La aventura de “salir a jugar” y volver a ganar la calle
Una vez por mes, el Consejo de la Niñez y Adolescencia de Roca corta las calles de algun sector de la ciudad para que los niños puedan salir a divertirse sin preocuparse por el tránsito. Cómo surgió la idea y qué otros proyectos impulsan para los más pequeños.
Suena la puerta. La madre abre y brotan una, dos, cien cabezas desde afuera. “¿Puede salir su hijo a jugar, señora?”. Allí comienza la negociación. Que sí, pero a qué hora volvés. Que no, porque hay tarea. Que un ratito más, que un ratito menos. Que atención con dónde se meten y cuidado con quién andan. Que nada de hacer cosas peligrosas. Y mil vueltas hasta que las pautas quedan claras.
Aquellos días felices: cuando los viajes espaciales generaban asombro y épica
Ahora sí, es la hora: el niño o la niña en cuestión se aprontan y salen a jugar a la calle, con amigos, con el aire libre como protagonista y mil actividades diferentes como herramienta. O sea, básicamente, salen a jugar. Porque ese es, palabras más, palabras menos, el concepto.
La escena, tan cotidiana en su época para muchos de nosotros, está considerablemente alejada de la realidad que viven hoy los más pequeños. “Salir a jugar” ya no tiene el mismo significado. Y hay muchas aristas para entender este cambio de paradigma que nos pega en la nostalgia.
Hoy no “se sale” a jugar. Hoy se juega en casa, con las pantallas como protagonistas. No se sale porque los celulares y las consolas reemplazaron a las bicis con los cartoncitos para hacer ruido o la pelota de fútbol maltrecha, conseguida entre varios.
Hoy no “se sale” porque la inseguridad está presente, y porque cada vez es más difícil encontrar un grupo de amigos en el barrio con el que compartir esos momentos.
Pero, además, hoy no “se sale” a jugar porque el tránsito, cada vez más grande, implica un riesgo para los niños. Ahí donde antes había calles de tierra tomadas por los menores, hoy hay asfalto y prisa de conductores.
En este desolador contexto, la idea del “Salir a jugar” organizado por el Consejo de Niñez y Adolescencia (CONyA) de Roca adquiere una gran relevancia, porque implica recuperar un espacio añorado. Implica, básicamente, volver a aquellos años felices disfrutando con amigos en la calle.
“La idea del ‘Salir a jugar’ tiene un año. Comenzó en marzo del 2021, y surgió a partir del Consejo de Niñez, que a su vez tiene un consejo conformado por niños y niñas”, explica Julieta Ronzoni, una de las organizadoras.
Para comprender la operativa, es necesario entender de qué hablamos cuando hablamos del CONyA. Es un organismo interministerial con más de 10 años, que en resumen, brinda herramientas para que niños, niñas y adolescentes puedan plantear sus demandas (ver aparte).
En ese contexto surgió el “Salir a jugar”, y nació especialmente como propuesta de los niños, que querían recuperar la posibilidad de salir a la calle a divertirse.
“Durante la pandemia, en ese período de tanto aislamiento, empezó a surgir la posibilidad de salir, el analizar cuál sería la mejor manera de hacerlo. A eso se suma que los espacios públicos siempre estaban muy ocupados por el tránsito. Desde esa arista se planteó una especie de ‘denuncia’ a cómo es transitar en la ciudad si sos niño o niña: en bicicleta, sin lugares, te tocan bocina… y surgió la idea de tener un día sin tránsito para jugar. Esa es la cocina de la propuesta, que se elevó a las autoridades en diciembre del 2020, y la primera jornada fue en marzo del 2021”, relata Ronzoni.
La propuesta es tan simple como poderosa: cortar la calle un tiempo, durante dos horas, una vez por mes, rotando los lugares para llegar a distintos sectores. Según afirma la organizadora, eso no implica que la gente de otros lugares no pueda asistir, sino que es una propuesta para toda la ciudad.
Respecto a la respuesta que encontraron, asegura que tuvieron “una gran aceptación, no solo de chicos y chicas (algo que estaba previsto, porque son quienes propusieron la idea), sino también de adultos que van, que se quedan tranquilos porque los chicos andan libres jugando sin preocuparse por el tránsito y los peligros de la calle. Es una linda propuesta para sostener y después ver si se puede ampliar, quizás la franja horaria o la frecuencia”. Y ese punto es más que interesante: el proyecto tiene mucho potencial para seguir creciendo, para buscarle ramificaciones, para que los niños puedan seguir jugando como merecen.
¿De qué se tratan las jornadas de juego? “Lo que más se intenta es favorecer el juego libre. Hay algunas propuestas que son de juegos o recursos para jugar, como disponer de tizas para escribir en el asfalto, o espacios de pintura con témperas… ahí participan también las áreas municipales de Tránsito, Cultura y Deporte”, asegura Ronzoni. Y allí, una vez más, los chicos alzaron la voz y tuvieron algunas exigencias.
“La intención, porque lo plantearon los chicos, es que no sean actividades tan coordinadas por adultos, sino más bien autónomas. Y eso a veces a los adultos nos cuesta, entonces es un aprendizaje (risas). Pero de eso también se trata la propuesta, que las ideas de los chicos impliquen un movimiento para los adultos. Son ideas que no se nos van a ocurrir a nosotros, ese barco ya zarpó. Ahora hay que entrenar la escucha y ver cómo hacerle un lugar a esas propuestas”, cerró una de las organizadoras.
Recuperar los espacios que, por derecho, le pertenecía a ellos. De eso se trata un poco esta aventura diseñada por niños para niños, y adaptada por adultos que alguna vez fueron niños. La idea de volver a “salir a jugar”, al menos por un rato, es hermosa. Ahora a divertirse, antes que nos llamen para entrar en casa.
Un Consejo que apunta a los pequeños
Según explicó Ronzoni, “el Consejo de Niñez y Adolescencia tiene más de 10 años de funcionamiento. Es un organismo interministerial, funciona con representantes de distintas organizaciones gubernamentales y ONG también; y ahí van representantes adultos. El sentido del Consejo es trabajar en políticas públicas para el área de niñez y adolescencia”.
En este sentido, hubo un disparador importante para su crecimiento: “Hace unos años nos dimos cuenta que el formato era para adultos, porque los niños no iban a estar en una reunión para plantear sus inquietudes de la misma forma que nosotros. Fue así que creamos otros dispositivos que son los Consejos de Niños, donde van ellos y funciona con otra metodología que tiene que ver con el juego y lo artístico. A partir de eso, van surgiendo sus propias ideas y demandas para la ciudad y lo que tiene que ver con las necesidades o deseos de los niños y niñas”, relató.
En estos años, los niños también presentaron otros proyectos, como es el caso del Día del Chiste, “una jornada que sucede los 7 de octubre y fue aprobada por ordenanza municipal. Lleva varios años ya, y es una de las primeras propuestas que surgió”, comenta Ronzoni.
Además, hay otras propuestas “vinculadas a los espacios públicos, que son más difíciles quizás de concretar porque tienen que ver con planificar en conjunto con chicos y chicas. Es algo en lo que estamos trabajando, no está cerrada como política pública pero se está trabajando”.
Para Agendar: la próxima edición se realizará el 30 de abril, entre las 16 y las 20, en la Plaza Médicos Argentinos (Surinam y Bahía Blanca) del barrio San Cayetano.
Algunas imágenes de las jornadas:
Comentarios