Garrafas y leña, dos artículos de lujo en el crudo invierno de Bariloche
En Bariloche una garrafa de 10 kilos puede llegar a costar hasta 50.000 pesos y las alternativas también son costosas.
Para una familia de ingresos medios o bajos en Bariloche, sin acceso al gas natural, el último invierno se convirtió en un verdadero desafío a la economía doméstica, debido a la disparada de los precios de los combustibles alternativos.
El acceso al gas envasado resulta prohibitivo y complica el día a día de los usuarios, por la dificultad para dosificar el uso, según reconocieron las dirigentes barriales consultadas sobre el tema. Aquellos que lo usan solo para cocinar pueden estirar el rendimiento de una garrafa de 10 kilos hasta 15 días, pero su contenido se escurre mucho más rápido si además lo aplican a la calefacción o para calentar agua.
Los cilindros de ese tipo cuestan en estos días unos 24.000 pesos en las empresas distribuidoras, por lo general alejadas de los puntos de mayor consumo. Mientras que en las despensas barriales el precio más accesible arranca en los 35.000 por garrafa, pero puede encarecerse bastante más, según la demanda y la urgencia.
Esto último depende en buena medida del clima y “un día de nieve te la pueden cobrar 50.000 pesos” aseguró Jessica Dordomo, presidente de la junta vecinal de Nuestras Malvinas.
Otro factor de zozobra es el que enfrenta quien debe iniciar el circuito y necesita hacerse de una garrafa vacía para entregar a cambio de la llena. Hoy los envases escasean y el precio es incierto. En el verano se conseguían por 30 a 35 mil pesos y hoy rondan entre los 80 mil y los 100 mil pesos. Los cilindros de 45 kilos son más cotizados todavía y pueden costar hasta 150.000 pesos.
Dordomo dijo que las distribuidoras no venden envases y el mercado de ese insumo es por lo menos opaco, cuando no está atravesado por el delito. “Mucha gente deja la garrafa afuera porque no tiene espacio donde guardarla y se la roban, pasa todo el tiempo. Y cuando comprás, no sabés de dónde viene”, aseguró.
La presidente del barrio Unión, Antonia Reuque, también señaló que “para una familia con chicos el gas se transformó en un artículo de lujo”. Dijo que en su caso tiene gas de red y la última factura que recibió fue por 80 mil pesos, cuando hace unos pocos meses pagaba menos de 20.000. Pero admitió que depender de la garrafa es mucho peor.
Aquellos que se abastecen de electricidad y tienen un termotanque y una estufa con esa fuente de energía también reciben cuentas mensuales que se acercan a los 100 mil pesos. “Sé de gente que dejó de pagar la luz -dijo Reuque-. Entonces le cortan, y entonces termina por colgarse”.
La calefacción a leña tampoco es una opción que alivie los bolsillos. Los conocedores de ese rubro aseguraron que la leña es cada vez más cara porque “escasea” en Bariloche, al menos la que llegue seca y bien cortada.
Un metro cúbico de leña de pino (la más barata y de menor poder calórico) cuesta entre 40 mil y 45 mil pesos. La de ñire se consigue a 60 mil pesos. En todos los casos sin flete.
La cotizada leña dura de algarrobo o quebracho colorado cuesta 45.000 pesos el lote de 100 kilos, más 4.000 pesos el flete. También se vende sobre la ruta en pequeñas bolsitas (que racionadas pueden durar un día) a 6.500 pesos.
Dordomo refirió que este año la situación de los vecinos sin gas fue más compleja que nunca, porque el Plan Calor garrafas que administra la secretaría provincial de Energía y antes realizaba entregaba en forma gratuita una por familia cada semana, ahora lo hace cada 15 días. A muchos no les alcanza y deben comprar refuerzos, con un impacto sobre sus ingresos que hasta el año pasado no existía.
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