaciones en Vaca Muerta.

“Si realmente existieran todas las complicaciones que dicen que hay de importaciones de industria y para Vaca Muerta, tendríamos a todos los canales de televisión transmitiendo en vivo las fábricas cerradas”, indicó Michel.

Y remarcó que “no conozco una sola fábrica que haya cerrado por falta de insumos, o un solo pozo en Vaca Muerta que haya finalizado la operatoria por esto”.


Las PASO y los contactos


Los problemas que la falta de insumos estaban generando en las empresas de Vaca Muerta no eran desconocidos por Michel. Según revelaron otros actores del sector, en las últimas semanas hubo varios encuentros con el hombre de confianza de Massa para precisamente buscar destrabar importaciones.

En dichas gestiones quedaron en claro dos situaciones: la primera es la premura de las empresas de encontrar una solución antes de las elecciones del próximo fin de semana, las PASO.

Y la otra es que, como diría George Orwell, todas las empresas son iguales, pero hay algunas más parecidas que otras. Y según la llegada de cada firma hay algunas compañías de servicios internacionales que lograron en estos días que sus SIRA sean aprobados.

Mientras los faltantes siguen siendo una preocupación para el poder concedente de Vaca Muerta, es decir la provincia de Neuquén, que reclama ser parte de las negociaciones, el miedo a que el hilo se corte por lo más delgado cala hondo en el gremio, en donde el recuerdo de las cesantías está aún cercano, tanto en la pandemia como antes, justo luego de las PASO del anterior gobierno.


Venden áreas en Vaca Muerta


El jueves se conocieron los datos del nivel de actividad que tuvo Vaca Muerta en julio y que, por una fractura, llegó al récord histórico de 1380 etapas completadas en un mes.

Desde el sector se salió rápidamente a aclarar que si bien se trata del récord histórico, no es una noticia tan buena como les gustaría a las empresas, ya que se trata más bien de una inercia en la actividad que de un indicio de su salud futura.

“Vaca Muerta es como un tren, no se para de un día para el otro, y este récord de fracturas no coincide con el clima que impera”, explicó un analista del sector.

Precisamente, el clima del sector se refleja bastante más en la “evaluación estratégica de activos” que lanzó la gigante norteamericana ExxonMobil y que fue dado a conocer en exclusiva por este medio.

Dicho más en claro, la petrolera más grande de los Estados Unidos y la tercera con más tierras concesionadas sobre Vaca Muerta abrió un proceso para ver si vende parte o todas sus áreas en la formación argentina.

Si bien la firma aclaró que no se irá del país donde además tiene un centro de estudio y tres áreas offshore, la compañía le puso el cartel de “en venta” a estas áreas y definirá lo que hace según las ofertas que reciba.

Los problemas por las trabas a las importaciones no solo se dan en Vaca Muerta, sino que como se mencionó, se extienden a todos los sectores de la economía.

En el segmento de la energía hay preocupaciones en varios puntos, desde el desarrollo de las energías renovables que dependen casi al 100% de piezas importadas, hasta en el desarrollo de obras clave como la reversión del Gasoducto Norte y el programa Duplicar Plus de Oldelval que requieren la importación de chapas para la fabricación de los ductos.

Pero es en Vaca Muerta puntualmente en donde no permitir la llegada de piezas está empezando a pasar factura, pues el ritmo de actividad que podría haberse acelerado no lo ha hecho en los niveles esperados pese por ejemplo al alto precio del petróleo.

Y en esto mucho tiene que ver la falta de equipos de perforación, de las torres que caracterizan Vaca Muerta, y de las piezas necesarias para garantizar sus operaciones ya que, a diferencia del convencional, en Vaca Muerta los pozos declinan muy rápido y si se baja el ritmo de conexión de nuevos pozos la producción cae en pocos meses.

Vaca Muerta está llamada a ser la gallina de los huevos de oro del sector hidrocarburífero y un campo que produce menos que el agro pero lo hace aunque haya sequía.

Sin embargo, en la búsqueda por evitar la salida de dólares se frenaron tantos pedidos de importación, incluso algunos que no requerían dólares oficiales, que la gallina ya está medio desplumada.


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