Paso a paso: el plan de Aconcagua Energía para ser el quinto productor del país en 5 años
La compañía focalizada en el convencional quiere dar el salto y pasar a integrar el podio productoras. Apuntan a adquirir activos de YPF, como de otras operadoras, y a apalancar los resultados en su modelo integrado.
Hace apenas trece años atrás casi el 100% de la producción de hidrocarburos de Argentina era convencional y seguramente ni el más creativo de los directivos del sector atinaría a decir en ese momento que en 2024 el país estaría ante el actual fenómeno de división en dos del sector, entre el convencional y el no convencional. Esta partición es la que Aconcagua Energía busca utilizar como catapulta para pasar a integrar el top 5 de productoras de Argentina.
“En este momento en Argentina hay alrededor de 100 activos convencionales en la mesa. Claramente estamos viviendo un punto de inflexión a nivel país, y a nivel industria, en el cual se abren dos modelos absolutamente distintos de negocio: el convencional y el no convencional”, aseguró el CEO de Aconcagua Energía Servicios, Leonardo Deccechis a Energía On.
La firma tiene una historia corta. Nació hace apenas 7 años fundada por dos exYPF, Diego Trabucco su actual CEO y Javier Basso, su CFO. Hoy ya se trata de una empresa integrada, dado que tiene 13 concesiones hidrocarburíferas en las cuencas Neuquina y Cuyana, posee una central hidroeléctrica, una térmica y dos parques solares en construcción, además de su propio brazo de servicios.
Con esos antecedentes es que Deccechis explicó paso a paso cómo la operadora planea triplicar su producción en tan solo cinco años y pasar del décimo puesto en el podio del país al top 5, incluyendo en ese listado a las grandes firmas de Vaca Muerta, pero en su caso centralizándose en la producción netamente convencional.
“Nuestra estrategia es saltar en los próximos 5 años de ser el décimo productor de petróleo de Argentina, a estar en el top 5 si hablamos del global y pasar del 6 al 3 si hablamos del convencional”, remarcó para graficar este split de la industria hidrocarburífera nacional.
Deccechis sostuvo que “el shale y el convencional son dos mundos diferentes”, y detalló esta diferencia en números. “En Vaca Muerta perforar un pozo de cuesta 12 millones de dólares y va a acumular un millón de barriles de su vida, con un costo de producción de cada barril 3 dólares y que en un arranque te da el 40 ó 50 por ciento de su acumulada”, indicó.
Y agregó en contraposición que “un pozo convencional, dependiendo de la zona, cuesta de 3,5 hasta 6 millones de dólares, te va a acumular 100.000 a 150.000 barriles y su costo de producción optimizado es de 22 ó 23 dólares”.
El plan de Aconcagua Energía de triplicar la producción, que traducido a números implica pasar de 15.000 a 45.000 barriles diarios, comienza con dos pasos clave: adquerir nuevas áreas y reactivar sus viejos pozos.
“El plan de reactivación implica un plan de choque inicial, de puesta en marcha de pozos que están parados básicamente, porque con nuestro modelo integrado de negocios podemos correr el breakeven de los pozos parados que las operadoras que estaban no los podían poner en marcha. Nosotros hoy tenemos un breakeven general de 22 dólares”, indicó Deccechis.
Y señaló que ese primer choque “es atacar el costo unitario del barril en forma controlada y sin producir un efecto negativo”. Algo que la firma ya hizo en las áreas que adquirió de Vista en donde en menos de un año lograron volver aponer en producción nada menos que 140 pozos que estaban inactivos.
El segundo paso del plan está en los workovers, para lo cual es clave también la firma de servicios propia de la petrolera.
Mientras que el tercer paso es la búsqueda de nuevos horizontes en los mismos campos maduros y avanzar en programas de recuperación secundaria y terciaria.“En los últimos tres años hemos perforado cuatro pozos exploratorios, con un éxito del 25% que nos permitió lanzar un plan de perforación en un bloque de Río Negro”, marcó el referente.
Si bien la firma no está cerrada a ninguna opción de áreas a lo largo y ancho del país -y de hecho tienen evaluado el potencia de 300 de las 360 concesiones hidrocarburíferas que hay en todo el país- el CEO de Aconcagua Servicios señaló que “los plays más atractivos para nosotros son los que están cerca de donde ya tenemos nuestras operaciones, por una cuestión de hub logístico”.
Pero Deccechis reiteró que “estamos evaluando absolutamente todos estos planes que están actualmente sobre la mesa y todo play que haga sentido económico para nosotros, seguro que estaremos ahí como jugadores importantes”.
Financiamiento y potenciales socios
Lógicamente para poder concretar el plan la firma necesita fondos, financiamiento, algo que Deccechis explicó que ya están gestionando a partir de varias vías, como son potenciales asociaciones con otras operadoras que no quiso detallar aunque sí reconoció que existen charlas.
En tanto que también están avanzando en financiamiento rentado en el mercado local y el camino de la Obligaciones Negociables que ya transitaron con éxito el año pasado.
Paralelamente a esta búsqueda de financiamiento, desde la firma también se destacó la importancia de iniciativas como la planteada recientemente por el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, para las áreas maduras que YPF puso en venta, que consiste en una reduccción de la alícuota de regalías.
“Es a es una de las grandes palancas del convencional que los gobiernos podrían mirar porque lo que pierden en el precio, en el P, lo ganan en el Q, lo ganan en cantidad”, indicó Deccechis.
Y destacó que “el convencional va a necesitar modelos distintos de gestión y modelos distintos de incentivos para poder producirlo. No estamos en la época dorada, vamos a necesitar una revisión de cómo hacemos, todos sentados en la misma mesa para que sea más eficiente”.
El estabilizador de las cuencas maduras
La preponderancia de Vaca Muerta, que hoy concentra más de la mitad de la producción de gas y petróleo del país, deja por momentos en un segundo plano a la crisis que se va acrecentando en las demás cuencas del país que no tienen recursos no convencionales en desarrollo.
Deccechis, que tiene en su haber más de 25 años de experiencia en la industria, recordó que hace 20 años “Argentina producía 800.000 barriles por día y se invertían 9.000 millones de dólares en todo el país. Hoy producimos 650.000 barriles, pero la mitad está concentrado en Neuquén y se invierten los mismos 9.000 millones de dólares pero prácticamente todo el Neuquén. Entonces el resto de las cuencas están sufriendo este golpe”.
Ante este escenario es que advirtió que “ahí donde aparecemos nosotros como estabilizadores también de la cuestión social, sindical y empresarial y para mantener un producto que al fin y al cabo también las refinerías necesitan porque el petróleo de Vaca Muerta es un muy buen petróleo, pero carece de algunos componentes que el país necesita”.
Un punto no menor por el que el referente planteó que “el petróleo convencional tiene todavía mucho por delante, e inclusive el día de mañana hasta puede llegar a haber algún precio diferencial por esa búsqueda de estos componentes”.
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