El petrolero que colgó el mameluco para subirse a los escenarios
Un ingeniero mecánico decidió dejar atrás su rutina en los yacimientos para iniciar su carrera como artista. “Quería levantarme todos los días sin saber cómo va a ser ese día”, expresó Nicolás Rivas.
Nicolás Rivas es un ingeniero mecánico de 32 años que tuvo una “revelación” en medio de la pandemia. Decidió cambiar su rutina y animarse a hacer teatro, y se entusiasmó tanto con la idea que renunció a un importante cargo en la empresa petrolera en la que trabajaba para empezar a hacer shows de música y stand up. Colgó el mameluco para subirse a los escenarios de la región y probar suerte como humorista.
“Yo nací en Córdoba y cuando tenía dos años mi papá, que era arquitecto y no tenía trabajo allá, se trajo a toda la familia al Alto Valle. Estudié Ingeniería en la Universidad del Comahue y a los 24 años me recibí. El año pasado me encontré trabajando en una empresa importante, como jefe y con gente a cargo. En un momento empecé a experimentar ir al teatro, ir al psicólogo, y eso repercutió en mi vida”, explicó a este medio Rivas.
Su vida laboral empezó en el Invap, donde trabajó durante un año, y luego pasó a Oldelval. “Estuve seis años trabajando y moviéndome. Ahí estuve en el campo, en el área de Ingeniería y viví en Choele Choel durante cinco meses. Conozco todo el oleoducto desde acá hasta Bahía Blanca”, detalló el joven que vive en Cipolletti.
En medio de la rutina en el campo armó su primera obra de teatro. “Yo no sabía hacer nada de teatro y de repente se me ocurrió hacer un show. Lo armé, la sala se llenó de gente y pensé en que esto es lo que quiero hacer”, recordó.
El año pasado Rivas le puso un freno a la rutina en el campo. Rindió un examen “muy difícil” que lo convirtió en inspector de soldaduras nivel tres, el más alto a nivel industrial, y se sumó a la breve lista de especialistas solicitados en todo el país: son apenas 66 las personas matriculadas en toda la Argentina.
Cuando se enteró de que aprobó ese complicado examen, renunció a su trabajo en Oldelval. “En la empresa yo hacía de todo: tenía que ir al campo, hacer trabajos de Ingeniería, negociar contratos, supervisar que nadie tenga accidentes. Y lo que yo quise es salir de esa rutina para levantarme todos los días sin saber cómo va a ser ese día”, explicó.
“En la empresa te levantás a un horario específico, tenés objetivos anuales, sabés exactamente lo que tenés que hacer. Entonces se trata del mundo de las certezas contra el mundo de las incertidumbres. Y la incertidumbre es un motor muy grande que cuando lo aceptás después no podés parar. Necesité cambiar porque a veces la Ingeniería es muy rígida y no podés expresar tus emociones. Como humanos en algún momento necesitás canalizarlo”, afirmó Nicolás, abocado, por un lado, a su carrera como humorista y, por otro, a su nuevo papel como inspector de soldaduras contratado para trabajos específicos.
Un showman que mezcla teatro y música
Nicolás Rivas se define artísticamente como un “showman” con referentes como Martín Bossi o Radagast. “Me gustan esos artistas que son caraduras para hacer un montón de cosas y tienen base en todo: en la música, en el teatro, en el humor. Son gente que juegan a la improvisación mejor que nadie”, aseguró.
Nunca fue a canto, ni a piano y ahora lo está haciendo desde hace menos de un año. No sabía usar un micrófono ni una consola.
Actualmente Nicolás realiza shows de distinto tipo, y uno de ellos es “Tiempo de Humo”, que es una banda que hace humor, teatro y música. El eje de cada show es contar historias y entrelazar ese relato con música. «La gente a veces le dice a los artistas ‘no podés vender tanto humo’ y el nombre del espectáculo salió de ahí«, afirmó.
Uno de los personajes más populares de la cultura local es el “Petroka”, interpretado por Mario Uribe, quien saltó a la fama por hacer videos en Facebook imitando a un trabajador petrolero. Nicolás estuvo en el campo y solo tiene palabras de admiración a este peculiar personaje que este verano fue un éxito en Las Grutas. No entiende que el “Petroka” sea una interpretación ofensiva.
“Yo lo vi por videos y me parece un personaje espectacular porque te juro que en el campo todos hablan así y dicen todo el tiempo “mi viejo” como dice Marito. Me fascina que captó algo de la esencia del petrolero”, afirmó.
“Mario es alguien que se dedicó a la música y se metió a interpretar a los que están en el pozo petrolero. Y yo me quedé pensando en que soy un petrolero que ahora juego a ser músico, entonces podría decir que soy un personaje antagónico. Por mi parte yo caracterizo a los locutores de las fiestas e imito a otras personas, a músicos como Maluma, Chayanne. El tema es que Maluma no se va a enterar de que yo lo imite y no se va a enojar, en cambio, Marito se expone mucho a que lo celebren o lo critiquen”, señaló Rivas desde su casa, en donde además de pensar en nuevos desafíos artísticos trabaja para crear su propia empresa de certificación de soldaduras industriales.
“Cuando estoy en el INVAP siento que estoy en la NASA”
Nicolas Rivas se dedica también a ser inspector de soldaduras, algo que, si bien lo mantiene en la actividad industrial, lo alejó de la rutina petrolera. “Lo que estoy haciendo ahora es un trabajo superespecializado en donde sos la única persona autorizada para firmar una soldadura y decir que una unión metalúrgica va a funcionar bien. Es el estudio de la ciencia de la soldadura”, explicó.
“Cuando llegué al INVAP me di cuenta de que estaba en el Centro Atómico Bariloche. Yo firmo los procedimientos de soldadura del reactor nuclear RA10 que se va a montar en Ezeiza. Algo muy loco que pasó es que un viernes estaba en el centro supervisando la soldadura del reactor y una semana después estaba haciendo el show humorístico con los chicos en una sala de Bariloche. A veces pienso que soy como un artista encubierto, y la verdad es que cuando estoy en el INVAP siento que estoy en la NASA”, agregó.
También hace supervisión de soldaduras y obras en los tanques de refinamiento de Shell, y califica la habilidad de los soldadores y de los materiales que distintas empresas petroleras eligen para las uniones en obras para firmas como YPF o Pan American.
La carrera como soldador especializado de este cordobés criado en la región está lejos de la rutina petrolera, pero de todas maneras es intensa. Actualmente asesora a especialistas de México y Estados Unidos que quieren montar una planta para realizar soldaduras especiales en la región.
“Como proyección mi idea es poder montar un ente de calificación de procedimientos de soldaduras. En estos momentos hay solamente dos en Neuquén y otras seis en Buenos Aires. Mi idea es tener mi empresa propia de ese rubro. Estoy trabajando todos días un poquito para ese objetivo”, concluyó el “artista encubierto”.
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