En un clima tenso, la Corte define sobre los jueces desplazados tras investigar Cristina
Los miembros del máximo tribunal tratarán hoy el pedido de “per saltum” de los tres magistrados desplazados por el oficialismo. A las puertas de un conflicto de poderes.
En un clima de presiones enormes, sociales y políticas, tanto públicas como privadas, la Corte Suprema tratará hoy en “acuerdo extraordinario” el pedido de “per saltum” de los tres jueces desplazados por el oficialismo en el Senado y por el presidente Alberto Fernández con un decreto. Final abierto para un pronunciamiento que puede abrir el camino a un tenso conflicto de poderes en la Argentina.
La reunión de la Corte fue forzada por el presidente del máximo tribunal, Carlos Rosenkrantz, que hizo uso la semana pasada de una atribución excepcional.
En su artículo 71, el reglamento señala que “la Corte Suprema podrá también reunirse en acuerdos extraordinarios en días hábiles o feriados cuando fuera convocada por el Presidente o lo dispusiera la mayoría del Tribunal”. Rosenkrantz convocó a una reunión para este martes, lo que le valió una crítica directa del presidente de la Nación, Alberto Fernández.
“La Corte tiene la responsabilidad, en casos como éste de dar certidumbre a la ciudadanía sobre el trámite que se impondrá a los planteos de los jueces involucrados”, dijo Rosenkrantz.
La situación de los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi y del juez federal Germán Castelli -tres magistrados con actuación en causas que involucran a Cristina Kirchner- escaló políticamente desde julio de este año, cuando la mayoría oficialista del Consejo de la Magistratura, con respaldo lavagnista, giró al Senado la revisión de los traslados de los magistrados realizados durante el gobierno de Mauricio Macri.
El Senado, de amplia mayoría peronista, consideró luego que los traslados eran irregulares y promovió su remoción, que fue concretada con un decreto presidencial.
En 2018, en el momento en que los jueces se desplazaron a otros puestos, la Corte consideró -tras un pedido de consulta realizado por el entonces ministro de Justicia, Germán Garavano- que los traslados estaban permitidos y que las resoluciones tomadas por esos magistrados no podían ser anuladas.
Práctica repetida
El traslado de jueces es una práctica repetida para cubrir vacantes desde mediados de la década del 90: desde 1995 hubo 65 traslados de jueces y, de ese total, 23 fueron realizados durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
Los jueces obtuvieron el apoyo de sectores de la oposición, principalmente de dirigentes de Juntos por el Cambio, el respaldo de parte de la sociedad y de referentes de colegios de abogados y asociaciones que representan a funcionarios judiciales.
Las críticas a la jugada oficialista contra la Justicia fueron eje central de los reiterados banderazos contra el gobierno nacional. La semana pasada, se produjo también una protesta frente al Palacio de Tribunales, donde en circunstancias normales funciona la Corte. Anoche se repitió una marcha y se llevaba a cabo una vigilia en el mismo lugar.
En vísperas del fallo que los supremos darán a conocer hoy, manifestantes realizaron el domingo un bocinazo frente a la casa de Ricardo Lorenzetti, actual ministro de la Corte, y quien fue su presidente durante más de una década.
Otra causa espinosa
A pesar de que los jueces del máximo tribunal demuestran malestar en privado cuando reciben causas de alto voltaje político, otro asunto de fuerte impacto también llegó a sus escritorios. Se trata del reclamo de la Ciudad de Buenos Aires por el decreto presidencial que le recortó al distrito que gobierna la oposición un punto de coparticipación.
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