Combustibles: los impuestos en los surtidores acumulan un atraso de nueve trimestres 

Los impuestos a los combustibles acumulan un atraso desde el tercer trimestre de 2021. Los aplazos comenzaron durante la administración del expresidente, Mauricio Macri.

El Gobierno nacional confirmó hoy el aplazo de los impuestos a los combustibles líquidos hasta febrero del año que viene, en un anuncio con clara intención electoral. A pesar de que se lanzó como una maniobra nueva, se trata de un mecanismo que aplica desde la administración nacional anterior y en la actualidad hay nueve trimestres congelados.  

A través del Decreto 567/2023, publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno postergó la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) hasta el 1 de febrero del año que viene. En ambos casos hay un atraso acumulado desde el tercer trimestre de 2021.  

Además, cuando se llegue al 1 de febrero del 2024, también se sumará a la bola de nieve que se generó de atraso la suba correspondiente al cuarto trimestre de 2023. Dicho de otra forma, en febrero el Gobierno deberá definir qué hace con los impuestos atrasados de 10 trimestres.  

En números

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trimestres atrasados de actualización en la carga impositiva acumulan los surtidores. En febrero serán 10 los trimestres sin suba en los impuestos que pagan las petroleras.

La anterior medida que publicó el Gobierno sobre impuestos a los combustibles se oficializó en junio de este año, a través de Decreto 332/2023. En esa norma se fijó que hoy, 1 de noviembre, se iban a descongelar los impuestos. 

Sin embargo, se podía anticipar que no se iba a descongelar todo el atraso acumulado y es que, de hacerlo, el impacto en los surtidores iba a ser sustancial. Con lo cual, el anuncio de hoy ya estaba fijado en el calendario e, incluso, se esperaba una nueva postergación.  

Hoy se aplicó una nueva suba en los surtidores a nivel nacional. (Foto: Juan Thomes)

En un contexto de desabastecimiento (en vías de normalizarse) en las estaciones de servicio, más un aumento en los surtidores de todo el país que fue del 10%, en promedio, la postergación de los impuestos en los surtidores le quedó en bandeja al ministro de Economía y candidato a presidente, Sergio Massa, que tiene el foco en el balotaje del próximo 19 de noviembre.  


Combustibles: el aplazo de impuestos inició en la gestión de Mauricio Macri 


La postergación de impuestos a los combustibles líquidos es una herramienta que tiene el Estado para evitar nuevas subas o aumentos fuertes en el precio de los surtidores. Cuando se actualizan, las petroleras lo trasladan derecho al precio en los surtidores, a lo que le agregan otro porcentaje de suba por el resto de los índices que influyen en los precios. 

La contracara de esta medida es que el Estado deja de percibir millonarias cifras. Sin embargo, lo que mayor complejidad genera es que se crea una bola de nieve de impuestos atrasados -como sucede ahora- que no solo sentencia las actualizaciones futuras, sino que también le quita sentido a la normativa vigente. 

El esquema actual rige desde 2017 y fue aplicado de la mano de la administración del expresidente, Mauricio Macri. Según este mecanismo, los impuestos a los combustibles deben actualizarse por trimestre, en línea con las variaciones registradas por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Nación.  

Este Gobierno intentó modificarlo (a través de un artículo) en una ley general para el sector hidrocarburífero, durante la gestión del exsecretario de Energía, Darío Martínez. Allí buscaba restablecer el viejo mecanismo que fijaba alícuotas para calcular los impuestos. 

Si el objetivo de la normativa es recaudar fondos para el Estado, los hechos muestran que no funciona. Ahora si la idea es tener a mano una cortina de humo para comunicar que se “evitaron nuevos aumentos nuevos o más fuertes”, le funcionó bien tanto a la administración nacional anterior como a la actual. 


Combustibles: qué factores inciden en los precios y cuál es el impacto de los impuestos


Los impuestos a los combustibles líquidos son apenas uno de los factores de que inciden en el precio de los surtidores. La cotización del barril de petróleo tiene gran incidencia, así como también la inflación que condiciona los costos (producción, transporte y salarios). También los aumentos de los biocombustibles que se usan para la mezcla con la nafta y el gasoil, según normativa.  

Teniendo en cuenta el IPC de cada trimestre, los porcentajes por cada período serían así: 9,3% y 10,2% (tercer y cuarto trimestre de 2021) y 16,1 y 17,3% (primer y segundo de 2022), 22% y 17,3% (tercer y cuarto trimestre 2022) y, por último, un 20,3%; 22,2%; y 31,4% para el primer, segundo y tercer trimestre de 2023, respectivamente.

Vale señalar que estos porcentajes no se trasladan directamente al precio en los surtidores. A nivel general, por cada litro de nafta unos casi $29 son de impuestos y en el caso del gasoil son casi $19.


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