Jardín: Tiempo de nemesias, verbenas y aquilegias

¿Qué mas lindo que aprovechar estos días primaverales para arreglar el jardín y agregarle color con plantas que nos regalan flores únicas? Hoy, desde Plottier, Susana Muñoz, del vivero Elbita, nos recomienda estas tres variedades.

Y llegó septiembre, sinónimo de días lindos y también de aprovechar el tibio calor de los días de sol, en el jardín y ponernos manos a la obra y a disfrutar las plantas que ya tenemos y agregar aquellas que nos aseguran un espacio colorido. Desde Plottier, Susana Muñoz, del vivero Elbita nos asesora con sus consejos para cuidar estas especies que vas a querer tenerlas en el jardín de casa.


En el caso de las Nemesias son irresistibles por la belleza y abundante floración con su amplio abanico de colores que va del blanco al rojo, con tonalidades de lilas y fucsias con una particularidad, más allá del color, siempre poseen el centro de color amarillo. Esta planta de variedad anual es muy popular y muy presente en nuestra región porque ofrece un gran colorido tanto en jardines, como en balcones e inclusive en jardines internos y también es ideal para ocupar espacios en canteros o macetas.

Se trata de una planta herbácea y ramificada y alcanza una altura de 50 centímetros aproximadamente – aclara la experta – presenta flores de varios colores: amarillas, anaranjadas, lilas, blancas, fucsias, rojas y con una garganta amarillenta.

No es muy resistente a climas extremos, ni frío ni calor, aunque soporta bien el sol, pero al mediodía y tarde, se aconseja trasladarla a la sombra por esa razón es preferible que esté en un ambiente fresco de semisombra y que reciba iluminación permanente.

La experta, aconseja tener ciertos cuidados antes de darle la ubicación definitiva porque así como es bella, la nemesia es un poco delicada ya que no tolera el frío extremo y tampoco las sequias, pero no es imposible cumplir con sus atenciones. Por lo tanto en lugares de nuestra zona donde las temperaturas en invierno son muy bajas o en verano muy altas, se recomienda destinar lugares de reparo donde se asegure su protección, aunque se debe tener en cuenta que la nemesia puede crecer a pleno solo o a media sombra. En cuanto a su ubicación conveniente que sea un lugar fresco y húmedo.

Antes de trasplantarla una vez pasadas las heladas es aconsejable cultivarla en el interior o en invernadero. Las nemesias las obtenemos también por semillas en sustratos sueltos, húmedos y ricos en materia orgánica, asegura Susana que además recomienda no cubrirlas con mucho sustrato. Una vez que se obtiene el plantin, se procede a trasplantar en macetas para que se desarrolle su crecimineto.

Alegres, coloridas y duraderas. Las verbenas son una gran opción para los jardines.


“En cuanto al riego, la nemesia necesita de mucha humedad, pero se debe tener cuidado de no mojar las flores porque puede sufrir de hongos”, explicó la viverista.

Existen variedades de semillas de nemesia y pueden sembrarse combinados. Blue Bird: Flores de color púrpura; Blue Lagoon: Flores de color violeta; Compacto Innocence: Flores de color blanco; Compacto Pink Innocence: Flores de color rosa; Safari Pink: Flores de color rosa; Safari Plum: Flores de color púrpura; Safari Violet: Flores de color púrpura; Safari Wild Rose: Flores de color rosa; Sunsatia plátano: Flores de color amarillo; Sunsatia Coconut: Flores de color blanco; Sunsatia Cranberry: Flores de color rosa; Sunsatia Limón: Flores de color amarillo; Sunsatia Mango: Flores de color amarillo, naranja y rojo; Sunsatia Peach: Flores de color coral; Sunsatia Piña: Flores de color amarillo oro y Sunsatia Raspberry: Flores de color rojo-púrpura.


Bellas verbenas



En la popular verbena destaca la belleza de sus flores por sus muy llamativos colores. Pertenece a la familia Verbenaceae y la variedad más conocida es la Verbena officinalis.

Estas son plantas de gran resistencia con flores uniformes y de diferentes colores, desde violetas hasta rosas, rojas o blancas logrando una altura no más de 25 centímetros y puede florecer todo el año. Sin embargo, su mejor época donde presenta su máximo esplendor es al comenzar el verano.

“Es una planta muy adaptable y resistente”, señala la experta y agrega que esta especie necesita de mucha luz para su buen desarrollo, pero aconseja evitar el sol directo en las horas donde la temperatura es más intensa.


