Isabel Allende: «Me casé a los 77 y si vivo lo suficiente es posible que me case de nuevo»

La escritora volvió a las librerías con “Violeta”, la historia de una mujer que nació en una pandemia y murió en otra. Casi cien años en los que atraviesa tiempos convulsionados y cambiantes. Desde San Francisco, la autora habló con la prensa de esta nueva aventura, pero también del amor, el feminismo y la política.

Lleva un traje azul, el pelo impecablemente blanco. Isabel Allende está cerca de cumplir 80 años. Y ahí está, del otro lado de la pantalla, en San Francisco, Estados Unidos, donde vive desde hace tiempo, hablando de su nueva novela, de la esperanza que le genera el gobierno del electo presidente chileno Boric, y también de amores… “Yo me casé a los 77 y si vivo lo suficiente es posible que me case de nuevo”, se ríe, durante la conferencia de prensa por zoom con más cien periodistas hispanoparlantes.

Allende, durante el encuentro con la prensa, desde su casa en San Francisco, Estados Unidos.


Allende, que justo por estos días celebra además los 40 años de la publicación de “La casa de los espíritus”, vuelve a las librerías con “Violeta”, una novela que registra la vida de una mujer entre dos pandemias -la de la gripe española que tuvo lugar en 1918 y la actual de coronavirus-, y que recorre cien años de la historia latinoamericana a partir de una mujer que debe confrontarse a mandatos de géneros y a las adversidades del siglo XX. La historia está ambientada en la Patagonia chilena.


“Vine al mundo un viernes de tormenta en 1920, el año de la peste”, se lee en la primera línea de la novela que desde hoy está disponible en las librerías del mundo hispanoamericano. La idea original del libro surgió tras la muerte de la madre de Allende a los 98 años. Francisca, madre de Isabel, había nacido en 1920, en tiempos de la llamada gripe española, y murió un año antes de que se declarara la pandemia de coronavirus. Pero Francisca no es Violeta.


-¿Qué hay de usted, qué hay de su madre y qué hay de su hija en esta nueva novela?
-De mi madre, la inspiración. Ella murió poco antes del Covid y quienes me conocen me dijeron que debía escribir su historia. Pero al tratar de escribir me di cuenta de que estaba muy pegada al personaje. Y por otra parte , aunque mi madre fue una mujer extraordinaria, no tuvo una vida extraordinaria porque nunca pudo mantenerse sola y vivió sometida: primero a su padre, luego a su marido, y finalmente fui yo la que pagó las cuentas. Ella no tuvo esa libertad económica que siempre desee para ella . Eso, yo se lo dí a Violeta, Violeta es un personaje parecido a mi madre, bella interesante, irónica, atrevida y con una gran visión, pero a diferencia de ella puede ser una mujer independiente. No hay feminismo sin independencia económica… ¿Qué tiene de mi?: sin dudas anécdotas que me han pasado a mi se las he dado a Violeta. Y de mi hija Paula, poco , excepto la muerte de un personaje que se parece mucho a la muerte de mi hija.

Así, en la novela, Allende recorre casi un siglo de vida de una mujer que nace en el seno de una familia chilena conservadora y adinerada, que cambia radicalmente cuando queda en la calle por la Gran Depresión. Moldearán su vida algunos de los grandes sucesos de la historia: la lucha por los derechos de la mujer, el auge y caída de tiranos y, claro, dos pandemias.


-La novela demuestra que el amor mueve el mundo
-No solo el amor, también el poder, la ambición la codicia, y lo mueven a veces en una orientación en la que el amor lo puede corregir un poco, pero no completamente. En todas mis novelas lo que importa son las relaciones humanas. Por supuesto que los hechos son fundamentales, el cuándo y dónde también. Pero lo que más me gusta contar son las relaciones humanas, las emociones. Y de todas ellas, la más poderosa es el amor. En mi propia vida lo que más me ha movilizado a hacer las brutalidades más grandes y también los hechos heroicos , es el amor. Y ahora que ya estoy vieja la gente me dice: bueno, ahora el amor no tiene tanta importancia. Pero yo les digo: el amor tiene siempre importancia. Yo me casé a los 77 y si vivo lo suficiente es posible que me case de nuevo.

