En Las Grutas trabajan con la esperanza de que haya temporada
Para lograrlo hay que implementar varios cambios. El manejo del espacio público y la admisión de turistas solo con reservas serían las principales medidas en estudio. Ya no se verá la masividad y las aglomeraciones que había en plena época veraniega.
Admisión en el destino solo mediante reserva previa. Estrictos protocolos en los lugares de alojamiento, gastronómicos y de servicios. Y una administración del espacio público que ayude a conservar el distanciamiento social. ¿Cómo? Mediante la expansión de las playas de uso habitual, sumando opciones hacia el norte y hacia el sur. Y la ampliación de las áreas peatonales.
Sólo mediante esas premisas las autoridades y prestadores de Las Grutas imaginan que este verano podría existir temporada estival. En un marco distinto, alejado de la masividad y de las aglomeraciones de años anteriores.
“Estoy convencida de que la temporada veraniega va a existir. Y estamos trabajando para eso, planificando opciones. Porque seguramente existirá, pero con muchos recaudos y un destino que no estará al 100%, como suele ocurrir”, manifestó Marisol Martínez, la titular de la cartera de Turismo.
En ese marco, lo único definido hasta el momento aunque no se haya formalizado es que habrá un estricto control de ingreso de los turistas. “Todavía no sabemos cómo estará la situación sanitaria para esa época, si podremos pensar en un turismo de cercanía, que llegue sólo de ciudades vecinas, o de lugares más alejados. Pero estamos reforzando nuestra área de fiscalización. Porque los que ingresen deberán contar con reserva previa, y eso se chequeará, al igual que la constancia de que esa persona está en condiciones de circular, porque no deberá figurar con observaciones en el registro de salud nacional”, explicó Martínez.
Justamente ese punto y los protocolos que deberán cumplir los alojamientos son los más aceitados hasta ahora ya que dos expertos contratados por el Ente Mixto de Promoción Turística (Emprotur) comenzaron a elaborar las pautas. Lo que falta definir es el uso del espacio público.
“Estamos trabajando en dos líneas: el tema de las playas y el de la peatonal”, manifestó Mario Dalmasso, el titular de Planificación y Obras Públicas. “Para las playas, pensamos en no permitir carpas de ningún tipo, y fomentar nuevos espacios a los que la gente no va tal vez porque faltan servicios, como los balnearios Los Acantilados y Terraza al Mar, en dirección al norte, y las playas que están antes de Piedras Coloradas, por caso, en dirección al sur”, detalló.
Para que esos servicios existan piensan en colocar en la costa una suerte de módulos estructurales de bajo impacto, que puedan ofrecer baños y buffets. “Nada que sea invasivo o quite espacio”, apuntó Dalmasso.
Por otra parte, el funcionario descartó de plano que piensen proyectar la construcción de nuevas piletas en la restinga, que es la superficie de piedra en la que se asienta el lecho marino. “No, de ninguna manera. Sabemos del impacto negativo que esto produce en el acantilado, que ya está erosionado. Creo que existe un pedido de los vecinos del barrio Terraza al Mar, pero es algo contraproducente”, subrayó.
Con respecto a la peatonal, para evitar aglomeraciones y mejorar la circulación del público fomentando el uso de otras zonas, Dalmasso dijo que “se generarán más áreas peatonales, restringiendo el paso de vehículos. Habrá más lugares comerciales peatonalizados. Estamos trabajando en eso”.
Además, replantearán el uso del espacio público en las calles que ahora conforman la tradicional peatonal de la villa estudiando, por caso, la utilización que hacen los restaurantes, a los que se les admite colocar mesas fuera de sus comercios, mediante el pago de un canon. También se analizará la ubicación de los puestos callejeros de comida. “Son discusiones, pero que abarcan a muchas de las áreas de la municipalidad. Son cosas que se están analizando –reconoció el funcionario–. Pero la idea es despejar lo público, ganar amplitud”, admitió.
