Las proyecciones de Vaca Muerta 2025: más de 500.000 barriles por día y exportaciones récord

El año que está a punto de terminar dejará un resultado más que alentador para la industria de los hidrocarburos de Argentina, en donde la clave está en Vaca Muerta. La provincia que capitaliza su desarrollo, Neuquén, trazó la hoja de ruta de lo que se espera en el 2025, en la cual estimaron que tan solo el petróleo dejaría exportaciones por 5.000 millones de dólares.

Antes de entrar en ese escenario por venir que elaboró la gestión que encabeza Rolando Figueroa, vale señalar que de acuerdo a las consultoras especializadas, este año dejará un cambio rotundo en la balanza comercial energética, ese equilibrio que se forma entre las exportaciones y las importaciones de energía.

Luego de dos décadas de saldos negativos, los cálculos marcan que el 2024 terminará en torno a los 5.000 millones de dólares de superávit, el nivel más alto en 17 años, ya que para encontrar un resultado similar hay que remontarse hasta el 2006, cuando la balanza había arrojado un superávit de 6.000 millones de dólares.

Desde entonces, la balanza se desequilibró hacia el déficit, escalando a rojos escandalosos en el auge de la importación de cargamentos de gas natural licuado (GNL).

En los últimos años, la balanza también estuvo en rojo: en 2022 cerró con un pasivo de 4.670 millones de dólares, y en 2023 fue de 400 millones, también en déficit.

El cambio en este 2024 provino del ataque a dos puntas. Por un lado, se registraron más exportaciones, pero a la vez se redujo considerablemente el nivel de importaciones, sobre todo de gas natural, gracias al funcionamiento del gasoducto Perito Moreno (ex Néstor Kirchner).

En conjunto, las importaciones se redujeron por 2.946 millones de dólares hasta el mes pasado, gracias a la menor importación y también a los menores precios vigentes.

En el renglón de las exportaciones, Vaca Muerta fue la estrella. De acuerdo al ministro de Energía y Recursos Naturales de Neuquén, Gustavo Medele, “las exportaciones de petróleo y gas de Neuquén representan este año 3.000 millones de dólares, de los cuales cerca del 95% corresponde al petróleo y el otro 5% a gas natural”.

El incremento de la producción de shale oil tiene el claro destino de exportación, ya que desde hace más de un año que el nivel de demanda del mercado interno está cubierto.

El registro de producción nacional de noviembre marcó que con un nivel de extracciones de 754.000 barriles por día, son cerca de 250.000 los barriles que a diario están en condiciones de ser exportados. Es aquí donde las proyecciones que Neuquén elaboró para este 2025 marcan que se está ante un nuevo salto de escala.

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Las proyecciones de Neuquén

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De acuerdo a los cálculos realizados por el gobierno de Figueroa, la principal provincia productora de hidrocarburos del país espera tener un excelente 2025, con un incremento en la producción de petróleo del 28%, es decir, aún más marcado que el que se registró en este año.

El último dato oficial de producción es el de noviembre, cuando Neuquén llegó al récord histórico de extracción petróleo, con 458.894 barriles diarios, de los cuales 434.000 correspondieron exclusivamente a Vaca Muerta.

De cara al 2025, el gobierno neuquino estimó que la producción de petróleo promedio del año podrá llegar a los 517.000 barriles por día, un valor que linealmente implica el adicional de 100.000 barriles diarios sobre el nivel de este año.

Entre enero y noviembre de 2024, el nivel promedio de producción de Neuquén llegó a los 413.000 barriles diarios, con un salto de más del 25% sobre el año previo.

Y como suelen decir en los líderes de las operadoras de Vaca Muerta, cada barril adicional es un barril que se exporta. Y es por esto que Neuquén estimó que en 2025 se exportará nada menos que el 45% de sus barriles.

Traducido esto en números, implica un nivel de exportaciones de hasta 232.000 barriles diarios, que permitirá llevar a otro récord en los envíos al exterior.

Es que a una cotización del barril promedio de 71 dólares –estimado por Neuquén- las exportaciones podrían llegar a representar hasta 6.000 millones de dólares durante el año que viene, siendo un valor promedio de base de 5.000 millones de dólares.

Esto es solo contando el petróleo que pueda exportarse desde Neuquén, con lo cual el impulso en la balanza comercial energética del país será aún mayor.

Algunas consultoras especializadas, ya proyectan que el 2025 podría dejar una balanza comercial del sector con 10.000 millones de dólares de superávit, duplicando el nivel de este año.

Ya que, al igual que en este año, se asistirá a un doble efecto, dado que no solo se contará con el gasoducto Perito Moreno en toda su capacidad de funcionamiento, por la puesta en marcha de las plantas compresoras.

Sino que además, la reversión del Gasoducto Norte permitirá finalmente poner fin a las importaciones de gas natural para las provincias del Noroeste Argentino (NOA).

Claro está, que todas las proyecciones realizadas tienen dos enormes asteriscos al pie de página. El primero son los precios internacionales de la energía, que pueden tanto perjudicar las exportaciones argentinas si desciende mucho la cotización del petróleo.

Pero también, como se vio con la guerra en Ucrania, una disparada del precio del gas y el GNL podría generar un daño en la balanza, dado que pese a las obras, se seguirá importando GNL para los picos del invierno.

Y es allí, donde aparece el segundo asterisco del cuadro, que es lo que pueda suceder no tanto en el invierno sino en el pico de demanda de energía eléctrica de este verano.

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El riesgo de la crisis del verano

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Como es sabido, a mediados de año la compañía administradora del mercado mayorista eléctrico del país, Cammesa, elaboró un informe sobre los escenarios que podrían darse en el sector eléctrico en el que se advirtió que el peor escenario podría marcar un colapso en el sistema, ante un pico de consumo por una ola de calor extendida que no logre cubrirse con las importaciones habituales, en especial desde Brasil.

Ese escenario fue tomado por el gobierno de Javier Milei casi como un pronóstico certero de una crisis por venir, despertando y agitando el fantasma de los apagones.

El plan lanzado de emergencia para este verano y los siguientes parece haber tenido poco eco, en especial por lo costoso de reactivar las generadoras que llevan años fuera de servicio.

A la espera de algo tan incontrolable como una ola de calor, son muchas las versiones en torno a que se podría avanzar en el alquiler de buques generadores de energía eléctrica para inyectarla directamente en corazón de la demanda, como es Buenos Aires.

Esa estrategia podría disparar los costos de las importaciones, en especial según su extensión. Mientras a la par, sería solo un parche momentáneo, que podría evitar cortes en el momento pero no resolver la necesidad de una mayor oferta de generación a futuro.

Pero como en todo escenario en el que se grita que viene el lobo, el final del verano dirá si el gobierno gritó acertadamente y tendrán sentido los planes de emergencia lanzados, o si por el contrario, el lobo no llegó pero también podrá guardarse el poroto a favor de haber evitado –al menos en lo discursivo- un potencial apagón.

Lo único claro a la fecha es que la posibilidad de cortes de luz y su eventual costo en importaciones, podrían terminar mellando los resultados más que positivos de Vaca Muerta.