Los combustibles seguirán congelados si Sergio Massa va al ballotage
Petroleras de Vaca Muerta estiman que un potencial ballotage en las elecciones presidenciales incidiría en la decisión oficial. Desconocen qué mecanismo se aplicaría para “liberar” los precios.
A poco más de un mes para que se termine el congelamiento de los combustibles, que se tradujo en un ajuste del precio del petróleo local, las empresas de Vaca Muerta no descartan que la medida se prolongue después del 31 de octubre. Aseguran que un potencial ballotage con el actual ministro de Economía, Sergio Massa, adentro podría condicionar lo acordado verbalmente.
El candidato a presidente de Unión por la Patria desembarcó ayer en Neuquén en un claro guiño a la industria petrolera y dónde anunció el dólar Vaca Muerta. Empresas del sector analizaron la visita como “lógica” por el potencial de la industria y, a su vez, como parte de lo que “concede”, en el marco del congelamiento.
Diario RÍO NEGRO consultó a diversas fuentes de la industria y de la secretaría de Energía de Nación y sobre la mayoría de los puntos hay versiones encontradas, aunque coinciden en dos ejes: el primero, que hasta el 31 de octubre no se ajustarán los precios. Y, el otro, que si Sergio Massa llega a la segunda vuelta, la extensión de la medida es casi un hecho.
El pasado 17 de octubre el Gobierno convocó a las productoras y refinadoras y les comunicó la decisión oficial de congelar los precios en los surtidores durante 75 días. Al igual que la mayoría de los acuerdos “engorrosos” para el sector en la gestión del equipo de Massa, no tuvieron un marco legal (ver adelante).
Hasta la fecha pactada se respeta, veremos luego del 22 (octubre). Hasta ahora no hay más que diálogo constante con la industria»
Fuentes de la secretaría de Energía.
“Hasta la fecha pactada se respeta, veremos luego del 22 (octubre). Hasta ahora no hay más que diálogo constante con la industria”, le dijo a este medio una fuente cercana a la secretaria de Energía de Nación, Flavia Royon. Consultada por un potencial prolongamiento, agregó: “No se está avanzando aún en ese punto”.
Desde las empresas de Vaca Muerta aseguran que la última vez que tuvieron precisiones sobre el tema fue en agosto. Saben que los precios en los surtidores seguirán congelados hasta el 31 de octubre, pero a medida que avanza la campaña electoral crece la incertidumbre sobre una potencial extensión.
“Lo que se acordó en esa reunión fue que el 31 de octubre se levanta el congelamiento. Ahora si hay ballotage, y en esa instancia está Sergio Massa, lo más probable es que no permitan hacer un ajuste de precios”, analizó una fuente del sector.
Ahora si hay ballotage y en esa instancia está Sergio Massa, lo más probable es que no permitan hacer un ajuste de precios».
Fuentes de la industria.
“La necesidad de contener el crecimiento de la inflación, entre otras cosas, conduce a congelar el máximo tiempo los combustibles, por su impacto en los precios. Y si hay ballotage, es en noviembre, quizás el calendario diga más que el Gobierno”, sumó otra fuente de una firma con activos en la formación.
Incertidumbre sobre el mecanismo poscongelamiento
La fecha en la que se levantaría el congelamiento de precios en los surtidores es uno de los temas que están en la agenda del sector. Independientemente de cuándo se “liberen” de nuevo, la industria tampoco tiene certidumbre de cómo será el mecanismo hacia adelante.
Con el objetivo de dar previsibilidad y controlar los aumentos de precios, desde noviembre del año pasado el Gobierno incluyó a los combustibles en el acuerdo Precios Justos, y lo renovó en abril de este año, hasta que se acordó el congelamiento en agosto. Se impusieron porcentajes techo de aumento de hasta el 4,5% y en la mayoría de los casos se separó las subas con más de un mes entre uno y otro.