-¿Cómo ha evolucionado su idea del amor desde que comenzó a escribir?

-Yo debo decir que tengo la misma idea del amor, sigo siendo igual de apasionada que a los 20, los 40 y los 60. La relaciones cambian porque la edad pesa. En mis libros anteriores tenía parejas jóvenes. Ahora me ha dado por tener parejas ancianas. En los últimos libros, y en «Violeta» tengo amantes o parejas que son mayores, y eso es por lo que me ha tocado vivir a mi. En Violeta hay varios amores. El primero es el de la juventud de aquella época: el del hombre con el que uno se casa para siempre, para ser madre y tener familia. A ella no le resulta,. El hombre era una lata. Y se enamora de un hombre extremadamente seductor y peligroso. Yo conozco ese amor. Y después , al final de su vida tiene una amor reposado y feliz, con el que no tiene nada en común. Y eso me pasó a mi: a los 77 me casé con un polaco con el que no tengo nada en común… y ahí nos pescó la pandemia y nos quedamos encerrados en una casa chica, como dos años ya, en una eterna luna de miel. Y está resultando de lo más bien…


-¿Hubo una anécdota en particular durante la pandemia y el aislamiento ue haya inspirado la novela?
-La novela la empecé unas semanas antes de que se declarara la pandemia. Pero cuando se declaró la pandemia, entonces se me ocurrió la idea de colocar la novela entre estas dos pandemias. Me resultó casi poética esa unión, ese círculo. De modo que la pandemia fue lo que me sirvió para darle la estructura.


-Entonces la historia ya estaba clara de antes…
-No… Yo nunca tengo clara la historia. Los 8 de enero siempre me siento frente a la computadora y empiezo algo que no sé qué es ni para dónde va , y entonces van apareciendo personajes o tengo que salir a buscarlos. Empezar un libro es como lanzarse con una vela a lugares oscuros y poco a poco vas iluminando los rincones y ahí van saliendo los personajes y la historia. He aprendido en estos 40 años a tener confianza, a no meter la historia en una camisa de fuerza.


-El exilio siempre forma parte de sus novelas. Si no hubiera sido exiliada, ¿hubiera escrito?

-Yo creo que no. Lo que me hizo ser escritora fue que no pude seguir siendo periodista en Chile. A mi me encantaba ser periodista, era feliz, era una profesión que me encantaba, que podía tocar cualquier puerta y me iban a abrir, que me iban a contestar la pregunta más impertinente. Eso se terminó cuando me fui de chile, y hubo un largo período de silencio. Hasta que una casualidad me hizo escribir «La Casa de los Espíritus» y esa fue la novela que me pavimentó el camino. Que me dio una voz como escritora, y que cambió mi vida.

-Una nieta de salvador allende será ministra de Chile….
No solo será ministra, será ministra de defensa. Es una mujer joven, criada en Cuba, nieta de Salvador Allende, en una posición muy especial… Deberá entenderse con las Fuerzas Armadas y no nos olvidemos del pasado de las Fuerzas Armadas en Chile. Lo veo como una cosa curiosa. Pero estoy encantada con los ministros que ha nombrado Boric: hay 14 mujeres y 10 hombres. Es realmente una intención solida de que haya igualdad de género. Y lo otro es que todos sean tan jóvenes. Es una nueva generación que sube al poder. Ya es hora de que los viejos carcamanes se vayan a sus casas a jugar bingo.

En estos 40 años ha cambiado la sociedad, ¿cómo ha cambiado su manera de representar a la mujer?

-Yo estoy muy al día con lo que ocurre con las mujeres porque tengo una fundación y la misión es invertir en el poder de las mujeres y trabajamos con las mujeres más vulnerables, de más alto riesgo. De manera que siempre estoy en contacto con mujeres y sus problemas. Siempre he seguido siendo feminista. Y estoy encantada con lo que está pasando ahora y que haya una ola de mujeres jóvenes haciendo cosas extraordinarias. Eso es extraordinario.Eso se va incorporando en lo que escribo porque se va incorporando en mis intereses y en mi vida.

-El mundo del siglo XXI es peor que el del pasado?

