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Uranio en Vaca Muerta: una minera canadiense realizará una exploración cerca de Añelo

La minera canadiense Blue Sky Uranium adquirió unas 60.000 hectáreas en Neuquén, cerca de Añelo, para explorar la presencia de uranio. La firma ya tiene experiencia en Río Negro, donde tiene su proyecto estrella llamado Amarillo Grande.

La minera canadiense Blue Sky Uranium anunció la adquisición de dos nuevos proyectos por unas 80.000 hectáreas con potencial para obtener uranio que podría ser recuperación en el sitio (ISR, por sus siglas en inglés) en la Cuenca Neuquina. Uno de ellos se ubica al sur de Mendoza y el otro en Neuquén, cerca de Añelo, sobre la formación Vaca Muerta. Se trata de un insumo clave para la energía nuclear.

El acuerdo de adquisición le otorga la opción de participación del 100% en el proyecto Corcovo de unas 20.000 hectáreas en el norte de la Cuenca Neuquina, en Mendoza. La estatal Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) ya había identificado potencial de exploración de uranio en esta área.

En Mendoza se registraron anomalías en la caracterización del uranio detectadas en profundidad en pozos de petróleo y gas. Según la empresa, sus condiciones geológicas son consistentes con las que albergan depósitos de uranio de recuperación en el lugar.

En cuanto al proyecto Chihuidos, ubicado a pocos kilómetros de Añelo, la empresa tendrá el control del 100%, con unas 60.000 hectáreas en el centro de la Cuenca Neuquina. Su potencial fue reconocido por la CNEA en las décadas de 1960 y 1970. Fue explorado por la firma Cameco, en empresa conjunta con Calypso Uranium Corp. a principios de la década de 2000.

«Situado en un alto topográfico rodeado de anomalías radiométricas en el aire y ocurrencias de uranio en la superficie, brinda potencial para un sistema mineralizado de uranio preservado en profundidad«, destacaron desde la firma. Ahora, la empresa va camino a la obtención de permisos para iniciar las tareas de exploración en el campo.

«La compañía está trabajando para identificar y priorizar objetivos potenciales para futuras exploraciones y pruebas de perforación actualizando y verificando la base de datos de ambos proyectos, que incluyen estudios de pozos disponibles públicamente y estudios sísmicos 2D/3D de petróleo y gas históricos», marcaron.

El presidente y director ejecutivo de Blue Sky, Nikolaos Cacos expuso que «dentro de nuestro proyecto emblemático Amarillo Grande (Río Negro) tenemos el depósito Ivana avanzando hacia la etapa de prefactibilidad y múltiples objetivos de exploración establecidos que están listos para los próximos pasos. Por lo tanto, es hora de que busquemos ampliar nuestra cartera de proyectos a más largo plazo«.

«La ISR es el método de producción más utilizado en la minería de uranio a nivel mundial, y los proyectos susceptibles de utilizar estos métodos de recuperación son muy buscados para la producción futura. Tanto Corcovo como Chihuidos nos brindan excelentes perspectivas para identificar recursos de uranio susceptibles de ISR y esperamos repetir el éxito de exploración que hemos tenido en Río Negro», expresó.

La Compañía ahora tiene más de 480.000 hectáreas (unos 4.800 kilómetros cuadrados) con potencial para recursos de uranio en las provincias de Río Negro, Chubut, Neuquén y Mendoza. El Proyecto Amarillo Grande, en Río Negro, es el proyecto de uranio fundamental a escala de distrito de la Compañía, que incluye la estimación de recursos minerales de uranio más grande de Argentina.


Uranio en Vaca Muerta: cómo es el Proyecto Chihuidos


El proyecto Chihuidos está compuesto por seis unidades de propiedad de exploración que suman casi 60.000 hectáreas. Se ubican en la zona central de la Cuenca Neuquina. Cubre un alto topográfico rodeado de anomalías radiométricas en aéreas al norte y al este, relacionadas con otras formaciones de uranio conocidas como Cerro Mesa y Las Cárceles.

El proyecto se ubica 60 kilómetros al oeste de la ciudad de Añelo, corazón de Vaca Muerta. Tanto Cerro Mesa y Las Cárceles al este y norte exponen la presencia de uranio y están relacionadas con sedimentos continentales del periodo Cretácico de la formación Rayoso y la Cuenca Neuquina.

«Dentro de estas unidades, la mineralización de uranio se observa como lentes o cuerpos tabulares alojados en areniscas de relleno de canales y conglomerados finos, intercalados entre sedimentos finos. La mineralización está asociada en ambos grupos con alteración de blanqueo, comúnmente de 6 a 10 metros de espesor, y asociada con materia orgánica o betún», explicaron.

También se detectan en profundidad en muchos de los pozos de petróleo y gas perforados en la zona. «El potencial de exploración de este proyecto está relacionado con demostrar la continuidad en profundidad de la presencia de uranio y las anomalías radiométricas aéreas presentes en la superficie en los bajos topográficos que rodean el proyecto», marcaron desde la empresa.

Se espera que «se encuentren como sistemas de uranio preservados en profundidad, dentro de areniscas permeables de suave inmersión y limitados por arcillas o limolitas impermeables, proporcionando también las condiciones básicas requeridas para las técnicas de minería ISR», señalaron.


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