Antes de ese esquema, entre febrero y noviembre de 2022, los aumentos eran más “desordenados” en lo que hace a porcentajes y fechas.
Además del día en la que se levantaría el congelamiento, las operadoras desconocen si el Gobierno planea volver a alguno de estos dos esquemas. Lo único concreto es que se anticipan que no se irá a un mecanismo que iguale los precios de exportación.
Para poner en contexto, esto significaría que el precio de la nafta Súper debería rondar entre 1 a 1,10 dólares. Sin saber qué cotización tomar, esto significaría un precio por litro de entre $ 402,6 por litro (dólar oficial) o de $ 827,2 (dólar blue).
“Ir a una paridad de exportación está más que descartado, sabemos que, en el mejor escenario, se volverá a alguno de los esquemas que ya aplicó el Gobierno”, señaló una de las fuentes consultadas por este medio.
En líneas generales, acorde a lo recolectado por las fuentes oficiales y de la industria consultadas por este medio, lo más probable es que sea el calendario electoral lo que determine a fin de cuentas lo que sucederá con el precio en los surtidores.
Acuerdos verbales, la estrategia de Massa para intervenir el sector
Desde que Sergio Massa desembarcó en Economía y armó su equipo en Energía, los acuerdos “engorrosos” con el sector tuvieron un común denominador: o su letra chica nunca se publicó o fueron meramente verbales. Esto quedó reflejado en la intervención de los precios de los combustibles y no solo marca un estilo, sino que anticipa como sería su gestión para la industria, en caso de ser presidente.
Al ser acuerdos de esta naturaleza, que requieren un importante grado de compromiso entre todas las partes, le permite tanto al Estado como al sector privado cierta cintura a la hora de cumplirlos. Pero también deja en una situación incómoda las provincias dueña de los recursos.
Pese a que para las productoras es contraproducente que el Estado intervenga en los precios, el esquema del ministro Sergio Massa les sienta “cómodo”, principalmente por dos factores: el primero tiene que ver con que, para que se respete, es necesario convocar al sector, algo que con un decreto no. El segundo tiene que ver con las señales hacia el capital inversor que es reticente a este tipo de medidas.
En el caso de los aumentos en el precio de los surtidores, algo que se vio en la región, como en Neuquén capital, Roca y Bariloche, es que los incrementos fueron más altos de lo que se había anunciado públicamente por el Gobierno y las empresas, y, en algunos casos, hasta casi el doble.
El congelamiento de 75 días para el precio de los combustibles que se lanzó después de las PASO tampoco fue a través de una resolución o decreto. Si no que fue otro acuerdo «verbal» entre las partes que, como ya se marcó, requiere de compromiso entre Gobierno y productoras.
Para planchar el precio en los surtidores, internamente las productoras acordaron con las refinerías un precio de venta del barril interno más bajo y cayó de unos 61 a 56 dólares. Si bien no todas estuvieron de acuerdo, la decisión fue consensuada con las más grandes.
Las provincias productoras quedaron en una situación incómoda luego del congelamiento porque vieron su recaudación comprometida. El gobernador saliente de Neuquén, Omar Gutiérrez, apuntó contra el gobierno nacional y las productoras y las acusó de tomar definiciones sin incluir a las “dueñas de los recursos naturales”.
Por eso le reclamó al Gobierno una compensación de 5.500 millones de pesos, algo que probablemente quede en la nada.
El último caso de acuerdo verbal fue después del congelamiento y fue para “frenar” exportaciones de petróleo. Según pudo saber este medio, desde el Gobierno nacional se pidió a las empresas que todavía no habían firmado exportaciones que no lo hagan, hasta después de octubre.
El sector valoró que no se pidió que se toquen los acuerdos ya cerrados, con el objetivo de no condicionar futuros acuerdos comerciales, pero los llamados fueron otra muestra de la estrategia del equipo de Sergio Massa para con la industria.
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