Litio: las inversiones podrían multiplicarse por 20 con estabilidad cambiaria
Si bien el litio argentino logra atraer la atención de inversores de todo el mundo, el contexto macroeconómico del país todavía sigue siendo el menos conveniente y en algunos casos, determinó que se extiendan los plazos previstos para concretar emprendimientos.
Por Sabrina Pont
La mayor expectativa del sector del litio a nivel global está dada por la creciente demanda que se proyecta para los próximos diez años. Ese incremento lo impulsan los planes que tienen las automotrices para la transición hacia la movilidad eléctrica: en efecto, sustituir los motores de combustión interna por sistemas de baterías aparece como uno de los principales mitigadores para revertir el cambio climático. Y el litio, aunque no es su única aplicación posible, hoy es el elemento perfecto para fabricar baterías de vehículos eléctricos.
De acuerdo con la Dirección Nacional de Promoción y Economía Minera del Ministerio de Economía, las inversiones en proyectos de litio anunciadas desde 2020 para acá que están en curso superaron los US$ 5000 millones, y cada vez hay mayor interés de inversores en sumarse a la exploración de este mineral clave para la transición energética. En cuanto a exportaciones de litio, en el acumulado de los diez meses de 2022 treparon a US$ 539 millones, el valor más alto de los últimos años, y representa el 17% de las exportaciones mineras totales.
Si bien el litio argentino -a pesar de los problemas locales y solo por su potencial geológico- logra atraer la atención de empresas canadienses, chinas, francesas, australianas, estadounidenses y también de otros países asiáticos y europeos, el contexto macroeconómico del país todavía sigue siendo el menos conveniente y en algunos casos, determinó que se extiendan los plazos previstos para concretar emprendimientos.
En números
- US$ 5000
- millones abarcan las inversiones en proyectos de litio anunciadas desde 2020 según fuentes oficiales.
En lo concreto, hoy Argentina es el cuarto productor de carbonato de litio grado batería del mundo, exportando alrededor de 37.000 toneladas desde sólo dos desarrollos, y las proyecciones muestran -en esto coinciden los datos oficiales y los de consultores privados- que en dos años el país puede convertirse en el primer exportador a nivel global con los próximos proyectos que se sumarán a la fase de producción desde Catamarca, Salta y Jujuy. Hasta el momento, Australia lidera hoy el mercado del litio a escala global, que es el primer productor de litio y lo obtiene a partir de pegmatitas. Lo sigue Chile, en segundo lugar, con mineral proveniente de salmuera.
Con las construcciones en curso, en efecto, va a sextuplicarse la producción en el transcurso de la década, y superar las 200.000 toneladas de carbonato de litio.
En números
- 200.000
- toneladas de carbonato de litio sería la producción al final de la década, si se concreten las construcciones en curso.
Sin embargo, según el sector privado, las inversiones en Argentina podrían multiplicarse hasta 20 veces -y el crecimiento exponencial de este mercado global da indicios de que va a haber demanda para eso- con estabilidad cambiaria y reglas claras a largo plazo.
Los dos proyectos de litio que están operativos -y actualmente en plena expansión- son el de la empresa australiana Allkem, que se inició en 2014 en Jujuy, y el que está a cargo de la estadounidense Livent, en Catamarca, que produce desde fines de la década del 1990. En tanto, están en construcción actualmente seis emprendimientos; entre ellos, el de Minera Exar, en Jujuy, que es el que más cerca está de iniciar la fase operativa -prevista para los primeros meses de 2023-. Además, hay 35 proyectos de litio avanzados en el país y otros 16 en etapa de exploración.
Puntualmente, durante este año que se termina, el reclamo del empresariado minero más repetido -no solo del litio, sino también fue de parte de los productores de metales metáliferos- apuntó a las trabas para importar. Aseguran que para poder seguir adelante no solo con sus iniciativas de inversión para nuevos proyectos sino también para sostener los niveles de exportación de los que están en marcha, precisan garantizarse el flujo de dólares para insumos importados.
Ante esta constante demanda sectorial, finalmente llegó la noticia a fines de noviembre: el Gobierno nacional comenzó a liberar permisos en el marco de lo que se conoce como el SIRA o Sistema de Importaciones de la República Argentina y la decisión se recibió como un inicio de normalización que de algún modo genera alivio.
Sin embargo, aún restan resolver casos puntuales, ya que las mineras no solamente requieren dólares para importar insumos, sino que también los necesitan pagar préstamos internacionales y girar dividendos. En este sentido, desde el Ministerio de Economía definieron que se analizará caso por caso.
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