Escenario post electoral: Vaca Muerta necesita una macroeconomía ordenada
La nueva gestión de Javier Milei deberá afrontar problemas urgentes que enfrenta la actividad petrolera. Las empresas ya anticipan que para el año que viene los presupuestos no serán mejores a los actuales. Cuáles son los ejes para que el shale pueda multiplicar las divisas.
Cuatro áreas de Vaca Muerta fueron clave en el récord de producción de petróleo.
La definición del balotaje presidencial que le dio la victoria a Javier Milei fue seguida de cerca por las empresas que diariamente invierten en el desarrollo de Vaca Muerta. Pero desde las petroleras se advirtió que si bien el shale argentino puede contribuir al país multiplicando las exportaciones, el orden de los factores en esta ecuación sí altera al producto. Y es que Vaca Muerta necesita primero que la macroeconomía nacional se ordene para poder crecer y, ahí sí, multiplicar las exportaciones.
Río Negro consultó a las principales empresas del sector hidrocarburífero el escenario que visualizan ahora que la definición en torno al nuevo presidente de la Nación ya quedó zanjada, y las respuestas coincidieron en tres ejes.
El primero es que el desarrollo de Vaca Muerta ya es visto como una política de Estado, con lo cual incluso antes de las votaciones, las empresas daban por seguro que ninguno de los dos candidatos tomaría medidas que pudieran perjudicar gravemente su desenvolvimiento.
El segundo punto es que hay tres aspectos clave que deberá resolver en el corto plazo el nuevo presidente, en especial si aspira a que Vaca Muerta pueda crecer en rindes.
Estos inconvenientes sin resolver a la fecha son la importación de insumos y herramientas clave, ya que nuevamente hay frenos en las autorizaciones, las Siras.
A ese problema, que a mitad de año generó serios inconvenientes, se suma el efecto perjudicial de la brecha cambiaria que hace que las empresas las cobren sus exportaciones a 500 pesos, incluso con el llamado Dólar Vaca Muerta, pero las inversiones las paguen en su mayoría a un cambio de 800 pesos.
Y el punto más importante a resolver es la libre disponibilidad de divisas, o de parte de las mismas, para que las empresas puedan pagar los créditos que han tomado y tomar nuevos financiamientos a tasas que no sean las exorbitantes que rigen en Argentina.
Este es el punto clave si el próximo presidente apuesta a contar con una Vaca Muerta más grande, un shale que realmente pueda multiplicar las exportaciones y no solo contar con un resto, un saldo exportable.
Es que a raíz del cepo cambiario desde hace un par de años es casi nulo el ingreso de nuevas inversiones a Vaca Muerta. Lo que las empresas están realizando es una suerte de reinversión de los mismos fondos, pero que, ante un escenario inflacionario y con controles de precios como en los combustibles, podría generar incluso una caída en las inversiones de los siguientes años.
Allí es donde las empresas de Vaca Muerta coinciden en señalar que, contrario a lo que mucho se plantea en política, el shale necesita como condición de base un orden en la macroeconomía nacional.
Y señalaron que de cara al 2024 el actual desorden macroeconómico ya se permeó en los presupuestos de muchas de las empresas de Vaca Muerta. “Las compañías internacionales cerramos nuestros presupuestos para el 2024 entre junio y octubre pasado, por lo cual la inflación y la devaluación ya tuvieron un peso en esos presupuestos”, contaron de una firma.
Si bien esto no descarta que, avanzado el año, puedan elevarse los planes de inversión, desde las empresas consultadas anticiparon que “el próximo gobierno tendrá que encontrar la forma para que Vaca Muerta alcance todo su potencial, sino las riquezas que tiene van a seguir en gran medida bajo tierra”.
Y es que si bien Vaca Muerta incidirá el año que viene en la balanza comercial energética en forma positiva, aportará algunos miles de dólares, pero no podrá multiplicar esos miles con un cero más hasta tanto logre aumentar el flujo de inversiones que están atadas a las condiciones macroeconómicas del país.
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