De Vaca Muerta al chancho y el conejo: las perlitas de la jerga petrolera

Para alguien poco familiarizado con el mundo petrolero un chancho es simplemente un animal de corral, un conejo puede ser una mascota y una cigüeña es un ave. Pero dentro de la específica jerga petrolera todos estos términos significan cosas totalmente diferentes, se usan a diario, y remiten a esa maraña de maquinarias que forman parte del paisaje del sector.

Mucho antes de que se desarrollara una Vaca Muerta para ordeñar la producción no convencional, las cigüeñas eran ya un emblema de la actividad petrolera.

Los tradicionales sistemas de bombeo, también conocidos como AIB por Aparato Independiente de Bombeo, son lo que en la jerga petrolera se conoce no solo como cigüeña. Sino que también se denominan a estos dispositivos con otro nombre que forma parte del glosario del gas y el petróleo, como es el de guanacos.

Las cigüeñas o guanacos envían la producción hacia las cañerías, ya sean oleoductos si es petróleo o gasoductos, si es gas. Y a la hora de tener que hacer una inspección a fondo de esas líneas aparece otro animal en la extensa fauna de la jerga petrolera.

“Van a meter el chancho para revisar el caño”, es una frase que se puede escuchar en los campos petroleros de todo el país, y lejos de tratarse de un caso de maltrato animal, consiste en realidad del ingreso de una herramienta inteligente de detección de fallas y limpieza de líneas.

El chancho, o incluso chancha para algunos, viene en realidad con nombre importado, porque a estos tapones especiales también se los conoce en Estados Unidos como “pigs”, y de allí que en el país se adopten los dos géneros para referirse ya sea al chancho o la chancha.

Hace pocos días atrás la firma Oleoducto Trasandino (Otasa) puso precisamente en funcionamiento un tapón inteligente para revisar el ducto que va desde el norte de Neuquén hasta Concepción, en Chile.

En este caso, el cruce de la herramienta inteligente a través de la cordillera de Los Andes, hará que de un extremo del caño se introduzca un chancho y del otro se saque un conejo.

Y esto no se trata de un acto de magia, sino del cambio de la jerga petrolera entre Argentina y Chile, ya que en el vecino país al tapón inteligente se le dice conejo, vaya uno a saber por qué.

La actividad hidrocarburífera inicia con la perforación de un pozo para lo cual se utiliza uno de los términos que más se escuchan en la jerga petrolera diaria como es el de “subir”.

La expresión implica muchas cosas, pero en síntesis se trata de ir, o ingresar. Subir al campo significa ir al campo, pero subir un equipo significa el ingreso del mismo a las operaciones. Y al contrario, cuando los operarios regresan a sus casas o cuando se retira un equipo de torre de operaciones, lo que hacen es “bajar”.

Ahora bien, si durante la perforación de un pozo se tiene la mala suerte de perder una pieza del sistema perforador, se ingresa de nuevo en la jerga animalística petrolera, pues lo que se hará no es subir la pieza, sino una pesca, para tratar de recuperar la herramienta como si se tratara en realidad de un pez.

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Los animales en Vaca Muerta

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La terminología vinculada con los animales tiene un fuerte peso en los nombres de las áreas hidrocarburíferas y de la misma Vaca Muerta, que podría tener su pareja en Bajo del Toro.

Una de las áreas de la “zona caliente” como es Bandurria Sur podría hasta formar una bandada al juntarse con Águila Mora. O cambiar rotundamente en su paso por Pampa de las Yeguas o Bajo del Choique.

El uso de términos vinculados con los animales es tan usual en la jerga petrolera que, por supuesto, los apodos de los trabajadores del sector también lo reflejan y para muestra basta con mencionar al histórico dirigente gremial “Caballo” Guillermo Pereyra y uno de sus sucesores, el actual “Pajarito” Ernesto Inal.