Equipos y personal, los nuevos cuellos de botella de Vaca Muerta
La cantidad de equipos de perforación y fractura y la mano de obra especializada son las claves para el salto de escala.
La curva de aprendizaje en Vaca Muerta quedó en el pasado, y la capacidad de evacuación del petróleo y el gas que se produce está encaminada con los grandes proyectos en marcha. Pero siempre hay nubarrones en el horizonte del shale argentino y ahora los nuevos cuellos de botella son la cantidad de equipos especiales disponibles y los trabajadores especializados que se necesitarán.
Hasta ahora, la falta de capacidad de transporte fue el gran condicionante para el crecimiento de la producción de Vaca Muerta. Pero las recientes obras prácticamente han despejado ese asterisco del horizonte.
En el caso del gas natural, si bien se aguarda los grandes proyectos exportadores de Gas Natural Licuado (GNL) con sus ductos dedicados, ya hay alternativas de evacuación nuevas, como son la ampliación de la capacidad del Gasoducto Néstor Kirchner con la puesta en marcha días atrás de la segunda planta compresora, en Salliqueló.
Y en breve se espera que el gas comience a fluir de sur a norte por el Gasoducto Norte con su reversión, que tendrá una segunda etapa que eleve su caudal en el primer trimestre del año que viene.
En el segmento del petróleo, el caudal que se está exportando a Chile ha crecido, como también lo está haciendo la evacuación por la red de Oldelval que tendrá en diciembre una ampliación de 50.000 barriles diarios y el año que viene se completará. Aunque en este caso el gran salto estará en la obra Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) el oleoducto y puerto en Río Negro que ya tiene en plena ejecución su etapa 1 hasta Allen.
Los nuevos cuellos de botella
Esto hace que los cuellos de botella hayan cambiado y ahora uno de ellos son los equipos, en donde la necesidad es doble: hacen falta más perforadores de alta potencia y también más sets de fractura que terminen los pozos que esos rigs hagan.
Desde las empresas de peso en Vaca Muerta tienen muy en cuenta esta situación y es por eso que algunas firmas ya están avanzando en contratos de alquiler de perforadores plurianuales, mucho más extensos que los que se venían registrando para tratar de gambetear lo más posible ese cuello de botella.
Las estimaciones de las empresas y consultoras especializadas es que si Vaca Muerta quiere descollar en producción necesitará entre 20 y 25 equipos de perforación más, y de 5 a 7 sets de fractura más, cuando de momento son 34 y 11 los equipos disponibles.
Con la mano de obra, la tarea es más compleja, ya que toma años formar al personal calificado que se requiere para operar esos y más equipos. Algo que ya se ve en los yacimientos, con un marcado incremento de especialistas extranjeros.
La importación de equipos podría tener un alivio si su importación se logra encuadrar dentro de los beneficios del nuevo Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI).
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