En Neuquén, al gimnasio con barbijo: recomendaciones y advertencias
El uso de tapabocas puede generar sensación de falta de aire, pero es elemental para evitar contagios en gimnasios cerrados. La recomendación es moderar el ejercicio físico.
La desinfección de las máquinas debe ser constante. (Foto: Oscar Livera)
El viernes en Neuquén se habilitó la vuelta al ruedo de los gimnasios, bajo un estricto protocolo de seguridad para evitar contagios de coronavirus: uso permanente de barbijos, distancia de dos metros entre personas, constante limpieza y desinfección de manos y objetos, así como recurrente ventilación del ambiente.
El uso de barbijos en espacios cerrados y durante el ejercicio físico puede generar controversias, pero según médicos y especialistas es fundamental para evitar contagios, aunque exige una moderación en los ejercicios a fin de no requerir grandes niveles de oxigeno.
“El barbijo te permite ventilar pero cambiás menos el aire. No hay inconveniente de hacer ejercicio con el barbijo, lo que si pasa es que mucha gente se siente como claustrofóbica y encerrada detrás del barbijo y siente que no cambia el aire”, sostuvo al respecto Mariela Echenique, médica especializada en medicina interna y diabetes.
Y subrayó: “cuando haces un ejercicio muy aeróbico es como que necesitas más bocanada de aire y ahí es difícil intercambiar el aire. Cualquier persona que va a andar en bici o correr a la barda en algún momento se puede correr el barbijo para poder intercambiar el aire, el problema es que en un gimnasio no se puede hacer eso”.
En este sentido, Echenique remarcó la importancia del uso del barbijo en los espacios cerrados donde “el riesgo de contagio puede existir”. “Si hay distancia de dos metros y se va limpiando con alcohol o agua con lavandina permanentemente el riesgo disminuye, pero lo que va a cambiar el panorama es que tengan el barbijo puesto”, resaltó la profesional al tiempo que aseguró que cuando todas las personas que comparten un espacio usan protector facial el riesgo de contagio disminuye al 20%.
Pero además, Echenique, remarcó la necesidad de realizarse chequeos de rutina antes a comenzar con nuevas actividades físicas. “Casi un 60% de la población aumentó de peso y estuvieron sin hacer actividad física, hay personas que según la actividad que vayan a iniciar se deberían hacer un control clínico y cardiológico básico para reiniciar la actividad. Todos los pacientes mínimo tiene dos kilos de más, y eso cambia la condición física”, cerró la médica.
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