Tarifas: hogares de bajos ingresos destinan más del 10% de su salario para pagar el gas y la luz

 Los usuarios de bajos ingresos llegan a pasar el umbral de la Pobreza Energética.

Las tarifas de electricidad y gas aumentaron en junio y hoy llegan a representar el 13% de los ingresos de un hogar de menores ingresos (N2), si se tiene en cuenta el ingreso mínimo. Los hogares N2 pasan el umbral del 10% de gastos en energía, lo que los posiciona dentro de la línea de la Pobreza Energética.

El dato se desprende del último informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios en el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), que depende de la UBA y el Conicet.

Las tarifas de energía (gas y electricidad), tienen distinta incidencia en los ingresos según el esquema de subsidios vigente. La Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) estimado en julio indica que el peso de los servicios energéticos de un usuario N1 (mayores ingresos), N2 y N3 (ingresos medios) representan el 6,1%, 4,2% y 3,4% del indicador respectivamente.

Pero si se toma el ingreso mínimo de cada segmento, la factura promedio de los servicios públicos de luz y gas tiene un peso de 1,8% para los N1, de 13% para los N2 y de 4,5% para los N3. Es decir, los N2 pasan la regla del 10%, establecida como uno de los parámetros para que un hogar sea considerado dentro del rango de Pobreza Energética. El valor se toma desde las tarifas en el Gran Buenos Aires.

El aumento en el gasto en las tarifas en lo que va del año responde a distintos factores. Uno tiene que ver con los consumos más elevados por el pico estacional de invierno; también, por las subas en el precio de la energía eléctrica y el gas natural a partir del 1 de junio; y la modificación de los topes de consumo subsidiado en energía eléctrica y gas natural vigentes a partir del 1 de junio.

A principios de junio entraron en vigencia las Resoluciones 90/24 y 92/24 de la Secretaría de Energía que establecen nuevos bloques de consumo subsidiado, las bonificaciones y los precios estacionales de la energía eléctrica.

En promedio, los aumentos a nivel país fueron de 333% para los usuarios N3 de ingresos medios, de 297% para los usuarios N2 de ingresos bajos y del 199% para los usuarios N1 de ingresos altos. Esta diferencia se explica, en parte, por los subsidios en el precio de la energía para los N2 y N3 y por los tiempos de cada jurisdicción para emitir nuevos cuadros tarifarios y aplicar aumentos en la distribución.

Más allá de estos aumentos, «en julio la cobertura de costos de energía eléctrica y gas natural no alcanza al 100% en ningún segmento de usuarios. En promedio, la cobertura del costo de abastecimiento del gas en julio es del 50% para los usuarios N1 mientras que los usuarios N2 y N3 pagan el 18% y 23% del costo de abastecimiento respectivamente», se lee en el informe.

En el sistema eléctrico, los usuarios pagan el 40% en promedio del costo, mientras el 60% restante lo cubre el Estado nacional a través de subsidios. Por otra parte, la cobertura de costos de abastecimiento del gas natural indica que en promedio el usuario residencial abona el 28% mientras el 72% del costo lo cubre Nación.


Las tarifas de luz de Neuquén y Río Negro, entre las más altas del país: cuánto paga cada usuario


En lo que va del 2024 hubo aumentos en el precio de la energía para todo el país en febrero y junio mientras que cada provincia actualizó, con diferente frecuencia, los cargos por distribución de sus territorios. Por eso, el aumento de las facturas finales a abonar por los usuarios presenta diferencias entre provincias y niveles de ingresos.

La factura eléctrica promedio país para usuarios residenciales por un consumo de 300 kilovatio hora al mes (kWh/mes) en junio es de $51.229 para un hogar N1, $34.158 para un hogar N3 y $27.259 para un hogar de ingresos bajos.

«La factura final promedio de un hogar de altos ingresos es 1,8 y 1,5 veces superior respecto de la factura de un hogar N2 y N3,respectivamente», expresa.

La tarifa de Neuquén para usuarios de más altos ingresos es de 71.581 pesos, unos 20.000 pesos más que el promedio nacional, lo que la posiciona como la segunda más cara del país. Para los usuarios de ingresos bajos, el gasto promedio es de 30.285 pesos, mientras que para los ingresos medios, fue de 40.485. En ambos casos se posiciona en el puesto 10.

En el caso de Río Negro, en N1 la tarifa es de 68.970 pesos, quedando en el puesto 4 entre las más caras del país. Mientras que para los hogares de menores ingresos, el gasto es de 46.591 pesos; y para los N3 es de 54.404 pesos, ubicandose en ambos casos como el segundo puesto, por detrás de Mendoza.

En cuanto a las provincias con facturas más bajas ante igual consumo, están Formosa, La Rioja y Santa Cruz para todos los segmentos de ingresos. Sin embargo, los cuadros tarifarios de estas provincias no fueron actualizados al momento de publicar el informe, el 16 de junio.

Con un precio estacional igual en todas las jurisdicciones, la diferencia de tarifas tiene varias causas. Una es la regulación del Valor Agregado de la Distribución (VAD) que según cada jurisdicción reflejan las características propias de la red, de la región y de la frecuencia de actualizaciones sobre los costos de distribuir la energía. A esto se le suma la existencia de diferentes cargas impositivas.


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