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Descarbonización eficiente: un corredor de camiones a GNL entre Perú, Chile y Argentina

Las energías solar y eólica son energías intermitentes, que necesitan respaldo. Por eso, es necesario primero impulsar el uso de gas natural, que será clave para la descarbonización. Un primer paso puede ser el transporte.

Por Álvaro Ríos Roca (*)

Gran parte de los ciudadanos que habitan el globo y de nuestra Latinoamérica, han sido adoctrinados con la afamada Transición Energética, supuestamente para girar el abastecimiento de energía hacia combustibles aparentemente más limpios. Lo que no les dijeron es que son energías intermitentes (principalmente solar y eólica), que necesitan respaldo y eso las hace costosas en sus inversiones y que luego se debe trasladar los precios a los ciudadanos. Sin respaldo, no garantizan seguridad de abastecimiento continuo, a costos competitivos, a un planeta cada vez más sediento de energía.

Por lo tanto, la Tierra seguirá demandando masivamente combustibles fósiles y en especial los hidrocarburos (gas natural y petróleo) por varias décadas más. Si el objetivo es descarbonizar y rápidamente, lo que propongo es acelerar e impulsar con mayor ímpetu el uso de gas natural y no oponernos a su producción y comercialización. Lo último es dispararse a los pies, porque sin gas natural no hay descarbonización.

En el segmento de generación de energía eléctrica se debe reemplazar lo más apresuradamente el más contaminante carbón, con el menos contaminante, abundante y muy competitivo gas natural. Todos los países deberían apostar por este derrotero. Sin embargo, China y otros países en Asia siguen incrementando la demanda de carbón.

De la misma manera, si queremos descarbonizar de veras, en el segmento transporte podemos desplazar con gas natural el uso masivo de diésel, fuel oil y también gasolina en barcos, camiones y otro tipo de vehículos menores, apelando al GNL de pequeña escala. Pero si seguimos enturbiando el ambiente con impulsar hidrógeno, amoniaco y otros combustibles, solo estamos perdiendo tiempo para emitir menos.

En América de Sur hay un nuevo paradigma en el esquema de abastecimiento de gas natural, regional y competitivo. Este gas por ahora está en Perú, Argentina y Venezuela. Lastimosamente, el régimen dictatorial venezolano no permite inversión privada transparente, de manera que sus ingentes reservas de gas se evacuen y lleguen a su mercado interno. El país anda sumido en una crisis de desabastecimiento energético muy profunda.

Con esas ingentes cantidades de gas natural debería tener su mercado interno completamente desarrollado y abastecido, debería estar comercializando gas competitivo a Colombia y Trinidad y Tobago, así como exportando gas natural licuado (GNL). Pero la ideología no permite lo anterior y Venezuela solo seguirá expulsando y exportando ciudadanos al mundo, mientras no cambie de régimen.

Sin embargo, las reservas, recursos y potencial de gas natural en Perú (Camisea y norte de país) así como las de Argentina, principalmente con las de Vaca Muerta (asociadas al petróleo o libres), dan un recurso abundante y competitivo para poder instalar con capital privado estaciones de GNL, para cargar camiones que dejen atrás el diésel oil en Perú, Chile y Argentina. ¿No es una forma eficiente y rápida de descarbonizar?

Perú tiene 8 trillones de pies cúbicos (TCF, por sus siglas em inglés) de reservas probadas en lotes aledaños a Camisea y 2,2 TCF aproximados de reservas probadas y probables. El mayor potencial para nuevas reservas de gas está en la cuenca Madre de Dios, donde hay un descubrimiento cercano a 2 TCF en la zona de Candamo con por lo menos 12 estructuras alrededor, algunas del tamaño de Camisea.

En la zona norte del país (Talara), también hay reservas y potencial más pequeño que puede complementarse con trabajos exploratorios que se hacen en tierra y costa afuera.

Vaca Muerta en Argentina es todavía un gigante semidormido, que espera nuevas inversiones para aumentar la producción de petróleo y gas asociando y no asociado de esquisto. De mantener el ciclo de inversiones, habrá gas natural abundante y competitivo, que muy bien puede ser usado para garantizar suministro al corredor de camiones a GNL que proponemos por los próximos 30 años o más, así como apoyar con la descarbonización y ahorro en importación de divisas.

Chile, con GNL importado de ultramar (precios más elevados), ya tiene algunas estaciones y camiones a GNL en circulación. El gas natural de Vaca Muerta, más competitivo de Argentina, puede cruzar la cordillera utilizando gasoductos existentes y permitir seguir avanzando en esta estrategia a largo plazo, de un corredor de camiones a GNL.

En Perú, este mes de junio se estará dando entrega e inicio de operaciones a la primera estación de carga de GNL para camiones, que sin duda es un hito en este derrotero que se puede marcar entre los tres países, para fomentar y usar un recurso abundante que es y será competitivo, que permite sustituir importaciones de diésel oil y finalmente apoyar la tan ansiada descarbonización del planeta.

El gas natural es la apuesta que tenemos y la región para descarbonizar eficientemente en los dos segmentos citados. No sé por qué nuestros amigos del BID, Banco Mundial y otras instituciones andan tan férreamente cerrados al gas natural y andan financiando estudios de hidrógeno, que no nos llevan a ningún lado en esta parte del globo.

(*) El autor es exministro de Hidrocarburos de Bolivia y actual socio director de la empresa de consultoría y asesoría Gas Energy Latin America.


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