Cobro de tasas en la factura de luz: se viene una pelea de las provincias y los municipios
Las autonomías de las provincias y de los municipios tiene sobrados antecedentes.
El servicio de distribución de electricidad es materia de regulación nacional sólo en la zona conocida como AMBA (Edenor y Edesur en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires). En el resto del país, cada jurisdicción se dio su propia organización aunque está claro que hay autonomía. En Neuquén y Río Negro, que tienen modelos diferentes, hay sobrados antecedentes de cierta autonomía para confeccionar las facturas de luz.
La decisión del gobierno nacional de eliminar de las facturas de electricidad (o gas, aunque aquí la regulación es íntegramente nacional) las tasas y demás cargos «ajenos a la naturaleza del servicio» choca contra esas autonomías y abre las esclusas a un río de rebeldías jurisdiccionales.
El ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, tuiteó esta noche: “Ante reiteradas denuncias públicas sobre municipios que incluyen tasas locales en la facturación de servicios esenciales tales como la luz y el gas, la Secretaría de Industria y Comercio del Ministerio de Economía dispuso, a través de la Resolución 2024-267 que saldrá mañana en el Boletín Oficial, que las facturas de servicios esenciales deben contener de forma única y exclusiva la descripción y el precio correspondiente al servicio contratado por el consumidor, quedando prohibido incluir cargos ajenos a la naturaleza del servicio”.
¿Por qué el Estado nacional debería disponer la manera en la que se les cobran los servicios provinciales y municipales a jurisdicciones donde los subsidios federales brillaron por su ausencia? La electricidad estuvo años, décadas, fuertemente subsidiada en el AMBA por el gobierno central hasta hace poco, mientras en el resto del país se pagaban precios finales de la energía muy por encima que en las zonas de Edenor y Edesur.
Cobro de tasas en la factura de luz: CALF y la CEB
Sobran las injusticias en la conformación del precio final de la electricidad en todo el país. Las cooperativas son las que más abusan de la posición cautiva sobre sus usuarios pero también los privados le cargan al cliente asuntos que son parte de su propio negocio, como el uso del espacio aéreo, mediante el que llegan a cada medidor. La solución de tendidos subterráneos es carísima, pero si tal vez ese cargo lo pagaran las distribuidoras y no los usuarios, sería un buen incentivo para empezar a soterrar tanto cable feo en el cielo de las ciudades.
Las cooperativas (como CALF, CEB, Copelco, Cearc o CEEZ) son las que mayor impunidad disfrutan a la hora de meterle cargos extras al precio final de las facturas. En Neuquén hasta la municipalidad le incluyó una tasa que, de otra manera, no tendría recaudación. Y en Bariloche la tasa que sostiene a los bomberos voluntarios no viene con la boleta de la municipalidad sino con la de la energía.
En Río Negro la decisión soberana sobre la conformación de la factura de luz la tiene el Ente Provincial Regulador de la Electricidad (ENRE) y en Neuquén, cada municipio. ¿Están dispuestos a ceder ese poder?
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