La Unión Europea sigue prendida al gas ruso, pero por otra vía
Los gobiernos de Europa occidental trataron de reducir su dependencia energética de Rusia desde el estallido de la guerra con Ucrania. Pero sustituyeron cada vez más los suministros de gasoductos del país por su gas natural licuado.
Los gobiernos de Europa occidental trataron de reducir su dependencia energética de Rusia desde iniciada la guerra de Ucrania. Sin embargo, sustituyeron los suministros de gasoductos del país por su gas natural licuado (GNL). En detalle, se trata de más de una décima parte del gas ruso que recibía Europa por ducto y que fue reemplazado por GNL.
La información se desprende de un análisis de datos de Reuters, que encontró que más de una décima parte del gas ruso que antes se enviaba por gasoducto a la Unión Europea (UE) fue reemplazado por GNL entregado en los puertos de la UE. El aumento se debe en parte a los descuentos, según afirman fuentes industriales y comerciales.
El año pasado, el productor privado ruso Novatek vendió a la UE cargamentos a precios reducidos rechazados por compradores en otras partes del mundo. En tanto, la empresa estatal Gazprom aumentó las exportaciones de su nuevo proyecto Portovaya LNG, y compensó la caída de las entregas de sus gasoductos hacia el oeste.
España tiene la flota de terminales de importación más grande de la UE. Antes no importaba gas ruso por gasoducto, pero se convirtió en el principal reexportador de suministro ruso por vía marítima.
Las estadísticas de la UE muestran que el aumento del GNL hizo que la proporción de gas ruso en su suministro de la UE suba 15% después de las importaciones por gasoducto de Gazprom cayera desde la guerra hasta el 8,7% desde el 37% del suministro de gas de la UE.
Rusia envió más de 15,6 millones de toneladas métricas de GNL ruso a puertos de la UE el año pasado, según la firma de análisis de datos Kpler, un ligero aumento con respecto a 2022 y un aumento del 37,7% en comparación con 2021. El aumento no infringe la legislación de la UE.
Los gobiernos de Europa occidental impusieron sanciones al petróleo tras el estallido de la guerra con Ucrania en febrero de 2022, pero no han hecho lo mismo con el gas natural. En cambio, la Comisión Europea ha pedido una eliminación voluntaria de todas las importaciones de combustible ruso para 2027.
Vale marcar, que los registros de entrega solo muestran los destinos anteriores de las cargas, en lugar del origen final. Eso significa que el GNL que desembarca en Bélgica, Francia, España y los Países Bajos no tiene etiqueta rusa, lo que puede disuadir a los compradores, antes de ser transportado por tierra o recargado en otros barcos.
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