Balance 2024: Vaca Muerta cierra uno de sus mejores años

A doce años del inicio de las actividades en Vaca Muerta, la formación shale cierra el que posiblemente sea su mejor año, dado que no solo logró elevar su producción a tasas chinas, sino que con claridad dejó de ser una promesa para muchos, para convertirse en la certeza de que en el subsuelo de la Cuenca Neuquina está un enorme proyecto exportador.

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A lo largo del año hubo tres hitos que fueron centrales para que Vaca Muerta está en la víspera de poder generar exportaciones por 30.000 millones de dólares al año. El primero de estos hitos es el que posiblemente menos trascendencia ha tenido como tal, pero muy al contrario, es la base de todo lo demás.

La definición del gobierno nacional de, finalmente, liberar el precio de los combustibles a las reglas del mercado -que por ley hace años regía- y a la vez elevar las tarifas de la energía eléctrica y el gas natural a valores más cercanos a los reales, permitieron a las empresas productoras poder hacerse del dinero necesario para apalancar más inversiones.

Con esa base, el segundo hito del año fue la aprobación de la llamada Ley Bases, la 27.742, que incluyó una extensa reforma a la ley de Hidrocarburos, y además sumó el lanzamiento del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).

Este plan, no es otra cosa que un marco de reglas claras que permiten quitar la incertidumbre clásica argentina y asimilar las condiciones al resto del mundo para atraer inversiones fuertes, ya que la clave está en que los proyectos que sean aprobados no tendrá cepo cambiario.

Con el RIGI lanzado, el tercer hito no tardó en plasmarse más allá del sector público. Y es que se trata de las grandes obras de infraestructura que son necesarias para que Vaca Muerta pueda cambiar de escala, y convertirse finalmente en un polo exportador de peso.

Desde el Estado se completaron los trabajos ya en marcha que hacen al segmento del gas natural, y que son la puesta en marcha de las plantas compresoras del ex gasoducto Néstor Kirchner (hoy Perito Moreno) y la Reversión del Gasoducto Norte.

Esas dos obras redundan en un ganar ganar, ya que por un lado se suprimen importaciones de millones de dólares al anuales, a la vez que se las reemplaza con producción y trabajo nacional.

Pero las obras más grandes están apalancadas por el RIGI y vienen de la mano de los privados. La primera, que será la punta de flecha para abrir el camino a las demás, es el proyecto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), el oleoducto que cruzará todo Río Negro y terminará en un gran puerto en Punta Colorada.

Este proyecto, que estará terminado en el tercer trimestre del 2026, permitirá multiplicar las exportaciones de petróleo, y con un costo de obra de 3.000 millones de dólares, podrá generar ventas anuales por hasta 15.000 millones de dólares ó 21.0000 si se lo amplía.

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En tanto que los otros proyectos que ya ingresaron al RIGI apuntan a generar otro flujo de exportaciones por 15.000 millones de dólares, en este caso con la venta del gas ya licuado como GNL de Vaca Muerta. Proyectos que, como se marcó, seguirán al de petróleo, dado que recién comenzarán a ser visibles en las costas rionegrinas a fines de 2026.

Si ambas iniciativas logran desarrollar todo el potencial que tienen, algo que depende en buena medida del mercado internacional, Vaca Muerta será un claro polo exportador que pueda generar cerca de 30.000 millones de dólares de exportaciones anuales, corriendo a la par casi del complejo agrario.