En Cipolletti: un espacio para el arte regional y el buen café
Una pareja unió el sueño del bar propio con la idea de un espacio donde los artistas pudiesen exponer y vender sus trabajos. Salvador Campos, uno de los “soñadores”, cuenta su historia y el espíritu que dio forma a Café Justina.
Hacía más de 15 años que Salvador Campos soñaba con tener un café. La primera vez que lo intentó se interpuso el miedo, la incertidumbre y un mar de dudas. Y siguió con lo que había estudiado en su Córdoba natal: la comunicación.
Salvador trabajó varios años en Radio y Televisión del Neuquén (RTN). Era un trabajo seguro, con un sueldo fijo y un horario acotado. Parecía
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