-No. Ningún tiempo pasado fue mejor, esa es una especie de ilusión que tenemos. Escribo novelas históricas que van desde 1541 y puedo decir que no hay tiempo pasado en el cual hubiera más gente incorporada a la educación y a la salud o menos gente muriéndose de hambre o de enfermedades incurables. El mundo avanza pero lentamente y en una línea recta. Se está avanzando mucho y por cada cosa horrible que pasa hay otras buenas para contrarrestarla.


Del libro a la biopic: secretos revelados

Allende es autora de cerca de 30 libros de los que vendió unos 70 millones de ejemplares, traducidos a más de 40 idiomas. Desde que publicó su primera novela, “La casa de los espíritus”, Allende dedicó más de cuatro décadas de su vida a la literatura. Escribió 25 libros y recibió más de 60 premios internacionales, entre ellos el Hans Christian Andersen 2012 de Di­namarca por las “Memorias del Águila y del Jaguar”. En 2018 se convirtió en la primera escritora en lengua española pre­miada con la medalla de honor del National Book Award, en Estados Unidos, por su aporte al mundo de las letras. Su popularidad es tan grande que la convirtió en protagonista de una biopic, “Isabel”, una miniserie que el año pasado estrenó Amazon Prime y que abarca los primeros 50 años de su vida. “Me halagó mucho que inviertan en hacer algo sobre mi vida. La mayor parte la encontró estupenda pero los más cercanos, como mi marido o mi hijo, sintieron que habían expuesto demasiado mi parte mala, pero no hay nada en ese serie que yo no hubiera escrito, de manera que yo misma me he expuesto. Y no guardo ningún secreto. En ese sentido creo que uno es vulnerable por los secretos que guarda, no por los que cuenta”, indicó.


Cultura de la cancelación

Durante la entrevista, Allende se mostró contraria a la cultura de la cancelación. Lo hizo a partior de una pregunta sobre el pasado del poeta chileno Pablo neruda.

“Tal vez lo más cuerdo sería que la historia se enseñe como debe enseñarse, no solamente la historia que cuenta el vencedor, que generalmente es un hombre blanco, sino la historia con las voces de los derrotados, de los pobres, de las mujeres, de la gente color. Esas voces que están acalladas son las que hay que traer a los textos y a nuestra narrativa del pasado. “Ahora, no se puede ni se deberían eliminar aquellos signos del pasado que nos recuerdan ese pasado sino revisar ese pasado”, sostuvo para luego referirse a la controversia que se da actualmente en Chile a partir de un tramo de las memorias de Pablo Neruda en las que confiesa que violó a una mujer. “Hoy día las feministas chilenas quieren eliminar a Pablo Neruda, que es el poeta más importante que ha producido Chile y uno de los más grandes de la historia de la poesía. Una cosa es el hombre fallado y otra es la obra. Revisemos su vida privada pero no eliminemos todo, porque si no, no queda nadie. Hay que revisar la historia para que se cuente como se debe contar”.


Sinopsis de la novela

Desde su nacimiento en 1920, durante la pandemia de la que se llamó «gripe española», la vida
de Violeta del Valle ha estado marcada por acontecimientos extraordinarios. Algunos históricos,
fuertemente entrelazados con su destino. Los más, fruto de su apasionada forma de vivir la vida y el amor.


Cuando el crack del 29 impactó directamente sobre su familia, Violeta no podía imaginar las consecuencias que tendría este terremoto en su vida y en su futuro. La hasta ahora niña consentida se hará mujer en una región salvaje y remota del país y se convertirá en una mujer carismática, fuerte y, sobre todo, fogosa. Será entonces cuando conozca al primero de una lista de amantes que le dibujarán el más variado paisaje de las relaciones amorosas, desde las más violentas hasta las que fluyen serenas por el querer más pleno.


Escrita como una carta dirigida a la persona a quien más ama del mundo, la novela recorre momentos personales devastadores para la protagonista, también deliciosos y siempre interesantes.
Su vida se irá moldeando desgastada por acontecimientos como la dictadura y enriquecida por
episodios como los protagonizados por las mujeres batallando por sus derechos. Como principio y final, dos pandemias, en el fondo de corte tan similar que las reflexiones sobre una podrían ser fruto de la que ocurrirá un siglo después.


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