Litio: ante expectativas de crecimiento, empresarios piden reglas claras y estables
A contramano con la realidad de otros sectores de la minería, el litio logra sostener sus expectativas de crecimiento por la creciente demanda mundial. No obstante, una nueva ley provincial y una nueva disposición del gobierno nacional opaca el escenario promisorio.
La Cámara empresarial del sector alertó sobre el riesgo que implican las recientes modificaciones normativas. Foto: gentileza.
Por Sabrina Pont
Las mayores expectativas del sector minero a nivel nacional para 2023 están enfocadas en el crecimiento del sector del litio. Para la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), el litio se consolidará en el segundo puesto de las exportaciones mineras del país (antes lo era la plata, el primer puesto seguirá siendo para el oro) y catapultará al sector minero con exportaciones por más de Usd 4.000 millones (cerró 2022 con un estimado de Usd 3.600 millones en exportaciones, lo que la posicionó como el quinto complejo exportador nacional).
A contramano con la realidad de otros sectores de la minería que están en producción, como es el caso del oro que está más afectados por la restricción de importaciones y los incrementos en los costos, condiciones agravadas por las distorsiones cambiarias, el litio avanza y logra sostenerse por la creciente demanda mundial, impulsada por los planes que tienen las automotrices para la transición hacia la movilidad eléctrica, que en el mediano plazo -la tendencia tenderá a estabilizarse a medida que entren proyectos en producción- hace que suban los precios del metal exponencialmente.
No obstante, esta situación promisoria se vio opacada con algunas sorpresas: una nueva ley provincial, que puede dejar secuelas y replicarse en otras provincias, y una nueva disposición del gobierno nacional que cambia las reglas establecidas.
Según datos de la CAEM, en 2022, las inversiones en litio rondaron los Usd 1.500 millones, y se estima que se generarán más de Usd 5.000 millones en inversiones en los próximos años.
“Para el primer trimestre ya se espera la puesta en marcha del proyecto Caucharí Olaroz, en Jujuy, de Minera Exar, y para fines del segundo trimestre, la de Rincón, en Salta de la firma australiana Argosy Minerals”, agregó el presidente de la CAEM, Frango Mignacco.
El dato
- 1.500 millones
- de dólares se invirtieron en el sector en 2022.
En tanto, sigue avanzando la construcción de otros cinco proyectos de litio en las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca, y está en marcha la ampliación de las dos plantas que están en producción actualmente: son la de la empresa australiana Allkem, que se inició en 2014 en Jujuy, y la que está a cargo de la estadounidense Livent, en Catamarca, que produce desde fines de la década del 1990.
En paralelo, La Rioja -que no cuenta en su territorio con proyectos de litio en marcha- arrancó el año con una novedad para el sector: una provincia con vasto repertorio de conflictos antimineros aprueba una ley que suspende en su territorio los permisos otorgados de exploración y concesiones relacionadas con ese mineral.
Para Mignacco, la iniciativa tiene un “doble impacto dañino”. “No solo frenan el desarrollo en sus regiones, sino que con su promulgación se daña la confianza del sector minero en su conjunto, generando temor de que este tipo de medidas puedan replicarse en otras zonas del país”, lamentó el empresario, quien además es presidente de Minera Exar.
A su entender, con este tipo de medidas “generan zonas grises que provocan incertidumbre en quienes están invirtiendo para el desarrollo del sector”.
“El gran desafío del sector sigue siendo la necesidad de contar con un contexto de reglas claras y un marco estable de certezas, que alienten la llegada de nuevos proyectos y el crecimiento de los que ya están produciendo en el país”, afirmó Mignacco.
Asimismo, el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, firmó a mediados de enero la Resolución 15/23 que deja sin efecto el reintegro a las exportaciones de óxido e hidróxido de litio, cloruro de litio y carbonato de litio.
En un sentido similar, aunque más concreto, para la CAEM la medida modifica nuevamente las reglas de juego en el país e impacta directamente en la competitividad frente a otros países que pueden recibir la inversión minera.
“Esto daña la previsibilidad y el posicionamiento de la Argentina como nodo exportador”, advirtió la entidad y completó en un comunicado: “Se perjudica a uno de los sectores más importantes del país en cuanto a la generación de divisas netas y con mayores perspectivas de crecimiento”.
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