En el podio mundial, el local de un argentino en Francia
“Mirazur”, en la maravillosa Costa Azul, es el reducto de Mauro Colagreco, un platense que conquistó el tercer puesto entre los 50 mejores del planeta.
En el podio mundial, el local de un argentino en Francia
“Mirazur”, en la maravillosa Costa Azul, es el reducto de Mauro Colagreco, un platense que conquistó el tercer puesto entre los 50 mejores del planeta.
Mauro Colagreco al frente de su restaurante Mirazur logró el tercer puesto dentro de los mejores restaurantes del mundo según el ranking más prestigioso del planeta en materia gastronómica.
El año pasado Colagreco y todo su maravilloso team habían quedado en el cuarto lugar.
La historia de Mirazur, en la costa francesa, en el pueblo de Mentón que se ubica en la frontera ítalo-francesa entre la ciudad italiana de Ventimiglia y el principado de Mónaco, es maravillosa.
Colagreco se hizo cargo hace algunos años de ese restaurante, que gozaba de mala reputación y cuando estaba por venderlo luego de meterle mucho trabajo y pensando en cambiar de senda laboral, se enteró que la prensa especializada le tenía preparada una sorpresa, la primera de sus dos estrellas Michelin. Máxima referencia gastronómica de premiación en el mundo.
Colagreco, luchador incansable del producto, apostó y se quedó. Hoy emocionado en Nueva York donde se publicó el ranking se abraza a su equipo. Resulta que Mirazur quedó detrás de El Celler de Can Roca en Gerona (segundo puesto) y Osteria Francescana en Módena (primer puesto).
Oriundo de La Plata, este cocinero se insertó en un ADN europeo que le era ajeno. Con una dosis argentina de cocina y mucha tenacidad y apuesta por el equipo y el producto logró seducir a la prensa y crítica especializada.
Más de mil expertos conforman el jurado que votó en el ranking “The World´s 50 Best”. Periodistas, cocineros y empresarios gastronómicos confeccionaron la tan deseada nómina.
La crítica destacó que Mirazur “es un lugar deslumbrante e idílico para disfrutar de la comida de su hábil chef que se inspira en su herencia argentina así como en la región francesa local, además de recalcar que el cocinero utiliza los productos de su propia huerta para realizar cada uno de sus platos”.
Colagreco reconoce que es una victoria tanto argentina como francesa “hace mucho tiempo que ningún restaurante francés está en el podio”.
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