VPH, un virus que se puede prevenir
Alrededor de 43 millones de infecciones por este virus fueron diagnosticadas en el 2018, la mayoría entre jóvenes de 17 a 20 años.
El VPH es la Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS) más común. Alrededor de 43 millones de infecciones por este virus fueron diagnosticadas en el 2018, la mayoría entre jóvenes de 17 a 20 años. Si bien existen vacunas en la actualidad que pueden reducir en gran medida el riesgo de VPH en los jóvenes, este virus no puede curarse. Por suerte existen pautas de cuidado que podemos adoptar para reducir el riesgo y evitar el desarrollo de algún tipo de cáncer.
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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), de las cien cepas de VPH que existen, unas doce están identificadas como de alto riesgo para desarrollar cáncer en algunas personas. Incluso las tipo 16 y 18 en conjunto tienen una probabilidad del 70% en causar cánceres de cuello uterino.
Las personas pueden infectarse con múltiples tipos de VPH, por lo que la aparición de una verruga debe ser una señal de advertencia de una posible exposición a cepas de mayor riesgo.
El Virus del Papiloma Humano es una enfermedad de transmisión sexual de alta prevalencia en la población fértil, prácticamente el 90% de las personas a lo largo de su vida va a estar expuesto al VPH.
El virus tiene muchos serotipos. Muchos de ellos producen patología benigna y pocos, en el contexto adecuado y con la ayuda de otros factores, pueden desarrollar patología maligna del tracto genital inferior, ano, recto y cavidad bucal y orofaringe.
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Es muy alto el riesgo de contagio de VPH en contacto piel con piel, por ejemplo, al mantener relaciones sexuales con alguien que tiene el virus, incluso cuando la persona no presenta síntomas. En 9 de 10 casos, el VPH desaparece por sí solo en dos años sin generar problemas de salud. Pero cuando no desaparece, puede causar verrugas genitales y cáncer.
Los síntomas pueden desarrollarse años después de haber mantenido relaciones sexuales con alguien que tiene la infección. Esto hace que sea difícil saber cuándo se estuvo en contacto por primera vez.
Como prevención primaria, es necesario el uso de preservativos o campos de látex, aunque estos no siempre son suficientes para evitar contagios frente a algunos de los serotipos del VPH. Estas protecciones reducen a gran escala el riesgo, pero aún así el virus puede infectar la piel no cubierta por el preservativo o campo de látex.
La segunda estrategia importante de prevención es la vacunación contra el virus, independientemente de si hayamos tenido o no VPH, porque va aumentar nuestra inmunidad y nos va a proteger por reacciones cruzadas contra otros serotipos con los que no hayamos estado en contacto. Previene contra los serotipos y las lesiones causadas por los de alto riesgo que van a ser los precursores de las lesiones malignas.
Esta vacuna es gratuita para las niñas y niños de once años, ya está en calendario para este grupo, tiene cierta cobertura en las obras sociales y también en los servicios públicos de salud.
Por Dra. María Laura Martínez; Médica especialista en Ginecología de DIM CENTROS DE SALUD (@dimclinicaprivada).-
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