En el caso de colocarlas en macetas, el sustrato debe ser ligero que asegure un buen sistema de drenaje. Muñoz, también explica que la verbena si bien prefiere un clima templado y caluroso, no necesita mucha agua, por lo tanto aconseja regar cuando se vea el sustrato seco y evitar los encharcamientos. En invierno se debe proteger de las heladas y de las corrientes de aire frío.

En septiembre, en plantas ya empleadas, se aconseja realizar una poda y donde los esquejes obtenidos se pueden volver a plantar y obtener nuevas plantas, indicó.


Las aquilegias



A la Aquilegia vulgaris,se la conoce como aguileña o colombina. Y tiene muchos nombres más: amor perfecto, aquilina, copa de rey, flor de los celos, pelícano, manto real, corneta o amor escondido. En cuanto a su nombre original proviene de la palabra latina “aquila” (águila) en referencia a las cinco espuelas de la flor semejante a la garra de un águila. Es una de las plantas más llamativas que florece en primavera por su gran variedad de colores.

El género Aquilegia pertenece a la familia de las Ranunculaceae e incluye unas 70 especies de plantas herbáceas perennes originarias de América del Norte, el Centro de Europa y el Sur de África. Algunas especies son: Aquilegia coerulea, Aquilegia vulgaris, Aquilegia alpina, Aquilegia chrysantha, Aquilegia formosa, Aquilegia elegantula.

Esta planta es tan aplicable en el suelo directo del jardín como en macetas, en borduras de herbáceas o mixtas, en macizos de vivaces, en rocallas, bordillos mixtos, alrededor de estanques y también en macetones o en áreas naturalizadas. También son una buena elección para atraer mariposas, colibríes y otros polinizadores. Además se emplean como flor cortada para ramos de flores.

La aguileña común es una planta herbácea que con el frío de los meses de invierno, toda la parte aérea de la planta muere y renace en la primavera. De tallos delgados y vellosos que pueden alcanzar una altura de 1,2 metros y sus hojas grandes desde la base que disminuye su tamaño conforme el tallo se alarga. Estas son pecioladas, lobuladas y de color verde oscuro y las flores se forman agrupadas en el extremo de tallos de unos 5 a 6 centímetros y tienen un largo espolón. La variedad común (Aquilegia vulgaris) cuyas flores son de color azul violeta o blanco, pero existen otras variedades con flores rosa, burdeos o amarillo con flores simples o dobles y con espuelas cortas y también hay variedades sin esta particularidad de espuelas en una gran paleta de colores.

La aquilegia con su maravillosa flor. Atraen mariposas, colibríes y otros polinizadores.


No obstante, todas las variedades de aquileña necesitan un suelo rico en materia orgánica – explica Muñoz- y además debe ser de buen drenaje, pero existe una excepción a la regla y se trata de la variedad Aquilegia vulgaris que puede desarrollarse y crecer en suelos calcáreos.

La experta también asegura que estas plantas deben ubicarse en sitios a pleno sol o también con algo de sombra, ya que requieren de temperaturas templadas, ni demasiado frías ni demasiado calurosas. Lo ideal sería una temperatura entorno a los 20ºC, indicó.

Las aquilegia se pueden trasplantar a principios de primavera y recomienda utilizar abono o fertilizante orgánico, como un poco de humus o estiércol, al momento de realizar el pozo.

Estas plantas prefieren recibir un riego moderado donde se mantenga el suelo ligeramente húmedo pero sin encharcar, afirmó Susana y agregó que en el verano, el riego debe ser más frecuente. El suelo además puede ser neutro o un poco ácido y con un poco de arena para facilitar el drenaje. Necesitan de una exposición de pleno sol o de semisombra, pero no hay que olvidarse que no resisten las heladas.

Como muchas plantas, al llegar el invierno entran en reposo vegetatito, sin embargo aunque no tengan flores, poseen un follaje muy atractivo y vistoso. Mientras las hojas estén verdes se debe continuar con el riego. A la mitad del verano, el follaje tiende a marchitarse y es el momento ideal para cortarlo hasta el ras del suelo.

La aquilegia se reproduce muy fácil por semillas que se autosiembran en el jardín, pero también se puede multiplicar por división de matas. No sembrarlas a pleno sol, sino a la sombra y no necesitan poda, pero conviene quitar las flores marchitas, culminó Muñoz.


Y llegó septiembre, sinónimo de días lindos y también de aprovechar el tibio calor de los días de sol, en el jardín y ponernos manos a la obra y a disfrutar las plantas que ya tenemos y agregar aquellas que nos aseguran un espacio colorido. Desde Plottier, Susana Muñoz, del vivero Elbita nos asesora con sus consejos para cuidar estas especies que vas a querer tenerlas en el jardín de casa.

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