Neuquén condiciona la adhesión al RIGI a la regulación de las exportaciones

La provincia que capitaliza a Vaca Muerta supeditó la adhesión al régimen de incentivos a la reglamentación de las reformas introducidas en la Ley Bases. El eje: las nuevas condiciones de exportación para el petróleo.

El país entero se revolucionó con la idea de la incluso llamada inversión más grande de la historia en el sector de la energía, el proyecto de hasta 40.000 millones de dólares para montar una planta exportadora de gas natural licuado (GNL). Pero en todo ese plan está detrás la producción de gas de Vaca Muerta y allí hay un detalle no menor: Neuquén, la provincia que capitaliza al shale, aún no adhirió al régimen de incentivos clave para todo el proyecto y lo condiciona a la reglamentación que haga Nación de las reformas introducidas en la ley de Hidrocarburos.

En julio pasado el Congreso aprobó dos normas fundamentales, por un lado el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) que es nodal para dar condiciones de mayor competitividad al proyecto de GNL, entre otros.

Pero el RIGI se aprobó en el contexto de una reforma integral, la Ley Bases que, entre muchos otros aspectos, modificó sustancialmente a la vieja Ley de Hidrocarburos de Argentina (17.319/67).

Si bien, desde la Reforma de la Constitución Nacional de 1994 los recursos naturales, entre ellos el petróleo y el gas, pasaron a ser de dominio de las provincias, siendo éstas su poder concedente, controlando las concesiones y las inversiones, Nación no delegó todo a las provincias y se guardó bajo la manga el as de la ley madre del sector, la 17.319 que acaba de modificarse.

El punto más fuerte de la reforma fue la eliminación del criterio de abastecimiento, la obligación de satisfacer de forma prioritaria al mercado interno, por el concepto de maximizar la renta producto de la explotación del petróleo y el gas. Y de allí se desprende entonces la liberación de las exportaciones que, sin embargo, a la fecha aún no se han reglamentado.

Este punto es el que Neuquén espera que sea definido para luego adherir al RIGI, una presión en la que Neuquén tiene la sartén por el mango, ya que sin el régimen de incentivos en Neuquén no solo no se podría incentivar el segmento de la producción para tener más gas que licuar, sino que también afectaría a las obras de transporte, pues requieren partir desde áreas neuquinas.

Esta presión desde el corazón de Vaca Muerta fue revelada por el mismo gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, delante de la plana mayor de las petroleras y también de la cartera de Energía de la Nación, en el Shale Day que el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG) organizó nada menos que en Houston, Estados Unidos.

“No nos hemos adherido aún al RIGI porque estamos esperando la reglamentación de la Ley de Hidrocarburos para saber todas las reglas de juego nuevas que se imponen”, planteó el mandatario en ese encuentro.

En diálogo con Energía On, el ministro de Energía y Recursos Naturales de Neuquén, Gustavo Medele, reveló cuáles son los puntos claves que Neuquén espera de esa reglamentación.

El ministro Gustavo Medele explicó cuál es el eje central para Neuquén. (Foto: Cecilia Maletti)

“La extensión de los permisos de exportación de petróleo es lo más importante porque si bien hay otros cambios, la mayoría son bastante claros”, indicó Medele. Y precisó que el secretario de Energía de la Nación, Eduardo Rodríguez “Chirillo dijo que el cambio en los permisos de exportación es fácil, pero no está claro cómo lo van a hacer”.

Medele enfatizó que “la postura de Neuquén es clara, porque extender los plazos de los permisos de exportación da más seguridad a los desarrollos. Si las empresas pueden tomar compromisos a largo plazo da estabilidad porque ese crecimiento queda comprometido, ya no dependés tanto de la volatilidad interna porque esa parte de la producción queda a precios internacionales”.

El ministro de Energía de Neuquén detalló que en un primer momento se planteó la posibilidad de extender los permisos que hoy son de 30 días a 10 años, pero ese plazo no está definido aún por la falta de la reglamentación, al igual que tampoco la letra fina que puede determinar o no algún tipo de excepción o corte de esas exportaciones como sucede actualmente.

El dato

5 años
es el plazo mínimo que desde Neuquén se impulsa que tengan los nuevos permisos de exportación.

“Para nosotros el plazo debería ser el mayor posible, por encima de los cinco años como base porque armar la cadena de un proyecto toma unos 3 ó 4 años, y necesitás otros 3 años al menos para que tenga sentido económico”, planteó.

En esta definición Neuquén reconoce tener voz pero no voto y por eso no es para nada casual que, como en un juego del truco, presione a Nación con la adhesión al RIGI.

Es que como en el refrán que marca que “para muestra basta un botón”, la reciente autorización de exportaciones de gas natural plurianuales dejó un gusto amargo a Neuquén y las empresas, ya que si bien es una ampliación, se dio por un volumen realmente mínimo y de forma solo interrumpible.


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