YouTube, territorio de la batalla contra la desinformación
Múltiples organizaciones de verificación de datos enviaron una carta a la plataforma de videos YouTube para pedir explicaciones sobre la difusión de fake news relacionadas a la vacunación y el coronavirus. Cuáles son las medidas que se exigen.
Más de ochenta organizaciones de verificación de datos e información solicitaron que YouTube adopte medidas urgentes, puesto que es considerada como “uno de los principales canales de desinformación e información falsa en la web”.
Estas organizaciones, que se reparten a lo largo de más de 40 países, unificaron sus reclamos bajo una carta enviada a Susan Wojcicki, la directora ejecutiva de YouTube. Allí comentan que muchos de los videos que están alojados en la web han generado daños reales y, sin embargo, pasan bajo el radar de las políticas de la compañía sin problema alguno.
Sitios como “Maldita” y “Newtral” (España), “ColombiaCheck” (Colombia), “Cotejo.info” (Venezuela) o “Animal Político” (México) denunciaron que YouTube no realizó los ajustes necesarios para combatir la desinformación, o que al menos las medidas adoptadas son insuficientes e ineficientes. No solo eso: para los países hispanohablantes, las políticas de verificación de la empresa son aún más estériles.
En la carta, los sitios de verificación solicitan a que la CEO de YouTube lleve adelante cuatro medidas distintas para terminar con la propagación de fake news. En principio, se pidió un compromiso de transparencia respecto a cómo se difunden las desinformaciones en la plataforma y por qué superan los controles de calidad que, en teoría, deberían dar de baja ese tipo de videos. Bajo el mismo pedido, se aclara que es necesario que se divulguen públicamente las políticas que usa YouTube para combatir estos videos: desde la moderación humana hasta el uso de la inteligencia artificial.
Dentro de la solicitud, los verificadores también piden zanjar la cuestión respecto a la eliminación de los videos. ¿Qué significa esto? Que no piden que los videos con información falsa se borren, sino que piden proporcionar información contrastada, algo que es más eficaz a la hora de esta batalla. Para ello, aseguran que es fundamental establecer un ambiente colaborativo y estructurado entre la plataforma y las distintas organizaciones de chequeo. Con esta premisa, no solo logran brindar la información correcta, sino que también se preserva la libertad de expresión y se evita caer en acusaciones de censura.
En números
- 56,4%
- de los usuarios a nivel global se muestran preocupados por las fake news, según un estudio realizado por Statista en 2021.
- 59
- centros de información poseen las Naciones Unidas alrededor del mundo, que hacen foco en este tipo de cuestiones.
El tercer pedido de parte de las organizaciones es que, al encontrar infractores reincidentes, que constantemente compartan videos con desinformación, tomen medidas más estrictas. Por ejemplo, impedir que el algoritmo de YouTube los recomiende, o que aparezcan como sugeridos al costado. Para ello, es fundamental que las medidas se tomen con todos los videos y todos los idiomas, puesto que por fuera del inglés, el contenido suele ser menos verificado.
El responsable de Política Pública y Desarrollo Institucional de “Maldita”, Carlos Hernández, aseguró que “por inacción o políticas que no funcionan, YouTube está permitiendo esta desinformación, y también la existencia de grupos que se han organizado” a lo largo de la pandemia e incluso desde antes de ella.
Por último, pero no menos importante, se solicita que haya mayor compromiso de parte de YouTube para que el público en general pueda conocer cómo trabaja la plataforma con estos temas, y cómo se toma la decisión sobre qué material es fake, por ejemplo. Según explicaron las distintas organizaciones, ponen su trabajo a disposición para realizar una alianza, de forma que la plataforma de video pueda recurrir a ellos en caso de necesitar ayuda con este tipo de temas.
Desde YouTube hubo respuesta a la carta, en principio aclarando que desde octubre de 2020 que está prohibida la difusión de cualquier información errónea respecto a las vacunas contra el coronavirus. En 2021, por su parte, aseguraron que este tipo de videos serían eliminados. Sin embargo, a día de hoy es común encontrar videos compartidos por grupos antivacunas que se encuentran alojados en esta plataforma y que, meses después de ser posteados, siguen allí.
Así, YouTube vuelve a enfrentar cuestionamientos en relación a la difusión de información falsa. Y en un contexto tan complicado como una pandemia, es momento de dejar de lado las medias tintas: no puede haber desinformación sobre las vacunas y sus efectos. Es un atentado contra la salud pública.
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