Otro tema candente será el de las grandes concentraciones que genera la feria artesanal y las actuaciones de grupos callejeros, que ofrecen números musicales y teatrales, entre otros.
“Son muchos temas por definir. La actuación de los artistas callejeros y el funcionamiento de la feria de artesanos de la primera bajada también son asuntos que están dentro de las cosas que deberemos repensar. Se convocará a los actores del sector y al área de la municipalidad que se ocupa de regular y otorgar los permisos”, dijo la titular de turismo, Marisol Martínez. “Es algo que resolveremos en conjunto –destacó–, pero lo que sí está claro es que no podrá quedar sin modificaciones, porque tenemos que apuntar a que nada obstaculice la circulación de la gente o sea motivo para que el público se aglomere”, finalizó Martínez.
«Es muy difícil planificar a futuro»
La ministra de Turismo, Marta Vélez, reveló que ya hay planes para el verano, pero que “es muy difícil planificar a futuro” en virtud de la dinámica cambiante que provoca la pandemia del coronavirus. De hecho, la funcionaria fue consultada por este medio antes de que existieran casos activos de covid-19 en la localidad de San Antonio Oeste pero que desde el martes último comenzó a sumar contagios.
Vélez precisó que se ha estado trabajando con el Ente Patagonia Turística y el Instituto Argentino de Calidad Turística en la confección de protocolos para todas las áreas, con vistas al verano.
Aclaró que esos planes son para el momento en que “los escenarios lo permitan y pueda abrirse la actividad turística con la aplicación de estos protocolos”.
Insistió con que “nos hemos estado preparando para el verano desde ese lugar, confeccionando capacitaciones destinadas a prestadores”, sin embargo advirtió: “De continuar esta situación, y lo hemos estado hablando con el municipio de San Antonio, “habrá que pensar en medidas para limitar la capacidad de la playa y de la ciudad (Las Grutas)».
A su entender “es casi imposible” repetir la foto de playa colmada de ese destino como ocurrió durante el verano pasado. Recordó que siempre suelen organizarse una serie de actividades que potencian el destino, como acontecimientos culturales o deportivos, y que si bien quizá se puedan hacer caminatas “habrá que reformular” programas debido que ni siquiera se podrán realizar clases de baile en las playas.
Vélez consideró que “hoy, la realidad es que no podemos ir al municipio de San Antonio, ni a Playas Doradas, los aeropuertos están cerrados y si alguien quiere venir los permisos están limitados a trabajadores esenciales”.
La ministra indicó que “si bien nosotros trabajamos en un plan de apertura de actividades que nos pidió la gobernadora (Arabela Carreras), y ese plan está armado, nuestra provincia tiene una variedad de condiciones sanitarias, y lo que vive la costa hoy no es lo mismo que atraviesan el Valle y la zona Andina”.
Estudian protocolos muy estrictos para alojamientos
El Ente Mixto de Promoción Turística (Emprotur) contrató a dos expertos que diseñan estrategias sanitarias, ayudan a ponerlas a práctica y, luego de fiscalizar su cumplimiento, otorgan un sello de calidad que distinguiría al destino.
Hasta ahora los profesionales (la licenciada en Turismo Patricia Molina y su par en Comercialización y Gestión de Calidad Germán Treuer) propusieron varias pautas que los prestadores están analizando.
Las primeras de ellas apuntan a organizar la actividad de los distintos tipos de alojamientos.
En líneas generales esas medidas se fundan en preservar una estricta higiene, efectuar un recambio completo de la ropa de blanco cada vez que se retira un pasajero, fomentar el distanciamiento social en los espacios comunes y establecer una modalidad para cuando surja un caso sospechoso de coronavirus.
Con respecto a los hoteles, además, las sugerencias incluirían realizar tomas de fiebre a sus huéspedes a lo largo de la estadía, para descartar síntomas de covid-19.
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