En las tomas aprendieron a consumir con responsabilidad y Edersa los conectó a la red
Más de 5.000 hogares alcanzaron una regularización que le da sostenibilidad al abastecimiento.
Cinco mil hogares de muy bajo recursos de Cipolletti y Fernández Oro quedaron conectados a la red eléctrica de manera legal luego de años de clandestinidad. Ello fue posible por las inversiones en obras, pero sobre todo porque la empresa distribuidora Edersa capacitó a estas familias en un uso racional del recurso, si es que ello es posible en un barrio, una toma, que no tiene abastecimiento de gas por red.
En Cipolletti, Fernández Oro y Balsa Las Perlas «se realizaron en los últimos años decenas de obras (más de un centenar), beneficiando a alrededor de 5.000 familias con suministros eléctricos seguros, confiables y previsibles», comunicó la empresa.
No por opción sino por necesidad, estas familias tienen un uso «electrointensivo» porque usan la electricidad para iluminarse, pero también para calefaccionar y hasta cocinar.
“En esos sectores no existe gas por red. Entonces, empezamos a ver que el fenómeno cambiaba, que no alcanzaba con hacer la obra eléctrica y llamar a los vecinos a conectarse. Además, teníamos que generar educación de consumo”, explicó el gerente general de Edersa, Raúl Barhen.
«En coordinación con la secretaría de Energía provincial, el ente regulador (EPRE) y los gobiernos locales, Edersa realizó nuevos tendidos eléctricos en barrios de Cipolletti como Martín Fierro, Juventud y Desarrollo, Labraña, Puente Madera, Las Hortensias, Puente 83, 4 de Agosto, Nueva Esperanza y Obrero A y B, y Auka Lihuen, Bicentenario, La Ribera y Los Sauces; en Fernández Oro en La Esperanza y Costa Esperanza; y en Las Perlas en las históricas 33 Hectáreas, Vista del Valle, Primeros Pobladores, El Parque, Militar, Muten I y II, La Ruca, Costa Esperanza, Río Sol, Puente Santa Mónica y NyC», informó la compañía.
La primera misión importante del plan de regularización eléctrica es el acdeso a energía segura. “¿Alcanzaba? Veíamos que era un paso enorme, porque llevamos seguridad y mejor calidad de vida a esos sectores. Pero con el tiempo empezamos a ver que algunos vecinos, usando la energía de manera intensiva y muy por encima del común de los usuarios, comenzaron a tener problemas para abonar las facturas. Entonces, hasta volvían a conectarse a las redes precarias. Entendimos que era necesario crear las condiciones para la segunda misión: sostenerlos en la regularidad”, detalló Barhen.
Lo que hizo la empresa es canalizar esta acción como parte de su programa de responsabilidad social empresaria. “Trabajamos con referentes barriales y vecinos en la concientización, ayudándolos a cuidar la energía, bajar los consumos y consolidar el objetivo de que se mantengan en la regularidad”, remarcó Barhen. “Para la distribuidora y los organismos provinciales, la prioridad está centrada en la seguridad pública y de las personas. No podemos relajarnos en este tema y por eso tenemos que trabajar todos en ese sentido y de manera mancomunada, casi como una obsesión. Tenemos que estar en el mismo barco los gobiernos, la empresa y los vecinos”, agregó.
Esta política se va a extender a otros sectores de Cipolletti (2 y 10 de Febrero), Las Perlas (Puente Santa Mónica) y Fernández Oro (segunda etapa en Costa Esperanza), y con charlas de capacitación en uso eficiente.
“Todos entendimos que podemos colaborar para que la regularización sea una realidad. Comenzamos este trabajo en los barrios Obrero A y B, donde materializamos las obras y conseguimos que más del 80% de los usuarios hoy sean regulares. Lo mismo se consiguió trabajando con líderes barriales de sectores como Bicentenario, Auka Lihuen y 4 de Agosto, y en ese sentido estamos haciéndolo con otros barrios populares”, sostuvo Barhen.
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