Semana decisiva para el aprovisionamiento del gas del país

En los próximos días deberán definirse el contrato de importación de Bolivia y los primeros cargamentos de gas natural licuado (GNL). También se recibirán las ofertas de 12 buques de gasoil y de los caños para comenzar el gasoducto a Vaca Muerta.

Si en la agenda de la secretaría de Energía de la Nación hay una semana clave, será esta, ya que en los próximos días coincidirán el plazo para cerrar la sexta adenda del contrato de importación de gas de Bolivia, se deberán cerrar las primeras compras de gas natural licuado (GNL) y 12 cargamentos de gasoil y también se conocerán las ofertas de cañerías para iniciar la obra del gasoducto a Vaca Muerta.

La agenda está más que comprimida, y en gran medida marcará el escenario por venir de cara al aprovisionamiento de gas para este invierno.

La adenda del contrato de importación de gas de Bolivia tiene fecha de vencimiento. El próximo jueves 31 vence el plazo ya extendido en dos oportunidades para llegar a un acuerdo.

Originariamente ese plazo finalizó el 31 de diciembre y se extendió un mes sin que se llegue a un acuerdo por lo que se optó por dar dos meses más a las negociaciones en las que Argentina reclama más gas.

La estrategia fue diferir la negociación al inicio del otoño, esperando un disminución estacional del precio del gas a nivel global. Con el diario del lunes está claro que esa espera fue un error, ya que los precios se dispararon con la invasión a Ucrania.

Desde Ieasa, la exEnarsa, se busca que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) mantenga los 14 millones de metros cúbicos por día que envió en el invierno pasado o envíe al menos 13.

A días de vencer el plazo, todo indica que YPFB no pactaría más que 10 millones de metros cúbicos, un 28,5% menos pero además a un mayor precio que el año pasado.

Un día antes de esta fecha fuerte, se dará una más importante aún. La apertura de oferta de 21 cargamentos: 12 de gasoil y 9 de GNL.

También a través de Ieasa se conocerán ese día las propuestas para el gasoil que requiere el sistema eléctrico -que ya importó 18 buques en lo que va del año- y de los primeros 9 cargamentos del gran dolor de cabeza del año, de gas licuado.

Mientras en el caso del gasoil el precio es la variable a esperar, en el caso del GNL no solo hay expectativas por conocer qué valores se conseguirán, sino también si habrá ofertas suficientes, ante el aumento de la demanda a nivel global de este tipo de cargas.

En febrero Ieasa realizó una suerte de ensayo al contratar un único cargamento de GNL que se pactó el 27 dólares por millón de BTU. En ese momento el precio se consideró muy alto, el año pasado el promedio había sido de 8,33 dólares, pero hoy la expectativa está en que ronde los 34 dólares por millón de BTU.

Cerrando la semana tendrá lugar otra fecha clave: se trata de la apertura de las ofertas para el aprovisionamiento de los caños que requiere la obra del nuevo gasoducto que unirá Vaca Muerta con Salliqueló, el gasoducto Presidente Néstor Kirchner.

Nuevamente Ieasa tiene a cargo este proceso que es el único para el que tendrá un plazo de un mes para analizar las ofertas.

Aunque claro está que la provisión de los ductos y la obra en sí corre contrarreloj, ante la necesidad urgente de que el ducto esté en operaciones para el invierno del año que viene si el país no quiere volver a tener una hemorragia de divisas en las importaciones que tan solo en este invierno costarán casi el triple que el presupuesto del nuevo gasoducto.


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