Una pyme local experta en mejorar el manejo defensivo
En Cinco Saltos se encuentra la única pista de la zona con aval de la Agencia de Seguridad Vial. Es la elegida por las empresas de la industria para capacitar a su personal en este aspecto clave.
Sobre la vera de la Ruta 151, dentro del ejido urbano de Cinco Saltos, hay una pista de capacitación 4×4 y 4×2 única en la zona. Es el lugar elegido por las principales operadoras y empresas de servicios de la región para formar a sus operarios en el manejo defensivo, un requisito clave en la seguridad de las compañías del sector hidrocarburífero.
Si bien está orientado principalmente al sector petrolero, el curso teórico-práctico es abierto a todo el público. Es normal ver los fines de semanas a particulares que buscan perfeccionar su conocimiento en el manejo que pasa por todas las dificultades y eventualidades que se pueden presentar en un camino.
Incluso se usa para presentar y probar vehículos nuevos. Sin ir más lejos, hace algunos días la nueva Nissan transitó por los complejos obstáculos que hay en la pista.
Allí funciona Viento Blanco, una empresa de capitales neuquinos que desde 2012 se enfocó en el rubro de la seguridad vial. Es el único circuito que tiene el aval de la Agencia de Seguridad Vial de Nación en la región.
Hasta el año pasado tenían la pista en Neuquén, pero el coletazo de la pandemia por el covid, los obligó a trasladarse a Río Negro donde tiene el centro de captación. Las clases teóricas se dictan en el Parque Industrial en Neuquén por la mañana, y por la tarde se prueba el circuito en Cinco Saltos.
Alfredo Baduan, socio fundador de la pyme neuquina, asegura que la experiencia es única y que “uno no es el mismo” después de atravesar toda la pista de capacitación. “El intercambio es mutuo y el aprendizaje también, pero uno no es el mismo después de realizar el curso porque deja una gran enseñanza”, contó.
Agregó que lo que permite visualizar la experiencia es la destreza y habilidad en el manejo y sobre todo la experiencia. ”Acá no hay que atravesar una serie de obstáculos, no importa la velocidad, lo importante es la destreza y habilidad”, explicó.
El circuito cuenta con trabajos sobre distancia de frenado en distintas superficies con diferentes adherencias; desde asfalto y arena hasta barro. “Hay una zona que tiene dos obstáculos, dos troncos cruzados que hay que atravesar realizando varias maniobras. A medida que avanza crece la dificultad, también hay varias trampas que tiene el circuito y que el practicante debe resolver”, contó Baduan.
Entre los tramos con mayor complejidad se encuentra una pendiente en ascenso de varios metros donde el conductor debe frenar cerca de la cima y realizar complejas maniobras de retroceso.
Viento Blanco ganó varias licitaciones en los últimos años con operadoras del sector petrolero, trabajó con YPF entre otras firmas, pero también con varios municipios de la región como Centenario y San Patricio del Chañar.
Baduan también dio algunos detalles sobre la elección del nombre de la empresa: Viento Blanco. Es una insignia conceptual. “Se trata de un viento patagónico y nosotros tratamos de emularlo. En primer lugar, por ser un viento bajo y nosotros tenemos esa política de ser de perfil bajo. No avisa cuando llega y a nosotros nos pasa que nos conocen más afuera que adentro de la provincia. Se caracteriza por envolverte, una vez que llega te envolvió y algo cambia en vos, es lo que tratamos de hacer con la experiencia del curso”, detalló sobre la decisión de usar ese nombre tan vinculado a la zona cordillerana.
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