Jardín: El amarillo de la Retama, un adorno inconfundible
Llegó a mediados del Siglo XIX gracias a los inmigrantes, y se convirtió en una opción ideal para decorar jardines y espacios amplios. Se adapta a los climas de nuestra región y embellecen los paisajes con sus colores.
Sus colores y la forma de sus ramas la hacen una opción ideal para decorar cualquier espacio, sea en un jardín o en una pérgola.
Lejos de ser una planta autóctona típica de Argentina, la “Retama”, una arbustiva de ramas finas con pequeñas y abundantes flores amarillas, llegó para quedarse de la mano de inmigrantes allá por mediados del siglo XIX. En la actualidad se la puede encontrar habitando paisajes de forma natural, bordeando en más de una oportunidad caminos y rutas, y vistiendo de amarillo en época de la primavera y parte del verano. También es muy popular regalando distinción en jardines y espacios amplios y, en una variedad enana, es muy utilizada en macetones o rocallas.
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No obstante, si bien esta nativa mediterránea se adapta muy bien a zonas de climas muy similar a los de su origen, se la considera invasiva en California, Oregon, Australia y en zonas andinas de Argentina y Chile.
La presencia de esta arbustiva no es muy aceptada en los espacios naturales por algunos ecologistas regionales, ya que como toda especie introducida, argumentan que ésta planta genera cambios que afectan el equilibrio natural del ecosistema. Acusan que, debido a su densidad y volumen, si bien suelen ser muy útil para refugio de diferentes animales silvestres como roedores, estos arbustos provocarían una sombra excesiva impidiendo el desarrollo natural de las plantas nativas de sector. Además, en la zona andina, se la considera por su cualidad leñosa como una especie de “alta combustibilidad”. Sin embargo, en esas áreas, la propagación de semillas y su persistencia aseguran embellecer el paisaje precordillerano durante la primavera.
El nombre “Retama” deriva del árabe ratáma y se trata de un arbusto perteneciente a la familia de las papilionáceas, también conocidas como leguminosas o fabáceas, con un total de 7 especies agrupadas dentro de la subfamilia Faboideae (pertenecientes a su vez a las Fabaceae). El nombre “Retama” es utilizado para varias especies arbustivas que se encuentran dentro de las fabáceas: los géneros Retama, Cytisus, Genista y Spartium (en el que se encuentra la retama de olor) o el Lotus peliorhynchus entre otros. En algunas de estas especies se encuentran la retama amarilla, retama roja, retama blanca o retama negra, entre otras variedades.
Más allá de ser una planta invasiva en áreas naturales para nuestra región, la retama es una arbustiva muy popular y empleada para ornamentar jardines, canteros y cualquier rincón de casa o espacios verdes, por su imponente belleza. Al ser una planta típicamente mediterránea, soporta sequías y calores rigurosos, por lo tanto se adapta muy bien a las altas temperaturas del verano en nuestra zona.
Se desarrolla formando grandes matorrales y puede alcanzar una altura hasta llegar a los 3 metros, y es muy adaptable en suelos secos y pobres en nutrientes.
Con una corteza de color verde a grisáceo, cubren sus tallos formados por ramas largas y flexibles con hojas simples y caducas. En cuanto a sus flores son pequeñas y de abundante inflorescencia. Cada racimo puede contener hasta 10 flores,las cuales son muy similares a la forma de un cilindro, que nacen en primavera vistiendo todo el matorral de un impactante amarillo; pero dependiendo la variedad y las diferentes especies, su coloración puede variar desde la gama del naranja y morado hasta el blanco y rojo. En nuestra región se consigue la especie característica cuyas flores son de un amarillo intenso.
La retama se multiplica por esquejes a finales del verano en nuestra región, y en cuanto a los cuidados requiere de buena luz al aire libre. Es una planta que necesita del los rayos del sol directo, ya que de eso dependerá su abundante floración y asegurar que el suelo permanezca húmedo pero no encharcado. El riego debe ser constante, sobre todo en los meses de mucho calor, pero siempre con el cuidado de que éste no sea desmedido.
En su variedad “enana” es muy ornamental y empleada para galerias o pérgolas donde se le asegure el aire libre y la luz del sol directo; y si bien no es una planta exquisita con los suelos, se recomienda que éste tenga un mayor porcentaje en arena.
Distintas variedades de Retamas: Retama amarilla, Retama blanca y Retama negra
La Retama blanca (Retama monosperma) tiene flores blancas y esta variedad es muy empleada para fijación de suelos arenosos.
Está la Retama amarilla o retama común (Retama sphaerocarpa), que es la especie que más se distribuyó en nuestro país. La más utilizada en jardines es de hoja caduca. Hay una diferencia entre Genista y Retama, ya que son dos generos muy similares. Dentro del género Genista encontramos la Hiniesta, mientras que en el género Retama se encuentran especies como la Retama amarilla y la Retama blanca.
La Retama Roja o retama roja y amarilla (Cytisus scoparius var. andreanus) pertenece al género Cytisus y sus pequeñas flores son de color rojo con el fondo amarillo.
La Retama negra (Cytisus Scoparius) es de la familia de las fabáceas y pertenece al género Cytisus, se la conoce también como retama de escobas (hiniesta blanca, piorno). Retama Negra Lena, especie Cytisus Lena, híbrida fruto del cruce entre Cytisus scoparius y Cytisus dallimorei, la variedad tiene la particularidad de flores del color rojo.
Está también la Retama de olor (Spartium junceum) conocida como gayomba, ginesta o retama de flor es la única especie del género Spartium.
La Retama Enana (Teline maderensis o Cytisus maderensis) es muy apreciada en jardinería pero si se da de manera silvestre puede alcanzar el tamaño de las otras variedades.
Usos y costumbres
La retama es una especie nativa en 3 continentes y con gran trayectoria, ya que desde tiempos antiguos se la utilizaba para fabricar escobas. También la consideraban una planta que tenía poderes, uno de ellos era el de neutralizar maleficios, además de diferentes usos medicinales empleados por diferentes culturas para aliviar la fiebre y problemas respiratorios, afecciones cómo úlceras y sus flores son utilizadas cómo diurético. Sin embargo, se debe tener en claro que la retama no es recomendable para el riñón, diabetes, la caída del cabello, para adelgazar, para la sinusitis o para tratar lashemorroides.
También esta arbustiva, en otros lugares es empleada para recuperar suelos degradados por la capacidad útil de fijar el nitrógeno de la atmósfera, además de ser útil para estabilizar taludes y dunas.
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