Pese a Vaca Muerta, el gasoil cuesta más caro en Argentina que en Chile y Uruguay

El sentido común llevaría a pensar que si un país tiene un recurso abundante, lo venderá más barato que los países que no lo tengan. Pero esa lógica parece no aplicarse al precio de los combustibles ya que, tras la reciente seguidilla de aumentos de precios, el litro de gasoil se vende más caro en Argentina, que en países sin producción propia de petróleo como son Chile y Uruguay.

La información se desprende del reciente informe del sector de la refinación que elaboró la consultora Economía y Energía que conduce Nicolás Arceo. En el mismo se da cuenta de que, para los precios ofrecidos durante septiembre, el valor por litro de gasoil en el país llegó a 1,23 dólares.

El estudio realiza una ponderación de los precios registrados a lo largo del país, como así también de las variedades de gasoil, es decir de grado 2 y 3, o premium.

Con este precio, el valor en Argentina se encuentra entre los más altos de la región, solo superado por México con un precio de 1,24 dólares por litro. Pero marcando que es más costoso que en Paraguay, Uruguay, Chile y Brasil.

En concreto, en el caso de Brasil, el precio marcado por el informe es de 1,04 dólares por litro, casi un 20% menos que en Argentina. Pero más llamativo es aún el contraste con Chile y Uruguay que son países que dependen de la importación.

En el caso de Chile el precio marcado es de 0,96 dólares por litro, y es uno de los más bajos de la región. Mientras que Uruguay llegó a un valor de 1,18 dólares por litro, tranzando así una brecha del 28 y 4%, respectivamente.

En el último año, el precio del gasoil se incrementó un 255% en el país, llegando a un valor promedio ponderado de 1.244 pesos por litro. Mientras que las naftas subieron en la comparación interanual un 281%.

Pese a que las ventas continúan deprimidas, en buena medida por los aumentos de sus precios, en un 6,9% interanual en el caso de las naftas y un 11,5% para el gasoil, las refinerías continuaron importando productos refinados. En el caso de las naftas, la importación representó el 2,1 de la oferta acumulada entre enero y septiembre, y para el gasoil, se llegó en el mismo plazo al 6,2%.