¿Quién fue «El Ángel de la Muerte»? La nueva película furor de Netflix
Charles Cullen fue uno de los asesinos en serie más prolíferos de la historia. Repasamos su perfil, en pleno furor de la película de Netflix.
Una vez más, las series y películas documentales de asesinos seriales se ubican entre las más vistas de las plataformas de streaming. “El Ángel de la Muerte” es la nueva sensación, luego del furor que genero la serie sobre Jeffrey Dahmer; y Netflix una vez más sale ganando con esta fórmula.
En esta oportunidad, se trata de la historia de Charles Cullen, considerado como uno de los asesinos en serie más prolíficos de la historia. Cullen era enfermero, y si bien confesó el asesinato de 40 personas a lo largo de sus 16 años de carrera, distintas pericias arrojaron que podrían haber sido incluso hasta 400 las víctimas fatales.
Como suele ocurrir en varios de estos casos, Cullen tuvo una infancia bastante difícil. Nacido en West Orange (New Jersey, Estados Unidos), fue el último de 8 hijos. Su padre falleció cuando Charles tenía solo 7 meses, y su madre murió en un accidente cuando el joven estaba terminando la secundaria. En el medio, Cullen sufrió múltiples situaciones de acoso por parte de compañeros de clase, los novios de sus hermanas y demás personas. Incluso en algunas de las entrevistas realizadas aseguró que tuvo una infancia “miserable”, y que intentó suicidarse por primera vez con solo 9 años, al beber distintos químicos.
El fatal accidente de su madre fue un quiebre para Charles, quien se enlistó en la Marina estadounidense y, sorpresivamente, pasó todos los exámenes psicológicos para ser admitido. Si bien fue ascendiendo de rango, no dejaba de ser humillado por sus compañeros, de la misma forma que le ocurría en el colegio. Algunos episodios un tanto perturbadores con disfraces llevaron a que la Marina le llamara la atención y, finalmente, lo reasignara a otro puesto. Eso llevó a un nuevo intento de suicidio, por lo que tuvo algunas intervenciones por parte del cuerpo psiquiátrico. Tras más de 5 años en la Marina, fue dado de baja en 1984.
En solo dos años, pasó de anotarse en la Escuela de Enfermería de Mountainside a graduarse como Enfermero, incluso siendo de los mejores de la clase. Fue así que, en 1986, empezó a trabajar en un centro médico de Livingston… Y comenzó el horror. Es que su esposa, Adrianne Baum, comenzó a notar ciertos patrones psicológicos perturbadores en Charles. Por ejemplo, crueldad animal dirigida a sus perros.
La primera víctima fatal llegó en 1988, cuando Cullen causó una sobredosis a un paciente. De allí hasta enero de 1992, cuando se alejó del centro médico, Charles asesinó a varios pacientes; pero las investigaciones comenzaron recién en ese último año. En febrero comenzó a trabajar en un hospital de Phillipsburg, donde siguió la lista de víctimas fatales, al tiempo que su vida personal se iba desmoronando: divorcio, custodia compartida para sus hijas, mudanza e intento de renuncias a su trabajo.
El siguiente episodio fue en marzo del 93’, cuando acosó a una compañera de trabajo en su casa y, tras recibir un año de libertad condicional, volvió a intentar suicidarse en repetidas ocasiones, alternando estos intentos con tratamientos por depresión en diversas instituciones. En el medio, cada vez aparecían más testimonios de pacientes que hablaban de un médico que ingresaba de noche y les inyectaba algo. Pacientes que, además, morían en el lapso de algunas horas después de los episodios. Sin embargo, Cullen salía ileso siempre.
Desde 1994 en adelante, Charles fue pasando por diversas instituciones médicas y siguió con su lista de víctimas, siempre con sus propios problemas de depresión en paralelo. Recién en 2002 llegó la primera investigación concluyente, cuando el hospital San Lucas de Bethlehem determinó que Cullen había robado medicamentos para inyectar pacientes. Tras un trato con la institución renunció y sus compañeros realizaron denuncias ante el fiscal de Lehigh County, pero las investigaciones posteriores fueron abandonadas y, pese a estar cerca de caer, volvió a salir ileso.
En octubre del 2003 llegó el postergado pero inevitable final de la situación. Fue el personal del Hospital de Somerset quien notó ciertos comportamientos extraños y alertó a la Policía Estatal de New Jersey, que tras diversas investigaciones encontró la responsabilidad en el enfermero. El 12 de diciembre, Cullen fue arrestado en un restaurante, y se le imputaron los cargos de homicidio e intento de homicidio. Con el tiempo fue confesando más víctimas, a tal punto que en marzo del 2006 fue condenado a 17 cadenas perpetuas consecutivas, con la particularidad de que “puede ser elegible para libertad condicional en el año 2403”.
Según Cullen, estos asesinatos respondían a una intención de ponerle fin al sufrimiento de pacientes terminales, aunque las investigaciones arrojaron luego que muchas víctimas no estaban en un estado tan avanzado y que incluso había algunas personas que estaban recuperándose de adicciones y demás situaciones puntuales. Este caso generó, además, la necesidad de mantener un fuerte control sobre los enfermeros por parte de las instituciones médicas.
Esta es la historia de “El Ángel de la Muerte”, la nueva película sensación de Netflix, con una duración de poco más de dos horas y un elenco magnífico compuesto por Jessica Chastain, Eddie Redmayne, Nnamdi Asomugha y Kim Dickens. La dirección es de Tobias Lindholm y uno de los productores es Darren Aronofsky (“Mother”, “Noé”).
Comentarios