Burocracia y Vaca Muerta: esfuerzos compartidos para el desarrollo de la industria
La burocracia y los procedimientos regulatorios representan desafíos significativos para las empresas en Vaca Muerta.
Por Martín Robledo (*)
La explotación de Vaca Muerta es fundamental para el desarrollo económico de Argentina. Sin embargo, la burocracia y los procedimientos regulatorios representan desafíos para las empresas concesionarias y de servicios. Los esfuerzos para aumentar la eficiencia no solo deben provenir de las empresas, sino también del Estado, en la actualización de leyes y reglamentos y en la agilización de los trámites.
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Neuquén destaca por sus avanzadas normativas en la regulación de su actividad hidrocarburífera en comparación con otras provincias petroleras. Desde el 2006, luego de la ley corta, desarrolló un plexo normativo de vanguardia para control de las actividades, logrando innumerables leyes y reglamentos con procedimientos específicos para cada elemento relevante.
Sin embargo, la aplicación de estas normas requiere un continuo trabajo de actualización para atender los tiempos administrativos que no siempre se ajustan a las necesidades operativas, presentándose en muchos casos como un obstáculo para el desarrollo de la cuenca.
Esto no solo es un problema para el sector privado, sino también para algunos organismos del Estado que, ante la imposibilidad de aplicación de las normas, pueden incumplir sus obligaciones y faltar a sus deberes. Todo esto impacta en la sociedad al retrasar el desarrollo y sumir las operaciones en una burocracia innecesaria o ilógica.
En la actualidad, los proyectos de las empresas no solo se enfocan en los pozos activos y las plantas de tratamiento de producción, sino también en la infraestructura de transporte y exportación, que es vital y a menudo requiere esfuerzos interjurisdiccionales.
Proyectos como el oleoducto Duplicar, el Oleoducto Vaca Muerta Norte y Sur, el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) y la operación de los ductos que llevan la producción a Chile, entre otros, son esenciales para el flujo de la industria y para la economía de la Provincia y la Nación.
Para un desarrollo armonioso, las empresas necesitan gestionar múltiples trámites, permisos y habilitaciones, lo que puede aumentar los tiempos razonables y añadir mayor complejidad, costos e incertidumbre a las operaciones. Aunque existen incentivos como los emanados de la nueva Ley Nacional 27.742, la agilidad en los procedimientos administrativos también es determinante para los planes de inversión en un país donde la búsqueda de previsibilidad es constante.
La obtención de permisos y habilitaciones es un proceso complejo que involucra múltiples organismos gubernamentales. Entre los permisos necesarios se encuentran los de la autoridad de aplicación de la Ley de hidrocarburos, ambiente, recursos hídricos, tierras y pueblos originarios, entre otros, los cuales por lo general salen por normas de los mismos organismos y otras veces requieren decretos del gobernador.
Todos estos permisos son diversos según la naturaleza de las operaciones y a veces son unos determinantes para otros, estando segregados, lejos de la tan necesaria «Ventanilla Única» que unifique las gestiones gubernamentales y modernice las normas anacrónicas que se presentan no como herramientas de control, sino como procesos burocráticos que no se alinean con la necesidad del Estado de promover y controlar las actividades.
Las empresas que desarrollan Vaca Muerta a menudo son comparadas con las de Permian, Marcellus, Eagle Ford, Bakken, etc. que son las áreas que lograron alcanzar más rápido sus puntos de equilibrio en los tiempos y costos de operación, y conocidas como las más eficientes del mundo en la operación. Sin embargo, también debe compararse el rol del Estado en estas cuencas como un factor determinante para este resultado.
La eficiencia en toda la cadena de producción ha sido fundamental para liberar el potencial de las cuencas norteamericanas, a pesar de los desafíos geológicos. El apoyo gubernamental, a través de un entorno regulatorio favorable que facilita permisos y reduce la incertidumbre, ha sido clave para el enfoque de fábrica en las operaciones.
La reducción de tiempos y costos operativos también es consecuencia de la reducción de tiempos administrativos, lograda con un entorno regulatorio acorde, favorable y ágil, y con herramientas que facilita una respuesta rápida a las oportunidades de producción.
Este es un aspecto crítico que Argentina necesita mejorar en Vaca Muerta para maximizar su potencial. Así como las petroleras pueden tener un enfoque de fábrica en el desarrollo de sus obras, la administración también debe pensar en cómo gestionar esta forma de trabajo, asegurando que los permisos y trámites se gestionen con la misma eficiencia y rapidez, sin perder el foco en el control.
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El Estado también debe promover instancias administrativas enfocadas en la relación entre las empresas y la sociedad, al prever situaciones que reduzcan la conflictividad social, identificar a los actores involucrados y generar espacios donde se compartan los intereses de los diferentes grupos para un desarrollo armonioso que beneficie a las comunidades locales.
Así como se piensa en ofrecer incentivos fiscales a las empresas para fomentar la inversión, el Estado debe invertir en organismos gubernamentales profesionales, capaces y eficientes, con recursos adecuados a la criticidad de su rol, y con las herramientas de gestión adecuadas, además de promover continuamente un marco regulatorio claro y estable, ágil y acorde a la realidad de la actividad.
Esto también es esencial para atraer inversiones. Las regulaciones deben ser transparentes y predecibles, sin dobles interpretaciones, proporcionando a las empresas la seguridad jurídica necesaria para planificar y ejecutar proyectos a largo plazo, demostrando que el estado está realmente alineado con los objetivos de desarrollo que profesa.
Las mesas de trabajo entre el sector público y privado son fundamentales para el desarrollo eficiente de la industria, donde haya un equilibrio entre lo deseable y lo posible, en cumplimiento con el espíritu del legislador, donde la manifestación de los intereses y vicisitudes de cada sector puedan ser compartidos.
El desarrollo de la industria hidrocarburífera en Argentina, y en particular en Vaca Muerta, es crucial para la generación de divisas por exportación, factor crítico para un país con altos niveles de endeudamiento y una economía en crisis.
Asimismo, la inversión en Vaca Muerta puede generar un impacto económico significativo a nivel local y nacional. La creación de empleo, tanto directo como indirecto, y el desarrollo de infraestructura pueden impulsar el crecimiento económico en regiones que necesitan urgentemente inversión y desarrollo.
Con más del 50% de la población viviendo en la pobreza, el desarrollo de la industria hidrocarburífera se vislumbra como una esperanza crucial, al generar oportunidades laborales y mejorar la calidad de vida en las comunidades. Sin embargo, el impulso necesario del sector privado solo será posible si el Estado se compromete a promover este objetivo, liberando el freno de mano que representa la burocracia excesiva.
(*) Abogado. Licenciado en Ambiente y Fundador del Estudio Robledo y Asociados. Excoordinador de la Subsecretaría de Ambiente de Neuquén.
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